En el marco de una entrevista con la revista Elle, Olivia Cooke, conocida por su papel como Alicent Hightower en House of the Dragon, reveló que una escena de sexo explícita fue eliminada de la segunda temporada. La decisión fue tomada por Ryan Condal, creador de la serie.
Cooke expresó su decepción, describiendo la escena como “desordenada” y “divertida de hacer”, aunque aceptó la decisión de Condal. La estrella detalló que la escena en cuestión era “carnal” y “animalística”.
“Era un desastre. No era bonita, y eso era muy divertido de hacer”, afirmó la actriz, quien mostró su desacuerdo parcial con la justificación del guionista sobre la eliminación de la escena.
Ryan Condal argumentó que la escena no agregaba novedad al desarrollo de los personajes, postura con la que Olivia Cooke mostró ligera discrepancia.
Las escenas íntimas en “House of the Dragon”
A pesar de esta eliminación, la artista británica se mostró conforme con las escenas íntimas que fueron conservadas en la producción televisiva.
“Las secuencias íntimas presentes muestran a mi personaje siendo complacida de una manera increíble y sin ser gratuitas”, manifestó. En su opinión, estos momentos contribuyen de manera adecuada a la narrativa.
House of the Dragon, en comparación con su predecesora Juego de Tronos, ha reducido el número de escenas de sexo, especialmente aquellas que involucran violencia sexual.
Según declaraciones previas de Miguel Sapochnik, co-showrunner de la serie, esta no evadiría la violencia sexual, aunque la productora ejecutiva Sara Hess aclaró que no se mostraría violencia sexual explícita. En cambio, se exploraría la violencia inherente al sistema patriarcal en que se desarrolla la trama.
“Pensé que tendría más escenas de sexo en House of the Dragon, pero me alivió que las que se incluyeron fueran significativas para la trama”, confesó.
La intérprete también reflexionó sobre la fama adquirida al participar en la franquicia basada en las novelas de George R. R. Martin, admitiendo preocupaciones iniciales sobre la exposición pública. Sin embargo, aseguró que la experiencia ha sido positiva.
Por su parte, Matt Smith, co-estrella de Cooke y quien interpreta a Daemon Targaryen, recordó haber sentido que tenía demasiadas escenas de sexo durante la primera temporada. “Me cuestioné la necesidad de tantas escenas íntimas, pero entendí que mi trabajo era representar fielmente los libros”, comentó.
Ryan Condal ocupa el rol crucial de showrunner en el drama de fantasía. Su decisión de eliminar la escena mencionada ha sido vista como un movimiento para mantener el desarrollo narrativo y de personajes en un enfoque coherente.
A pesar de sus diferencias con esta decisión específica, Cooke mostró respeto por el criterio del escritor creativo: “Es su programa”, enfatizó la actriz.
El récord de la temporada 2
House of the Dragon inició su segunda temporada con una audiencia de 7,8 millones de espectadores, según informó Warner Bros. Discovery. La cifra incluye tanto plataformas lineales como de streaming.
Este número es inferior al estreno de la primera temporada, que había alcanzado aproximadamente 10 millones de espectadores. La compañía no desglosó la audiencia por plataformas, pero comunicó que Max tuvo su mejor día en términos de usuarios gracias al estreno de la serie.
Según datos de Samba TV, 1,3 millones de hogares en Estados Unidos vieron el primer episodio de la segunda temporada en HBO y Max, frente a los 2,6 millones que sintonizaron el debut de la primera temporada.
En la semana previa al estreno de la segunda temporada, la primera temporada consiguió un promedio de un millón de espectadores, el mayor en más de un año y medio, sugiriendo una base sólida de audiencia para los próximos episodios.
Sin embargo, en América Latina, rompió récords de audiencia en streaming, con un incremento del 30% respecto al estreno de la primera temporada, siendo el mayor lanzamiento en la región para Max, según informó WBD.
La ficción sigue explorando los eventos previos a la Danza de los Dragones, un conflicto significativo en la historia de la casa Targaryen, que precede los eventos principales de Game of Thrones.