Este martes comienza en Nuevo México la selección del jurado para el juicio penal de Alec Baldwin, acusado de homicidio involuntario por el disparo que mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins durante el rodaje de la película Rust en octubre de 2021. El actor y productor estadounidense de 66 años, conocido por su papel en la serie 30 Rock, podría enfrentar hasta 18 meses de prisión si es declarado culpable.
Los fiscales argumentarán durante las próximas dos semanas que Baldwin desatendió las normas de seguridad relativas al uso de armas en la industria cinematográfica, lo que resultó en el disparo accidental de su pistola mientras ensayaba una escena. Como informa The Times, estos describirán el set de Rust como “caótico” y alegarán que el comportamiento de Baldwin fue “errático”.
Una parte clave es que Baldwin se ha declarado inocente, afirmando que no sabía que la pistola estaba cargada con munición real y que el disparo fue accidental. En ese sentido, el artista ha intentado responsabilizar a Hannah Gutierrez-Reed, la armera del set, quien también fue condenada por su implicación.
El 21 de octubre de 2021, Baldwin, quien era tanto la estrella como el productor de Rust, ensayaba cómo sacar un revólver de su funda y apuntarlo hacia la cámara durante una escena en una iglesia en un rancho cercano a Santa Fe. En dicho momento, la pistola que tenía en la mano se disparó, hiriendo fatalmente a Hutchins. Joel Souza, el director, también fue herido, pero sobrevivió.
El incidente sorprendió a Hollywood y abrió un debate sobre cómo la munición real había llegado al set, por lo que Gutierrez-Reed, la encargada de la seguridad de armas en el set, fue objeto de intenso escrutinio. En una entrevista con George Stephanopoulos de ABC News en diciembre de 2021, Baldwin afirmó: “Nunca apuntaría una pistola a alguien y tiraría del gatillo. Alguien puso una bala real en una pistola, una bala que no se suponía debería estar en la propiedad”.
Un año después, Ale Baldwin acordó un arreglo con Matthew Hutchins, viudo de la directora de fotografía, y su hijo, en una demanda por muerte negligente. Bajo ese punto, Hutchins fue nombrado productor ejecutivo de Rust y se anunció que la filmación se reanudaría, completándose el proyecto el año pasado, aunque aún no hay una fecha de estreno establecida.
Mientras avanzaban las demandas civiles, los fiscales consideraban la posibilidad de cargos criminales. En ese sentido, Gutierrez-Reed fue acusada de homicidio involuntario, mientras que David Halls, primer asistente de dirección en el film, se declaró culpable de uso negligente de un arma mortal y recibió una sentencia suspendida de seis meses.
Mientras tanto, el actor confesó que este incidente le ha hecho perder trabajos y las finanzas de su familia han sido afectadas.
En enero, Alec fue acusado de nuevo de homicidio involuntario después de que los fiscales retiraran inicialmente los cargos. Es por esta razón que un factor crucial en el juicio será la afirmación de Baldwin, que ha asegurado que él no jaló el gatillo, algo que se contradice con un análisis realizado por el FBI y que podría determinar el veredicto final.
El intérprete, que lleva más de tres décadas en la pantalla chica y grande, enfrenta un momento decisivo en su extensa carrera y vida personal. Por primera vez, será visto en el nuevo rol de acusado en uno de los juicios más llamativos del año, mismo que será televisado desde su inicio esta misma semana. Sin embargo, todavía no se sabe si testificará, aunque los abogados suelen desaconsejarlo.
Las graves acusaciones contra Alec Baldwin
Por otro lado, los fiscales han presentado su caso en documentos previos, acusando a Alec Baldwin de comportamiento imprudente en el set y de ignorar los protocolos de seguridad. Afirman que él “se dedicó a hacer bromas con el revólver” y disparó una bala de fogueo a un miembro del equipo antes del incidente fatal.
“Ver su comportamiento en el set es ver a un hombre sin control de sus emociones y sin consideración por los demás”, resaltan los fiscales. Además, señalan que Alec continuó ignorando las medidas de seguridad cuando la filmación de Rust se reanudó en Montana. Según los documentos, Baldwin “insistió en no seguir las recomendaciones de seguridad hechas por expertos en sets de filmación”.