Winona Ryder habló abiertamente sobre sus experiencias de acoso sexual en la industria del cine a lo largo de más de una década, revelando cómo estas vivencias afectaron profundamente su carrera.
En una reciente entrevista con Esquire, la actriz recordó: “Tuve un par de experiencias difíciles con un par de personas que me acosaban sexualmente de una manera descarada”.
Aunque Ryder no identificó a los perpetradores, sí admitió que los incidentes, aunque no fueron agresiones físicas, fueron “increíblemente inapropiados”.
Agregó que estos momentos perturbadores la llevaron a entender mejor las experiencias de las víctimas de Harvey Weinstein y otros.
A pesar de que Ryder fue acosada con menor frecuencia debido a su fama, rememoró el constante temor y la negociación mental que sufría. “En tu mente estás negociando, estás pensando qué va a pasar si dices algo”, explicó. “Estás resolviéndolo mientras esta persona está siendo extremadamente desagradable”.
Asimismo, destacó la “suerte de que no me sucediera tanto porque yo era una actriz reconocible”.
El encuentro con Harvey Weinstein
En otro punto de su carrera, Winona Ryder compartió dos incidentes con el ahora condenado Harvey Weinstein, quien actualmente cumple una condena de 16 años de prisión.
En una ocasión, recordó, solo haber estrechado la mano de Weinstein condujo a que su agente le gritara: “¿Qué demonios hiciste?… Al parecer, lo ofendí porque extendí mi mano”.
La actriz especuló que el magnate esperaba algo diferente, lo cual podría haber influido en su decisión de no volver a contratarla y sabotear su carrera.
Asimismo, comentó sobre cómo se “acostumbró” a enfrentar estos avances no deseados, adoptando una actitud defensiva: “Si alguien estaba siendo inapropiado o se insinuaba de forma borracha, era como, ‘¡Ja ja!’ Lo manejas así. ‘¡Ja ja!’ Inapropiado, lo manejé. Pero tocarme me resultaba muy invasivo”.
El control de los estudios y las agencias
Además, Ryder detalló cómo la presión de la industria cinematográfica también repercutió en su carrera. “Las cosas estaban cambiando”, admitió. “Los estudios eran mucho más poderosos. De repente, ya no se trataba de trabajar con Jim Jarmusch, sino de cifras, de cuánto se ganaba”.
Y continuó: “Era como estar bajo una extraña amenaza todo el tiempo, que te hacía sentir muy presionado. Y todo lo que oías era, si te tomas un descanso, no puedes volver. Te lo inculcaban”.
Por otro lado, reveló a Esquire cómo rechazó numerosas películas importantes y remakes debido a su deseo de mantenerse fiel a sus principios artísticos.
“Cuando eres joven y te ofrecen un proyecto grande, era especialmente difícil decir no. Esas grandes películas, tienes a toda una agencia gritándote para que lo hagas”, mencionó, recordando haber dejado agencias que la presionaban por rechazar papeles comerciales grandes.
Winona Ryder expuso un incidente específico relacionado con el remake de Sabrina dirigido por Sydney Pollack en 1995. “Fui a esa reunión, pero estaba como, ‘¡Es Audrey Hepburn!’. La idea de rehacer un clásico no me era atractiva”, sostuvo.
Sin embargo, esa postura ha evolucionado, como demuestra su participación en la próxima secuela de Beetlejuice donde retomará su papel icónico de Lydia Deetz.
Cabe destacar que la actriz pasó un tiempo alejada del foco público después de ser arrestada por robar en Saks Fifth Avenue en 2001, un incidente que tuvo consecuencias legales. Pero, en las últimas décadas ha regresado con fuerza, participando en proyectos como El cisne negro, La boda de mi ex y la exitosa serie de Netflix Stranger Things.
Una interacción reciente con su coprotagonista de Beetlejuice Beetlejuice, Jenna Ortega, también llamó la atención durante la premiere en el Festival de Venecia. Cuando los fotógrafos pidieron que Ryder se quitara las gafas de sol y ante su duda de hacerlo o no, la joven estrella la respaldó y pareció decirle: “No tienes que hacerlo”.