En la serie Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, el tema del cabello de Lyle Menéndez, interpretado por Nicholas Alexander Chavez, se convierte en un símbolo clave de las presiones familiares y emocionales que vivió este controvertido personaje.
Según las declaraciones del actor de 25 años, el uso de un toupée o peluquín no es simplemente un detalle estético, sino un elemento asociado a la dura relación de Lyle con su padre, José Menéndez (Javier Bardem).
Lyle Menéndez, quien junto a su hermano Erik fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989, llevaba este copete postizo debido a la temprana pérdida de cabello que experimentó.
Esta condición, según explicó Chavez en una entrevista con Deadline, era producto del estrés y las presiones que enfrentaba en su vida familiar. “Realmente vi esta peluca como una máscara de algún tipo”, comentó el joven actor. “No es un accesorio que él se imponga a sí mismo. Es impuesta por su padre y el estándar perfeccionista que Lyle tiene que cumplir”.
La serie, en su cuarto episodio titulado Kill or Be Killed, profundiza en este aspecto del personaje, mostrando cómo José obligó a Lyle a usar un peluquín cuando comenzó a perder su cabello. En una de las escenas, José le dice a su hijo: “Te ves genial con eso... Si quieres tener éxito en los negocios o en la política, necesitas tener un buen copete”. Ante el rechazo de Lyle, José es categórico: “Te vas a poner una peluca. Así va a ser”, relató Deadline.
En su conversación con el citado medio, Chavez también destacó cómo la peluca influía en el comportamiento de Lyle. “Cuando usas esta pieza de cabello artificial, hay un comportamiento que viene con eso. Inclinas la cabeza de una manera muy específica, tal vez incluso de manera subconsciente, para tratar de mantener cierta distancia entre ella y la persona con la que estás hablando”.
Cabe mencionar, como dato curioso, que Chavez no necesitó usar un copete postizo al filmar la serie. Solo peinaban su cabello real para dar la ilusión de tener una porción de pelo falso. “Él único momento en que no se ve mi cabello real es cuando le pasa algo a Lyle. Si la peluca se sale, como en la escena de la cena, o aquella en donde me la quitan mientras me baño en la prisión, en esos momentos me ponían una calva falsa”.
Los “padres” en la serie han respondido a las críticas
Más allá de las interpretaciones sobre los personajes y su trasfondo emocional, Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez ha generado controversia por su representación del caso que estremeció a los Estados Unidos en los años noventa.
La polémica creció especialmente tras las críticas de Erik Menéndez, quien desde la cárcel ha cuestionado la exactitud de la serie. A través de un comunicado, el recluso expresó su desacuerdo con la forma en que la producción ha narrado los eventos.
Ante estas críticas, los actores que interpretan a los padres, Javier Bardem y Chloë Sevigny respondieron de forma reflexiva.
“Es absolutamente legítimo que él exprese y tenga una opinión, por supuesto. Lo respeto totalmente”, dijo el actor español al medio Extra. Pero él también enfatizó que la serie no busca mostrar una única verdad, sino que intenta ofrecer una variedad de perspectivas basadas en investigaciones, hechos y opiniones. “No se trata de hacer una declaración: ‘esto es lo que fue’, porque nadie lo sabe, excepto esos dos muchachos... y esos padres que no están aquí para decir nada”.
Por su lado, Sevigny (Kitty Menéndez en la ficción) defendió el enfoque del proyecto. “Tuvimos que pintar las ideas de diferentes personas sobre estos personajes, para no jugar con una sola verdad”, explicó.
La actriz además señaló que los Menéndez tienen derecho a expresar su opinión y recordó que Netflix tiene previsto lanzar un documental en el que los hermanos podrán compartir su versión de los hechos. “Creo que es admirable que Netflix les dé esa plataforma para contar su lado de la historia”.