A lo largo de su carrera, Nicole Kidman no ha tenido miedo de desnudarse frente a la cámara, brindando algunas de las escenas más intensas del séptimo arte en producciones como Big Little Liars y Eyes Wide Shut.
Ahora, la actriz se embarca en un nuevo proyecto bajo el título de Babygirl y con la dirección de Halina Reijn, recordada por películas como Instinct y Bodies, Bodies, Bodies. En esta cinta, Kidman interpreta a una directoria ejecutiva que se involucra en una apasionada y prohibida relación con un becario considerablemente más joven que ella, el cual será interpretado por Harris Dickinson.
Como se mencionó anteriormente, Kidman nunca ha tenido problemas con las escenas de sexo, no obstante, confesó que esta cinta ha supuesto un verdadero reto emocional.
“He hecho algunas películas bastante reveladoras, pero no como esta… Me dejó exhausta. En algún momento pensé que no quería ser tocada, no quería continuar, pero al mismo tiempo sentía una compulsión por seguir adelante”, aseguró Kidman en entrevista con Variety.
A pesar de trabajar con coordinadores de intimidad, Kidman comentó que se sintió extremadamente expuesta durante el rodaje. “Me sentí muy expuesta como actriz, como mujer, como ser humano... Tuve que entrar y salir en plan, tengo que volver a ponerme la protección. ¿Qué acabo de hacer? ¿Adónde he ido? ¿Qué he hecho? Sentí que había perdido mi protección. Me preguntaba, ¿qué he hecho? ¿Dónde he estado?”, expresó la actriz.
Según Kidman, estar en constante contacto con Reijn fue crucial para afrontar los desafíos que supuso ser parte de esta cinta.
“Fue poder hablar de forma increíblemente sincera y gráfica, de mujer a mujer, como si estuvieras sentada en tu cama hablando con tu hermana o tu mejor amiga. Es increíblemente seguro. Halina tiene un instinto maternal muy fuerte, así que era muy protectora con todos nosotros. Pero sobre todo conmigo”.
La colaboración fue tan significativa que Kidman aseguró que seguiría poniéndose en una posición vulnerable en sus trabajos futuros.
Respecto a la dinámica que Kidman y Dickinson tienen que seguir, Reijn compartió que buscaba mostrar “el lado humano” de esta aventura sexual.
“Intentan representar estos papeles diferentes y divertidos entre ellos, pero también pueden dar miedo y resultar embarazosos. No mostramos esta fantasía brillante; en realidad es un intento de mostrar el lado humano de todo eso. En mi opinión, es mucho más excitante porque no se trata sólo de un resultado final perfecto, que es lo que suele ocurrir en el dormitorio”.
Reijn también resaltó la creación del personaje de Harris, pues a diferencia de otras historias pasionales, presenta al joven becario tan dominante como confundido por la idea de involucrarse íntimamente con su jefa.
“La forma en que Harris interpreta a un dominante es muy diferente de cómo lo habría hecho alguien de la Generación X en mi época. Quería crear un personaje masculino que experimentara y se sintiera confuso: ¿Quién se supone que debo ser como hombre en este momento? ¿Qué es la masculinidad y cómo pido consentimiento, si al mismo tiempo se me pide que sea un dominador?”.
La película Babygirl, descrita por Reijn como “muy calurosa”, se estrenará este viernes en el Festival de Cine de Venecia, ofreciendo al público la primera oportunidad de ver esta intensa producción.