La banda de heavy metal Gojira tomó el escenario durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, causando una gran controversia. El cuarteto francés interpretó una versión metal del himno revolucionario “Ah, Ça Ira” en un espectáculo que incluyó la aparición de una Marie Antoinette decapitada y ensangrentada.
La actuación, que tuvo lugar el 26 de julio, fue uno de los momentos más comentados de la noche. Los miembros de la banda, Joe Duplantier (vocalista y guitarrista), Mario Duplantier (baterista), Christian Andreu (guitarrista) y Jean-Michel Labadie (bajista), se distribuyeron en distintas ventanas del Palacio de la Conciergerie con efectos de fuego alrededor.
“Queríamos mostrar de qué se trata el metal”, explicó Duplantier durante una entrevista con Rolling Stone. “Fue un reto representar la escena del metal, así que decidimos ir a fondo con el doble bombo, los gritos, los momentos épicos y un cambio de tempo al final”.
La banda optó por no enfocarse en la polémica y expresó que no había nada satánico en la actuación. “Es historia francesa, es el encanto francés, gente decapitada, vino tinto y sangre por todas partes. Es romántico, es normal, no hay nada satánico”, comentó Duplantier.
El Comité Olímpico contactó a Gojira y al compositor Victor Le Masne meses antes del evento. “Fue irreal, la cantidad de gente que nos vería en vivo eclipsó el momento”, declaró Duplantier. A pesar de las especulaciones sobre posibles actos satánicos por figuras como Andrew Tate, la banda dejó claro que representaban la laicidad y la historia de Francia.
La elección de “Ah, Ça Ira” no fue decisión de la banda, sino del equipo organizador. “Nos concentramos en esa imagen y en el momento de Marie Antoinette. No sabíamos cómo se vería o cómo encajaría con todo el espectáculo”, declaró Joe. Gojira se adaptó a las directrices del compositor, incorporando sus propios riffs y grooves.
El proceso de preparación incluyó reuniones y ensayos en Nueva York, donde trabajaron junto a La Crème de la Crème de la música clásica francesa. “Fue un privilegio estar en una sala con casi 300 músicos”, afirmó el vocalista. “Fue una preparación muy compleja para organizar”.
La banda enfrentó desafíos logísticos y técnicos, incluido tocar bajo la lluvia en un balcón a 30 metros de altura. “Fue realmente extraño, con la lluvia y todo, muy épico”, mencionó Joe. “El equipo de iluminación, sonido, cámaras y los músicos demostraron gran profesionalismo”.
El impacto de la actuación traspasó fronteras. “He recibido una cantidad abrumadora de mensajes de texto”, confesó Duplantier. Aunque no recibió comunicación del presidente francés Emmanuel Macron, sí comentó sobre la importancia de mantener el enfoque en temas de conservación marina y mencionó su vínculo con el activista Paul Watson.
La presentación de Gojira en los Juegos Olímpicos también provocó reacciones en línea sobre una supuesta recreación de “La Última Cena”. Al respecto, el vocalista de la banda simplemente admitió: “No he visto eso, tengo una familia y no he tenido tiempo de ver todo el espectáculo”, admitió Joe.
Además, la banda tuvo que adaptarse rápidamente a las circunstancias, con apenas tiempo para ensayar en el lugar. “Subí a ese balcón solo una vez, por 10 minutos, tres días antes”, comentó Duplantier. A pesar de las dificultades, el grupo logró un espectáculo impactante sin ensayos previos completos en la Conciergerie.
La banda vio la actuación como una gran oportunidad para el metal. “Quizás ahora la gente piense que el metal no está tan mal después de tener que soportar tres minutos de él”, reflexionó Joe. “La revolución es individual: si las personas deciden ser más compasivas y tomar decisiones correctas, todo estará bien”.