Algunos fanáticos de Oasis que esperaban obtener entradas para su tan esperada gira de reunión se encontraron con precios exorbitantes debido a la política de Ticketmaster de “precios dinámicos”. La venta de entradas, que comenzó el pasado sábado, se agotó rápidamente, pero algunos usuarios que lograron acceder tras largas filas de más de 100 mil personas de manera virtual, descubrieron que los precios habían aumentado de forma significativa.
En vista de este detalle, la Secretaria de Cultura, Lisa Nandy, ha solicitado una revisión de esta política de precios y de la venta de entradas en sitios secundarios, tras ver la frustración de muchos seguidores que reportaron precios en reventa que alcanzaban hasta las £10,000 libras esterlinas (más de USD 13,000 dólares). “Es deprimente ver que los precios enormemente inflados excluyen a los fans de a pie de la posibilidad de disfrutar de su banda favorita en directo”, señaló.
La petición se produce después del anuncio de la banda británica sobre su nueva gira Oasis Live ‘25, programada para el verano próximo. Estos eventos marcarán la primera vez en 16 años que Liam y Noel Gallagher compartirán el escenario, y se espera que generen ingresos de hasta £400 millones de libras esterlinas.
La venta anticipada ya provocó una advertencia de la banda a los seguidores para que eviten la compra en sitios secundarios no autorizados. “Los intentos de revender entradas en el mercado secundario serán cancelados por los promotores”, advirtió el grupo en su cuenta oficial de Twitter.
Jonathan Brown, el Director Ejecutivo de la Sociedad de Agentes y Vendedores de Entradas, defendió el protocolo de venta, a pesar de las numerosas quejas que surgieron cuando los boletos se agotaron rápidamente. En una entrevista con la BBC, Brown explicó que los precios son determinados por “los artistas y sus directivos”, y que el concepto de precios dinámicos, que puede variar, ya está permitido por la legislación de protección del consumidor.
Además, Brown aseguró que “la gente está acostumbrada a ese cambio de precios” y expresó su desacuerdo con el hecho de que un billete de tren pueda costar significativamente más de lo que él “está dispuesto a pagar”. Más adelante, Brown admitió no entender por qué el aumento de precios se implementó más tarde en el día, a pesar de la alta demanda desde el inicio.
Por otro lado, también se reportó que algunos usuarios fueron expulsados de la fila por error al ser identificados como bots, mientras que aquellos que buscaban boletos accesibles reportaron dificultades para comunicarse con las líneas telefónicas habilitadas, a pesar de haber intentado más de 400 llamadas.
Brown comentó que técnicas como el rápido refresco de la página o el uso de VPN pueden engañar a la tecnología actual. Subrayó la necesidad de contar con medidas contra los bots, advirtiendo que, de no ser así, las entradas podrían terminar injustamente en manos de revendedores.
Ticketmaster ha aclarado que el sistema de precios dinámicos se basa en la demanda, similar a los precios de los billetes de avión y las reservas de hoteles. Esto permite que los precios de las entradas puedan subir o bajar en cualquier momento, lo que ha causado controversia entre los aficionados.
Es por dicha razón que Nandy ha descrito la situación como “deprimente” y ha instado a revisar la manera en que se fijan los precios y se gestionan las ventas de entradas en el mercado secundario. Muchos aficionados tomaron las redes sociales para expresar su indignación y frustración por el sistema y los elevados precios en reventa, que consideran injustos y explotadores.