El estreno del documental Liza: A Truly Terrific Absolutely True Story en el Tribeca Film Festival 2024 ha develado una serie de datos inéditos y muestra un panorama más amplio de la vida y carrera de la legendaria actriz y cantante Liza Minnelli. A través del lente del director Bruce David Klein, la película construye un retrato detallado y conmovedor de la famosa celebridad, y los altibajos que experimentó dentro y fuera de los escenarios.
Minnelli, reconocida por su papel en el filme musical Cabaret, estableció una huella significativa en el arte. Es una de las pocas celebridades con el estatus de EGOT, consagrada con un Emmy, Grammy, Oscar y Tony. Sin embargo, su vida personal la llevó por terrenos solitarios y tormentosos.
A través del documental, Liza recuerda uno de los momentos más dolorosos que tuvo que sobrellevar: la muerte de su madre, Judy Garland. La actriz de El mago de Oz lidiaba con las adicciones en esa época y fue una sobredosis accidental en 1969 la que tomó su vida. En ese entonces, Minnelli tenía solo 23 años y quedó inconsolable por un largo tiempo. “No pude dejar de llorar por ocho días. Fue devastador para mí”, recordó sobre la pérdida.
Otro aspecto personal que Minnelli aborda con franqueza es su deseo frustrado de ser madre. A lo largo de sus cuatro matrimonios, sufrió tres abortos espontáneos y nunca pudo tener hijos propios. Sin embargo, llevó ese amor a sus parientes y se convirtió en una tía y madrina muy afectuosa.
En el plano profesional, hay un dato curioso en torno al personaje más importante de su carrera. Minnelli inicialmente perdió la oportunidad de ser Sally Bowles cuando Cabaret llegó a Broadway en 1966.
Una nueva puerta se abrió cuando el musical comenzó a ser adaptado al cine y ella recuerda que “luchó” para estar en la película. La actriz mencionó que el director Bob Fosse le consultó sobre la posibilidad de aparecer en topless, y aunque ella se negó, igual le entregaron el rol protagónico.
Liza: A Truly Terrific Absolutely True Story, destaca además la larga amistad de Minnelli con Mia Farrow, estrella de El bebé de Rosemary, quien ofrece un testimonio detallado en el filme. Las dos se conocieron en la infancia y su vínculo se fortaleció a lo largo de los años por la frecuencia con la que coincidían en eventos de la industria.
Liza Minnelli no asistió al estreno del documental en Nueva York, pero envió un mensaje a través de sus redes sociales. “Gracias a mis amores en Tribeca por la proyección de Liza: A Truly Terrific Absolutely True Story, que hice como un regalo para mi familia, amigos y fanáticos,” dijo. También expresó que la película es un testimonio de su vida y trabajo, lleno de momentos “conmovedores, divertidos y mágicos”.
Desde París, explicó el motivo de su ausencia y también apuntó sus dardos a la constante atención de la prensa y los tabloides. “Mi hermana Lorna Luft y yo decidimos que no podíamos, no debíamos, ni queríamos estar en la audiencia para ver un tributo sobre mí”, escribió y reafirmó su vitalidad y creatividad a sus 78 años.
“Sigo amando, viviendo y creando. A pesar de lo que los tabloides digan, estoy viviendo en mis propios términos con un círculo estrecho de personas a las que adoro”, puntualizó.