Dan Gilroy, quien fuera compañero de vida de Shelley Duvall durante 34 años, ha compartido en una íntima entrevista con People las circunstancias en la que la actriz de El Resplandor vivió sus últimos meses antes de morir por complicaciones causadas por la diabetes.
La pareja pasó gran parte de su vida en Blanco, Texas, rodeados de una variedad de animales. Gilroy recuerda que tenían “pequeños pájaros, pinzones, loros, perros, gatos y lagartos”, describiendo su hogar como una especie de “colección ambulante”. En los meses previos a la muerte de Duvall, el 11 de julio a los 75 años, la pareja pasó mucho tiempo recordando sus inicios y encontrando momentos de alegría al ver programas y películas que Duvall había producido.
Duvall enfrentó desafíos significativos en su salud mental. Gilroy recordó un cambio drástico hace 18 años cuando Duvall comenzó a sentirse paranoica y bajo ataque, llegando a pedir a los vecinos que trajeran armas para protegerse. Cinco años después, una intervención de su familia la llevó a ser internada en el Houston Methodist Hospital, lo que causó una ruptura en la confianza familiar y la dejó profundamente asustada.
La diabetes y la demencia de Duvall la ralentizaron considerablemente en sus últimos años. Gilroy relató que, aunque dejaron de poder caminar y Duvall estuvo postrada en cama durante mucho tiempo, ella seguía disfrutando de conducir. En sus últimos meses, Duvall no parecía consciente de que su muerte se acercaba, algo que Gilroy considera un alivio.
“Ella nunca pensó en no estar aquí o que el final está cerca, pero en algún momento, fue demasiado lejos. Los retos mentales la hicieron, creo, inconsciente de lo que iba a pasar y menos mal, tal vez”, reflexionó.
La última noche de Duvall dejó a Gilroy con un profundo pesar. Durante meses, Shelley despertaba a Dan por las noches pidiéndole que la cambiara de posición, pero esa fatídica noche de julio todo cambió.
“Yo tenía una habitación junto a la suya, y en sus últimos meses me llamaba tres o cuatro veces por noche porque necesitaba cambiar de postura o que la asearan o quería tomar algo. La noche antes de morir, le dije: ‘Shelley, mañana tengo una entrevista. No puedo seguir despertándome así’. La encontré a la mañana siguiente y no podía dejar de abrazarla y besarla aunque ya no estaba allí”, recordó Gilroy con pesar.
A pesar de sus desafíos, Duvall nunca dejó de considerarse actriz. Su última película, The Forest Hills, se estrenará en octubre. Gilroy destacó que este último proyecto levantó el ánimo de Duvall y la conectó con su carrera, que siempre consideró fabulosa.
Después de compartir casi todos los días juntos durante más de tres décadas, Gilroy reconoce que Duvall tenía una mezcla única de inteligencia e inocencia que nunca vio en nadie más. “Ella siempre fue tan entusiasta y divertida cada día”, concluyó. “Y eso era Shelley. Ella hizo de todo una aventura”.
Dan Gilroy y Shelley Duvall compartieron su vida desde que se conocieron en el set de la película para televisión Mother Goose Rock n’ Rhyme en 1990. Gilroy, quien fue el vocalista de la banda Breakfast Club en la que participó Madonna en los años 80, fue contratado para componer la música de la película. Ambos se enamoraron durante el rodaje y desde entonces fueron inseparables.
Gilroy también reflexionó sobre su pasado y decidió subastar algunos objetos, incluyendo equipos de Madonna firmados por ella, en la subasta del 60 aniversario de Guernsey el 25 de septiembre. “Es el momento”, afirmó.