James Blunt, el reconocido cantante británico, ha revelado durante el Hay Literature Festival que su amiga cercana, Carrie Fisher, sufrió una intensa presión por parte de los productores de Star Wars para mantener una figura delgada, lo que la llevó a una recaída en el uso de drogas y, eventualmente, a su muerte. Fisher, famosa por interpretar a la Princesa Leia en la franquicia, falleció en 2016 a los 60 años.
Blunt, de 50 años, compartió detalles sobre la relación profesional y personal que mantuvo con Fisher. “Sabía que el día antes de que muriera, cuando volvió a mi casa, había estado maltratando su cuerpo y acababa de conseguir de nuevo el papel de la Princesa Leia en las nuevas películas de Star Wars”, comentó el cantante.
Según Blunt, “ella estaba eufórica y positiva, pero le habían aplicado mucha presión para que estuviera delgada, como suelen hacer en la industria”. El cantante destacó las dificultades que las mujeres enfrentan en el mundo del espectáculo, mencionando que, a diferencia de los hombres, no se les permite envejecer de manera natural.
“Las mujeres tienen que presionarse mucho, y ella empezó a abusar de las drogas de nuevo”, afirmó James. “Para cuando subió al avión, prácticamente se había matado. Dijeron que fue un fallo cardíaco, pero había tomado suficientes drogas para tener una gran fiesta”, añadió el amigo cercano de la artista.
BBC reveló que Fisher tenía restos de cocaína, heroína, éxtasis y alcohol en su cuerpo cuando falleció, según la información de la oficina forense del condado de Los Ángeles, California. El 27 de diciembre de 2016, día de su muerte, la reconocida actriz se encontraba en un vuelo de Londres a Los Ángeles.
Las autoridades que realizaron la autopsia indicaron que no pudieron determinar “qué impacto tuvieron la cocaína y otras drogas en su muerte”. Los hallazgos se basaron en muestras de toxicología tomadas cuando Fisher llegó al hospital Ronald Reagan de Los Ángeles. Según el periódico Los Angeles Times, la cocaína habría sido consumida en las 72 horas previas a su deceso. No obstante, los investigadores no pudieron precisar cuándo se dio el consumo de éxtasis y heroína.
El informe forense concluyó que la actriz falleció debido a una “apnea del sueño” y otros factores. De acuerdo con el certificado de defunción emitido en enero, Fisher murió por un paro cardiorrespiratorio, aunque la causa exacta de su muerte fue clasificada como “desconocida” en el dictamen de la oficina forense de Los Ángeles.
La apnea del sueño es una condición que provoca que una persona deje de respirar temporalmente mientras duerme. Cabe resaltar que el informe forense señaló que otros factores como “una enfermedad coronaria y uso de drogas” también incidieron en su fallecimiento. La manera de su muerte fue clasificada finalmente como “indeterminada”.
Las trampas de la fama, según Blunt
Durante su intervención, Blunt también habló sobre las “extrañas trampas de la fama”. Narró un incidente en el que Jimmy Iovine, jefe de Interscope Records, supuestamente lo amenazó de muerte por involucrarse con una de las miembros de Pussycat Dolls.
El cantante recordó: “Jimmy Iovine envió a un hombre grande a decirme que me mataría si volvía a dormir con una Pussycat Doll”. Blunt respondió: “Dile a Jimmy que le diga a ella que no se acueste conmigo y entonces no tendrás que matarme”.
Se alega que Blunt pasó una noche con Jessica Sutta, exmiembro de Pussycat Dolls, en 2006. Más adelante, en 2014, el británico contrajo matrimonio con Sophia Wellesley, nieta del 8.º Duque de Wellington, y tienen dos hijos, con Ed Sheeran como padrino del mayor.
Blunt reflexionó sobre los efectos de la fama, describiéndola como una droga. “Estoy en esta parte gloriosa de mi vida donde se está desvaneciendo; ese álbum y esas canciones fueron hace tanto tiempo que estoy de vuelta a la normalidad”, comentó.