Matthew Perry fue hallado sin vida en su residencia de Pacific Palisades en octubre de 2023, consecuencia de los efectos agudos de la ketamina que le suministraron. Según documentos judiciales, su asistente fue quien le inyectó la fatal “gran dosis” antes de su trágico fallecimiento. Esta muerte destapó el oscuro trasfondo de su lucha contra la adicción, en la que recurriría a múltiples terapias y tratamientos alternativos, informó The Wall Street Journal (WSJ).
Según el diario estadounidense, Perry, conocido por su papel icónico en la serie “Friends”, gastó sumas exorbitantes en su búsqueda de la sobriedad. Muestra de ello, fueron los 350.000 dólares que destinó a vuelos privados a una clínica de tratamiento en Suiza y además pasó un mes en un centro de desintoxicación en la playa.
A lo largo de su vida, asistió a cientos de reuniones de Alcohólicos Anónimos y se sometió a técnicas de hipnosis, entre otros intentos por recuperarse, reveló el WSJ.
La búsqueda desesperada de Perry incluyó el uso de ketamina, un anestésico disociativo. Un caso judicial reciente acusó a su asistente, médicos y traficantes de drogas de conspirar para proporcionarle la droga, lo que lo llevó a una adicción incontrolable. Arrestos y cargos por prescripción falsa, venta e inyección de ketamina fueron presentados contra cinco personas involucradas en este círculo.
En su ensayo autobiográfico, “Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing” (”Amigos, amantes y la gran cosa terrible”), Perry detalló su constante lucha con la adicción, revelando que entre las tres temporadas y seis de “Friends” no podía recordar haber filmado ciertos episodios. Sus períodos sobrios eran escasos y, como resalta el libro, lograba mantenerse completamente sobrio sólo durante la novena temporada de la serie, la única por la cual recibió una nominación individual al Emmy.
Además de las clínicas en Suiza, Perry también buscó ayuda en centros de tratamiento en Florida, Utah, Pensilvania y California, incluida la prestigiosa fundación Hazelden Betty Ford. A lo largo de los años, invirtió en varios métodos de terapia y autoconocimiento, como el retiro espiritual de Lake Shrine en Los Ángeles, donde experimentó un avance importante durante una actividad de Alcohólicos Anónimos.
Perry no solo intentaba recuperarse para sí mismo; también intentaba ayudar a otros. Donó su mansión en Malibú como refugio para adictos en recuperación y promovió técnicas de respiración para mitigar la ansiedad y mejorar el bienestar mental, influenciado por su amigo e instructor de respiración, Jon Paul Crimi.
Su relación con la fama y el personaje de Chandler Bing dejó una huella imborrable. Crimi, al recordar momentos junto a Perry en sitios exclusivos, mencionó cómo todos querían una foto con él, algo que el actor atribuía al hecho de haber sido una constante en los hogares de los espectadores por una década.