“Terminator 3″: exigencias millonarias, un casting decepcionante y la amarga ausencia de los iconos de la saga

La producción de la tercera entrega con Arnold Schwarzenegger fue un éxito de taquilla, pero también sentó las bases para la caída en picada de la obra de James Cameron

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"Terminator 3: La rebelión de las máquinas" estuvo repleta de circunstancias complicadas que dieron como resultado una cinta por debajo de las expectativas 
(Créditos: Columbia Pictures)
"Terminator 3: La rebelión de las máquinas" estuvo repleta de circunstancias complicadas que dieron como resultado una cinta por debajo de las expectativas (Créditos: Columbia Pictures)

“El problema de Terminator 3: la rebelión de las máquinas es que Terminator 2 fue una película seminal. Iba a ser imposible sorprender a la gente, porque con T2 fue la primera vez que mucha gente vio efectos digitales”. Estas fueron las palabras de Jonathan Mostow, director de la tercera entrega de la saga con Arnold Schwarzenegger, que en 2021 (casi 20 años después de su estreno), admitió que sus decisiones con el film no habían sido del todo buenas.

Desde su concepción, el proyecto estuvo marcado por exigencias millonarias, un casting controvertido y la ausencia de los rostros principales de la franquicia, que iban desde el director James Cameron hasta Linda Hamilton (Sarah Connor) y Edward Furlong (John Connor). Estas decisiones configuraron un panorama complejo que, aunque inicialmente prometedor en términos de taquilla, sembró las semillas de la decepción en una saga que no ha logrado recuperar el brillo de sus inicios hasta el día de hoy.

Jonathan Mostow, director de Terminator 3, admitió en 2021 que sus decisiones no fueron las mejores. (Créditos: Columbia Pictures)
Jonathan Mostow, director de Terminator 3, admitió en 2021 que sus decisiones no fueron las mejores. (Créditos: Columbia Pictures)

Las exigencias millonarias de Arnold Schwarzenegger

Regresar 12 años después a una de las sagas cinematográficas más icónicas de la historia tiene su precio y eso es algo que entendió bien Arnold Schwarzenegger. Para Terminator 3: La rebelión de las máquinas, el actor tuvo varias exigencias contractuales que se tendrían que respetar al 100% si es que iba a volver a dar vida al androide T-800. Y por supuesto, esto no salió nada barato y se trató de un proceso largo y complejo.

La secuela de 1991 había sido todo un éxito de taquilla. Terminator 2: el juicio final recaudó 515 millones de dólares a nivel mundial con un presupuesto de alrededor de 100 millones de dólares. De tal manera, según detalles de su contrato revelados por Slate, Schwarzenegger demandó un pago de nada menos que 29,25 millones de dólares para su gran retorno.

Arnold Schwarzenegger exigió un pago de 29,25 millones de dólares para regresar como el androide T-800 en Terminator 3. (Créditos: Infobae)
Arnold Schwarzenegger exigió un pago de 29,25 millones de dólares para regresar como el androide T-800 en Terminator 3. (Créditos: Infobae)

Por supuesto, las condiciones de Arnold no acabaron ahí, ya que además del gran sueldo que cobró, su contrato incluía que se le pagara un adelanto de 3 millones de dólares independientemente de si se realizara o no la película. El resto de su compensación se le pagaría después en un transcurso de 19 semanas de producción, pero si esta se extendía más allá de este período, recibiría 1,6 millones de dólares adicionales por semana.

Entre otras exigencias, el actor también pidió 1,5 millones de dólares para viajes en jet privado, un remolque con gimnasio, trajes de lujo, y acceso a guardaespaldas y limusinas. Además, el contrato también garantizaba a Schwarzenegger el 20% de los ingresos brutos de la película, abarcando ventas de vídeos domésticos y acuerdos de licencia relacionados, como videojuegos.

Schwarzenegger también pidió 1,5 millones de dólares para viajes en jet privado, un remolque con gimnasio, trajes de lujo, guardaespaldas y limusinas. (Créditos: Columbia Pictures)
Schwarzenegger también pidió 1,5 millones de dólares para viajes en jet privado, un remolque con gimnasio, trajes de lujo, guardaespaldas y limusinas. (Créditos: Columbia Pictures)

Sin James Cameron ni los Connor originales

James Cameron, creador y director de las dos primeras entregas de Terminator, decidió no participar en la tercera película, afirmando que “ya había contado toda la historia que quería con estos personajes”. En su lugar, el director Jonathan Mostow asumió el liderazgo del proyecto. Mostow, al firmar, intentó inicialmente incluir a Linda Hamilton en su icónico papel como Sarah Connor, pero reconoció que el arco del personaje ya estaba completo y que no tendría un papel significativo en la nueva trama.

Linda Hamilton explicó por qué rechazó la oportunidad de retomar su papel en declaraciones a MTV News: “Sabía que mi arco de personaje estaba completamente desarrollado en las dos primeras películas y en la tercera sería insignificante. Ella moría a mitad de la historia y no había tiempo para lamentarla. Era un personaje desechable, así que dije no, gracias”. Además, la ausencia de Cameron en el proyecto influyó en su decisión de no involucrarse nuevamente en la saga.

Nick Stahl fue elegido para interpretar a John Connor tras varias audiciones y pruebas de pantalla. (Créditos: Columbia Pictures)
Nick Stahl fue elegido para interpretar a John Connor tras varias audiciones y pruebas de pantalla. (Créditos: Columbia Pictures)

Originalmente, Edward Furlong también iba a regresar como John Connor, pero problemas de abuso de sustancias llevaron a Warner Bros. a retirarlo de la producción en diciembre de 2001. Finalmente, el papel recayó en Nick Stahl, quien pasó por varias audiciones y pruebas de pantalla antes de ser seleccionado. Stahl se preparó para el papel con entrenamiento en armas y motociclismo, sin intentar imitar la interpretación previa de Furlong en la segunda película.

La elección de la androide T-X implicó un extenso proceso de audiciones, con aproximadamente 10,000 mujeres pasando por casting para el papel. Schwarzenegger inicialmente quería a la estrella de lucha libre Chyna, mientras que también se contempló a Famke Janssen y, en un punto, hasta la posibilidad de reescribir el personaje para que lo interpretara Vin Diesel.

Problemas de abuso de sustancias de Edward Furlong lo excluyeron del papel de John Connor en "Terminator 3". (Créditos: Backgrid/The Grosby Group)
Problemas de abuso de sustancias de Edward Furlong lo excluyeron del papel de John Connor en "Terminator 3". (Créditos: Backgrid/The Grosby Group)

Finalmente, Kristanna Loken fue seleccionada para el papel y se sometió a seis semanas de entrenamiento riguroso que incluía pesas, combate, manejo de armas y Krav Maga. Además, Loken tomó clases de movimiento para perfeccionar los gestos robóticos de su personaje. Para este momento, Arnold Schwarzenegger ya había sido uno de los primeros en unirse al proyecto en junio de 2000, tras leer el borrador del guion.

El intenso trabajo físico de Schwarzenegger y Loken

Arnold Schwarzenegger se sometió a un riguroso entrenamiento físico de cerca de tres horas diarias durante seis meses en preparación para su regreso a la saga. Su objetivo era alcanzar el mismo peso y las mismas medidas musculares que tenía doce años antes, cuando protagonizó Terminator 2: El juicio final.

A sus 56 años, Schwarzenegger se enfocó en un régimen de ejercicios para recuperar su musculatura de películas anteriores. (Créditos: Columbia Pictures)
A sus 56 años, Schwarzenegger se enfocó en un régimen de ejercicios para recuperar su musculatura de películas anteriores. (Créditos: Columbia Pictures)

Schwarzenegger enfatizó que su mayor preocupación era si podría recuperar la forma física de las películas anteriores, lo que lo motivó a diseñar un programa de entrenamiento exhaustivo. Su compromiso con la calidad de su actuación y con los seguidores de la saga quedó demostrado durante toda la filmación al continuar ejercitándose intensamente.

En una entrevista con Black Film, Schwarzenegger mencionó los desafíos físicos que enfrentó para retomar su papel icónico. A sus 56 años, sabía que no sería fácil recuperar la musculatura y fuerza que había mostrado en entregas anteriores. Sin embargo, esto no lo desalentó y se enfocó en un régimen de ejercicios intensivos hasta conseguir su objetivo, entrenando incluso en medio del rodaje.

Kristanna Loken se sometió a seis semanas de entrenamiento riguroso que incluyó pesas, combate y manejo de armas. (Créditos: Warner Bros. Pictures)
Kristanna Loken se sometió a seis semanas de entrenamiento riguroso que incluyó pesas, combate y manejo de armas. (Créditos: Warner Bros. Pictures)

Kristanna Loken, quien interpretó a la imponente T-X, también realizó una notable preparación física. Para encarnar a la temible villana robótica, aumentó más de 15 libras (7 kilogramos de músculo). Su entrenamiento no se limitó solo a la musculación; también trabajó con el coach de mimos Thorsten Heinze, colaborador de Marcel Marceau, para perfeccionar los movimientos robóticos de su personaje. Este conjunto de esfuerzos físicos y técnicos le permitió dar vida a la antagonista.

El primer paso de una saga que terminó en decepción

A pesar de que Terminator 3: la rebelión de las máquina recaudó 433.4 millones en todo el mundo con un presupuesto de 187,3 millones de dólares (167,3 millones sin contar los gastos generales de producción), su legado ha sido cuestionado con el paso del tiempo al punto de ser considerada una de las peores entregas de la saga.

La falta de visión unificadora y la ausencia de Cameron contribuyeron al declive de la saga "Terminator". (Créditos: Warner Bros. Pictures)
La falta de visión unificadora y la ausencia de Cameron contribuyeron al declive de la saga "Terminator". (Créditos: Warner Bros. Pictures)

Si bien, la película obtuvo una aprobación del 70% en Rotten Tomatoes, con un consenso crítico que la señala como ”una adición bienvenida a la franquicia Terminator”, la percepción del público ha cambiado.

En su momento, A. O. Scott de The New York Times comentó que el film era “esencialmente una película de serie B, contenta con ser ruidosa, tonta y obvia”. Asimismo, Roger Ebert le dio dos estrellas y media, afirmando que era “una larga persecución y pelea, interrumpida por diálogos cómicos, camp y simplistas”.

Jonathan Mostow consideró imposible superar el éxito de Terminator 2 y añadió humor a la película, algo que no fue bien recibido. (Créditos: Columbia Pictures)
Jonathan Mostow consideró imposible superar el éxito de Terminator 2 y añadió humor a la película, algo que no fue bien recibido. (Créditos: Columbia Pictures)

Con el paso del tiempo, incluso el propio director, Jonathan Mostow, reflexionó sobre las críticas y señaló que la segunda parte iba a ser imposible de superar y admitió que el humor que decidió añadirle al film no fue la mejor opción. “Sabía que no podríamos lograr eso [...] Por eso elegimos usar humor, que está cargado al inicio de la película. Algo de eso es demasiado tonto, algo no ha envejecido bien con el tiempo, seré el primero en confesarlo”, manifestó.

Aunque Cameron inicialmente dijo que la tercera parte era “en una palabra: genial”, posteriormente expresó que sentía que sus dos primeras películas eran mejores que las posteriores. Por supuesto, con una gran recaudación, ni las críticas ni la propia opinión del creador de la saga evitarían que se produjeran más secuelas, que a la larga, se convirtieron en una gran decepción.

"Terminator: La Salvación", lanzada en 2009, fue considerada un fracaso, a pesar de intentar iniciar una nueva trilogía. (Créditos: Columbia Pictures)
"Terminator: La Salvación", lanzada en 2009, fue considerada un fracaso, a pesar de intentar iniciar una nueva trilogía. (Créditos: Columbia Pictures)

En 2009, seis años más tarde, llegaría Terminator: La Salvación, que pretendía iniciar una nueva trilogía, fue considerada un fracaso. Posteriormente, Terminator Génesis, un intento de reinicio en 2015, volvería a decepcionar a los fanáticos tras no cumplir con las expectativas de taquilla esperadas.

Finalmente, la falta de una visión unificadora y la ausencia del toque de Cameron en las secuelas contribuyeron a que Terminator 3: la rebelión de las máquinas, se convirtiera en el primer tropiezo para los verdaderos amantes de la historia original. Los millones no han faltado, pero como indica Adrián Massanet del portal Espinof, “es una de las peores películas” y “una vuelta de tuerca infame” que termina siendo “infantiloide y risible”.

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