Durante la pandemia de COVID-19, Glen Powell navegaba por la web cuando se cruzó con una historia singular. El artículo, publicado en 2001 por el Texas Monthly, narraba las aventuras de un hombre con un trabajo insólito: era un falso sicario que había perfeccionado tanto el arte del disfraz que había logrado engañar a 70 clientes y obtener evidencia clave para que la policía los arrestara.
El interés en el individuo llamado Gary Johnson lo llevó a contactar a Richard Linklater, cineasta que ha sacado a flote tramas tan diversas como Escuela de Rock, Boyhood y Antes del Amanecer. El director de 63 años también había leído el texto del periodista Skip Hollandsworth hace más de una década; pero ahora, el ímpetu de Powell lo convenció de que podrían crear una ficción inspirada en este hombre.
Según dijo el realizador a USA Today, su intención era darle un giro al cliché que construyó Hollywood sobre el bajo mundo de los asesinos a sueldo. “Es un delirio de la cultura pop. Y a mí me gusta deconstruir y desmantelar”, argumentó.
Así fue que Linklater y Powell comenzaron a trabajar en un guion, que finalmente se transformó en Hit Man: Cómplices del engaño, una sexy comedia de acción por la que Netflix pagó 20 millones de dólares. El largometraje además presume de una calificación casi perfecta en Rotten Tomatoes (97%) y es una de las películas mejor valoradas de la plataforma para este 2024.
Aunque el verdadero Gary Johnson nunca vio el filme pues murió antes de que iniciara el rodaje, los créditos finales le rindieron homenaje. Las anécdotas que le contó a un periodista en 2001 fueron esa semilla inicial que generó toda una trama de romance, traición y seducción. ¿Qué fue real y qué fue ficción en Hitman? Aquí repasamos la historia.
Un hombre de varios rostros
Gary Johnson nació en 1947 en una familia humilde de Louisiana. Su padre era carpintero y su madre ama de casa. Tras graduarse en una escuela rural, Johnson sirvió como policía militar en Vietnam. Y al volver, siguió trabajando en el lado correcto de la ley, como un agente encubierto en los años setenta.
En simultáneo, Johnson tomó cursos nocturnos en la Universidad Estatal McNeese, donde finalmente obtuvo una maestría en psicología.
El perfil elaborado por el Texas Monthly explica que Gary llegó a su trabajo de falso sicario luego de mudarse a Houston. Él deseaba estudiar un doctorado en la universidad de dicho estado, pero su postulación fue rechazada. En cambio, comenzó a laborar como investigador para la oficina del fiscal del condado, y ahí iniciarían 30 años de misiones en las que fingía ser un sicario. Su récord: 70 capturas.
Su formación en psicología le ayudaba a adaptar sus “personajes” para no despertar sospechas entre las personas que intentaban contratarlo. Usando alias como Mike Caine y Jody Eagle, Johnson se infiltraba en diferentes estratos sociales —desde sofisticados miembros de clubes de campo hasta rudos motociclistas— siempre con una grabadora para documentar las solicitudes de asesinato.
“Gary es un gran actor, capaz de convertirse en lo que haga falta en cualquier situación. Nunca se pone nervioso y nunca dice lo que no debe”, así lo describía Michael Hinton, un abogado que fue supervisor de Johnson en esa época.
Realidad vs Ficción
En la película, Gary Johnson es retratado como un profesor universitario de Nueva Orleans que se convierte en un falso sicario mientras continúa enseñando. Esta representación es cercana a la realidad, ya que Johnson efectivamente impartía clases de psicología y sexualidad humana en un colegio local mientras trabajaba de incógnito; pero su área de operaciones era Texas.
Sin embargo, es aquí donde la obra de Linklater se desvía a favor del drama, insertando una particular historia de romance con una cliente. El personaje de Powell se cruza con el de Madison (Adria Arjona), una mujer que le pide matar a su esposo abusivo. Luego de disuadirla a evitar el ajusticiamiento, la química entre ambos desata un peligroso amorío que lleva al protagonista a tomar decisiones drásticas.
En realidad, la línea narrativa de Madison nace de un caso particular que el periodista Hollandsworth describe como un momento “fuera de libreto” del verdadero Johnson. En una de sus tantas misiones, fue contactado por una joven que le pedía que asesinara a su novio.
Algo en el relato causó suspicacia en Gary, que investigó y descubrió que ella realmente era una víctima de violencia doméstica y que “estaba demasiado aterrorizada como para separarse, pues tenía miedo a las represalias que el hombre podría tomar”, consigna el artículo original.
En lugar de tenderle una trampa, Johnson decidió remitirla a servicios sociales y a un terapeuta para que asegurarse de que reciba ayuda y se interne en un centro de protección de mujeres.
“Le dije a Rick, ‘Creo que esa es la historia. Ese es el hilo del que tenemos que tirar’”, explicó Powell sobre este caso en una entrevista con Netflix. “Así que empezamos a indagar para ver cómo era esa relación y hacia dónde se dirigía. Todavía teníamos al verdadero Gary Johnson como base de nuestro personaje, pero fue en la historia de amor donde comenzamos a tomarnos nuestra licencia creativa”.
En la vida real, Gary Johnson no tuvo ningún affaire apasionado de largo plazo con sus clientes. Aunque algunas damas sentían un inexplicable magnetismo en su persona (¿sería el misterio de su verdadero trabajo?), su vida romántica no tenía mucha adrenalina.
Johnson, fuera de sus disfraces y atemorizante trabajo, era un hombre reservado. De hecho, no tuvo mucha suerte en el amor. Se divorció tres veces, y su segunda esposa lo describió como un sujeto solitario.
Para sus colegas y amigos, Gary fue “el tipo más tranquilo imaginable”, budista y amante de los animales. Vivía solo con sus dos gatos, Id y Ego; y sus pasatiempos eran cuidar de su jardín, alimentar a los peces de su estanque y meditar. Nunca se manchó las manos de sangre.
En conversación con los medios, Powell reveló que no tuvo contacto con su alter-ego de la vida real y lamentó que no llegaran a conocerlo en persona. El protagonista de Con todos menos contigo, cree que al verdadero Gary le hubiese gustado la representación y la historia ficticia que se tejió a partir de su vida. “Pero estoy feliz de que tenemos un tributo hacia él al final de la película”, enfatizó.
Hitman se estrenó el 5 de septiembre en el Festival Internacional de Venecia y llegó a Netflix en Estados Unidos y otros territorios selectos el 7 de junio de 2024. Asimismo, estará en cines de México el 20 de junio, de Argentina el 27 de junio; mientras que habrá que esperar a agosto para su proyección en Perú.