A 45 años de “Alien”: desmayos, el rostro anónimo detrás del Xenomorfo y el inesperado apoyo de “Star Wars”

En 1979, Ridley Scott y Sigourney Weaver dieron vida a una de las películas de terror más intrigantes, sangrientas y escalofriantes de la historia: Alien. Pero lo que hace a un largometraje no es solo el resultado final, sino también las historias detrás de su producción. En el caso de este film, hay varias anécdotas que van desde un guion que casi acaba en el cine de serie B, hasta un actor inexperto que pasó a ser de lo más importante.

Desde una idea fallida a una obra maestra del cine, el recorrido de la historia del xenomorfo fue en muchos sentidos un milagro. La compleja realización y sus recuerdos no solo la han vuelto una joya del cine de ciencia ficción y horror, sino también una saga que se mantiene viva a pesar de los años. Este 2024, la franquicia regresa a la pantalla grande con Alien: Romulus y para entrar en sintonía aquí se dejan algunos datos que quizás no sabías.

Antes de que Ridley Scott diera vida a una de sus mejores películas, en la Universidad de Southern California, un guionista llamado Dan O’Bannon realizó una comedia de ciencia ficción llamada Dark Star con John Carpenter. La experiencia con el largometraje, que presentó un alienígena creado con una pelota de playa y garras de goma para efectos cómicos, impulsó a O’Bannon a realizar una puesta en escena más ambiciosa. “Sabía que quería hacer una película de miedo en una nave espacial con un pequeño número de astronautas”, recordó.

Poco después, Dan comenzó a trabajar en un nuevo guion centrado en el horror espacial, inicialmente titulado Memory. El guion contenía las primeras escenas de lo que más tarde se convertiría en la escena inicial de Alien, donde una tripulación espacial responde a una señal de un planetoide misterioso que termina convirtiéndose en un camino hacia la muerte.

Durante una estancia en París trabajando en la fallida adaptación de Dune de Alejandro Jodorowsky, O’Bannon conoció a artistas como H.R. Giger, cuyo trabajo influyó significativamente en el diseño del alienígena para su nueva historia. Tras el colapso del proyecto en el que estaba, regresó a Los Ángeles y reactivó su guion con Ronald Shusett, quien sugirió incorporar una trama sobre un gremlin en un avión de la Segunda Guerra Mundial, pero adaptado al espacio.

Shusett también propuso la idea de un embrión alienígena implantado en un tripulante, y fue esa última idea lo que dio forma al concepto final de la película. Inicialmente, nacería con el título de Star Beast, pero luego sería renombrado a Alien, debido a que O’Bannon se dio cuenta que dicha palabra aparecía reiteradamente en el guion.

Cuando el guion empezó a presentarse a varios estudios, se explicaba como “una especie de Tiburón, pero en el espacio”, una idea que para muchos productores no sonó tan convincente. Tras una complicada venta, el guion llegó a las manos de Roger Corman, una leyenda del cine de serie B. Esto ya prometía cierto éxito para la película, pero en el mejor de los casos, pasaría a ser considerada una pieza de culto por un público muy reducido.

Contra todo pronóstico, el proyecto acabó en manos de una nueva empresa, Brandywine Productions, vinculada a 20th Century Fox, dándole al proyecto una inyección de presupuesto mucho más amplia, pero encadenando a las mentes detrás del filme a muchas exigencias.

Cada nuevo tratamiento que O’Bannon y Shusett entregan del guión no convencía a los directivos de la Fox. Cuando parecía que la situación no prosperaría, un milagro cinematográfico sucedió: Star Wars llegó al cine.

El estreno del film más exitoso de la carrera de George Lucas cambió el panorama en la industria y pronto los estudios empezaron a interesarse en el terreno de la ciencia ficción y narrativas espaciales. Así, el guion de Alien encontró su momento perfecto para saltar a la gran pantalla y recibió la luz verde que tanto había estado esperando, con el ahora legendario Ridley Scott en la silla del director.

Alien se destacó no solo por su trama y efectos visuales innovadores, sino también por las difíciles condiciones de producción a las que se enfrentaron los actores. Aunque la mayor parte de la cinta transcurre a bordo de una nave espacial en un futuro distante, el realismo tangible de sus ambientaciones y vestuarios humanizó a sus personajes.

Durante el rodaje, los actores del clásico de 1979 vistieron sencillas camisetas blancas y ropa interior de algodón, lo que contrastaba notablemente con el estilo formal y sofisticado de otros relatos de ciencia ficción, como Star Trek. Lejos de los colores armoniosos de los tripulantes del Enterprise, los tripulantes del U.S.C.S.S. Nostromo tuvieron que usar trajes espaciales.

El diseño fue hecho por John Mollo, inspirándose en dibujos de Jean Giraud (A.K.A. Mœbius), la tecnología de la NASA de 1979 y la armadura samurái ancestral. Pese a su estética utilitaria y funcional, estos trajes presentaban un problema grave: eran sumamente incómodos y peligrosos para los actores.

Los actores Veronica Cartwright y Tom Skerritt relataron en el documental “Fear of the Unknown” que, debido a un fallo en el diseño, los trajes carecían de un mecanismo de ventilación adecuado, lo que ocasionaba una acumulación de dióxido de carbono. “Nos desmayábamos como moscas”, comentó Cartwright a los medios.

La filmación de Alien tuvo lugar en los estudios Shepperton en Inglaterra durante el verano de 1978, en pleno calor estival. Según Cartwright, la temperatura llegó a alcanzar los 46 grados Celsius (115 grados Fahrenheit). “Había una ola de calor. Nuestros trajes estaban forrados con nylon, lo que nos hacía sudar aún más”, indicó.

Este calor resultó en un ambiente sofocante dentro de los trajes, lo cual a menudo provocaba desmayos entre los actores. Skerritt añadió que los actores eran, en cierto modo, experimentos para los trajes, indicando: “Los trajes espaciales no habían sido probados; éramos básicamente conejillos de indias”.

El problema se hizo evidente cuando Cartwright, Skerritt y John Hurt tuvieron que rodar varias tomas en un paisaje extraterrestre, caminando lentamente en el set decorado. La falta de ventilación les causaba mareos frecuentes. Cartwright declaró: “Pobre John, sudaba tanto en el traje que no podía ver. Era un tazón gigante de sudor”.

Algunos días de rodaje fueron particularmente complicados debido al uso de incienso para conseguir efectos visuales, lo que empeoraba la calidad del aire y agravaba la situación de los actores. Durante la producción, Scott y Skerritt utilizaron a niños como dobles de cuerpo en ciertas tomas abiertas para dar la ilusión de un tamaño mayor del paisaje extraterrestre.

Los hijos de Scott y Skerritt estuvieron entre esos niños. Según Cartwright, el problema de ventilación recibió atención adecuada solo después de que los niños también se desmayaran. “Usaron a los niños para las tomas abiertas. Y dos de esos niños eran hijos de Ridley. Se desmayaron en esos trajes pequeñitos. Fue entonces que se dieron cuenta de que había un problema y nos proporcionaron aire”, relató.

Antes de que Alien se volviera un xenomorfo hecho con CGI, la criatura icónica del clásico de horror espacial tuvo que ser una persona real. Fue así como Bolaji Badejo, un hombre que no tenía ninguna experiencia actoral, se convirtió en la criatura icónica en el film dirigido por Ridley Scott.

Este personaje, con una mandíbula extensible que babeaba ácido, se convirtió en uno de los villanos más memorables de la historia del cine. Sin embargo, el hombre dentro del traje, aunque crucial, ha permanecido en la sombra comparado con su emblemática representación en la pantalla.

A pesar del reconocible elenco y su legendario antagonista, la historia detrás de quien dio vida al alienígena ha pasado desapercibida para muchos. El hombre detrás del traje, un nigeriano de dos metros de altura, falleció en 1992 a causa de la anemia falciforme. Sin embargo, a través de los testimonios de quienes trabajaron con él, su imagen aún se mantiene viva.

Nick Allder, supervisor de efectos especiales, recordó su primer encuentro con Badejo: “Ridley entró con este tipo. Pensé que estaba viendo a una jirafa... Parado en la puerta, podías ver su cuerpo, pero su cabeza estaba por encima del marco”, dijo a la BBC.

Badejo, nacido en Lagos, Nigeria, en 1953, era el hijo del director general de la Nigerian Broadcasting Corporation y de una administradora de bienestar. Según una entrevista dada por su hermano al blog Strange Shapes en 2014, Badejo estudió en Etiopía y luego en Estados Unidos, antes de mudarse a Londres para estudiar artes gráficas.

La búsqueda del actor ideal para interpretar al alien fue ardua. Se consideraron nombres como Peter Mayhew (conocido por su papel de Chewbacca en Star Wars), jugadores de baloncesto, artistas mimos y la modelo alemana Veruschka von Lehndorff. Aun así, ninguno cumplía con la visión del artista suizo surrealista H.R. Giger.

Finalmente, Peter Ardram, agente de casting, vio a Badejo en un pub en Soho, Londres, y llamó al asociado del productor Ivor Powell: “He visto a este tipo en un bar. Es exactamente lo que estabas buscando. Nunca ha actuado antes ni hecho nada parecido”, relató Ardram a Strange Shapes.

Una vez que Badejo fue seleccionado, se le asignaron entrenadores físicos para desarrollar músculos en áreas específicas de su cuerpo y tomó clases de mimo para cumplir con los deseos de Scott. “La idea” dijo a Cinefantastique en 1979, “era que la criatura debía ser tan graciosa como viciosa, requería movimientos lentos y deliberados”.

En una de sus pocas entrevistas, Badejo explicó: “Apenas podía ver lo que ocurría a mi alrededor, excepto cuando estaba en una posición fija, mientras filmaban. Había unos pocos agujeros por los que podía mirar... Hacía un calor terrible... Podía tenerlo puesto solo por 15 o 20 minutos a la vez. Cuando me lo quitaba, mi cabeza estaba empapada”.

Allder también recordó el uso de KY Jelly (lubricante íntimo) para imitar la saliva ácida del alienígena. “Tuvimos que hacer una baba, algo que no afectara el traje... Terminamos llamando a todos los hospitales y farmacias en el área, pidiendo comprar tanto como nos dejaran. Sonábamos como maniáticos sexuales”.

Pese a todas las incomodidades, Badejo nunca se quejó. “Él realmente no lo hizo”, dijo Allder. “Era una persona encantadora, gentil y callada,” agregó Powell. “Parte de la historia cinematográfica”. Tras el rodaje de Alien, Badejo regresó a Nigeria en 1980 y para 1983 ya dirigía su propia galería de arte.

Falleció en 1992 a la edad de 39 años, dejando dos hijos. No participó en las secuelas de Alien, a pesar de tener la oportunidad legal de hacerlo. Su única acreditación cinematográfica fue el alien de 1979. Sin embargo, ese único rol ha dejado una huella imborrable. “El hecho de haber interpretado el papel del Alien, para mí, es suficiente”, explicó a Cinefantastique.