Mia Farrow, protagonista de El bebé de Rosemary, expresó de manera muy diplomática qué es lo que opina de los actores que deciden colaborar con su expareja, el cineasta Woody Allen. En 1992, la actriz denunció al director de cine por presunta agresión sexual a su hija adoptiva.
En una entrevista con CBS Sunday Morning, Farrow recordó su extensa trayectoria junto al cineasta, con quien trabajó en 13 películas antes de que su relación se fracturara a inicios de los noventas. Cuando el periodista Seth Doane le preguntó si era capaz de separar su experiencia profesional en dichos filmes de “los problemas personales y tribulaciones que vendrían”, la actriz respondió afirmativamente.
Luego mencionó no sentirse en la posición de prohibirle a algo a sus colegas. “Entiendo completamente si un actor decide trabajar con él. No soy de las que diría ‘Oh, no deberían’”.
Las declaraciones de la recordada estrella de cine se enmarcan en la controversia que rodea a Allen desde hace varias décadas, luego de que su hija adoptiva, Dylan Farrow, lo acusara de haberla abusado sexualmente cuando ella tenía 7 años.
La denuncia surgió en medio de una amarga batalla entre las celebridades por la custodia de Dylan y sus hermanos, Moses y Ronan Farrow en 1992. Allen ha negado vehementemente las acusaciones desde entonces, calificándolas de “totalmente absurdas” y alegando que fueron fabricadas por Farrow como venganza tras descubrir su relación con otra de sus hijas adoptivas, Soon-Yi Previn.
Soon-Yi, que en ese entonces era una joven de 21 años, se convirtió posteriormente en la esposa de Allen, con quien tiene dos hijas adoptivas, Bechet y Manzie. Este escándalo familiar terminó con la relación entre Farrow y Allen, y fracturó definitivamente a la familia hasta hoy.
Si bien el juez a cargo del caso determinó que no se habían podido probar las acusaciones de abuso sexual, sí consideró que el comportamiento de Allen hacia Dylan había sido “gravemente inapropiado” y falló a favor de la actriz dándole la custodia exclusiva de sus hijos.
Por su parte, el cineasta ha defendido continuamente su inocencia y ha argumentado que la narrativa en su contra es un infundio. Pese al escándalo, el director de Annie Hall ha seguido realizando películas desde entonces y ha sido nominado múltiples veces a los premios Óscar.
“Es tan absurdo y, sin embargo, el escándalo se ha mantenido”, declaró Allen en 2021, en una entrevista con CBS Sunday Morning, refiriéndose a las acusaciones en su contra. “Y todavía prefieren aferrarse, si no a la noción de que abusé de Dylan, a la posibilidad de que lo haya hecho. Nada de lo que hice con Dylan en mi vida podría malinterpretarse como eso”.
Por su parte, Dylan Farrow ha reiterado en diversas ocasiones su denuncia contra Allen, aunque con algunos cambios en la versión original planteada por su madre Mia en 1992. Incluso llegó a publicar una carta abierta en The New York Times en 2014, en la que volvió a señalar los presuntos tocamientos indebidos del cineasta.
Fuera del caso legal, Hollywood también entró en el debate. Algunos actores han decidido continuar sus colaboraciones con Allen, como Javier Bardem, quien en 2018 y 2021 lo defendió públicamente por la ausencia de una sentencia.
Sin embargo, otros como Kate Winslet, Drew Barrymore, Colin Firth y Greta Gerwig han expresado arrepentimiento por haber participado en sus películas o han afirmado que no volverían a trabajar con él.
En la misma entrevista con CBS Sunday Morning, Mia Farrow también se refirió a su relación con su ex esposo, el legendario cantante Frank Sinatra, con quien estuvo casada de 1966 a 1968. A pesar de la corta duración de sus nupcias, Farrow aseguró que su amistad perduró hasta que este falleció.
“Como Patti, él era siciliano”, expresó Farrow, refiriéndose a su co-estrella Patti LuPone, con quien comparte créditos en la obra de teatro The Roommate. “Pero a diferencia de Patti, él tenía un carácter”, añadió, entre risas.