El libro de memorias de Whoopi Goldberg, Bits and Pieces: My Mother, My Brother, and Me, acaba de publicarse y entre sus párrafos se encuentran pasajes dedicados a su intensa lucha contra la adicción a la cocaína.
“Había logrado mantenerme alejada de las drogas, con la excepción de la marihuana, después de haberme desintoxicado a comienzos de los años 70″, declara la actriz ganadora del EGOT, quien ingresó a un programa de rehabilitación antes de alcanzar la fama.
Tras su éxito como coprotagonista en El color púrpura de Steven Spielberg y el furor por su unipersonal Whoopi Goldberg: Direct from Broadway, la actriz detalló que el ambiente en Hollywood y Nueva York durante los años 80 normalizó su percepción sobre el “consumo recreativo de drogas”.
“Era común ser recibido en fiestas con un plato de Quaaludes para elegir a voluntad. Se ofrecía cocaína en líneas sobre mesas y encimeras de baños para consumo de los invitados”, escribió. Aquellas reuniones se caracterizaban por su ambiente desenfadado donde “la mayoría participaban”, y no la consideraba “peligrosa” ya que parecía estar al alcance de todos.
Golberg confesó que se sentía capaz de “controlar” su consumo de cocaína, y logró mantener su adicción oculta por una año, trabajando y cumpliendo con sus compromisos sin inconvenientes. No obstante, admitió que después comenzó a ser gravemente afectada por la droga, la cual “empezó a dominarla”. La situación se deterioró al punto de que experimentó alucinaciones.
La comediante recibió “una bofetada” de la vida cuando se alojaba en un hotel de lujo en Manhattan. Ella se hallaba en un closet consumiendo PBC y fue sorprendida por una empleada de limpieza que al abrir la puerta gritó asustada. Al levantarse de prisa y observarse en un espejo, Golberg vio su rostro cubierto de polvo blanco.
Según relató, fue en aquel momento que la estrella de Star Trek tomó conciencia de su situación. Ella terminó con su adicción “rápidamente”, aunque supo que no sería fácil mantenerlo a largo plazo. “Era consciente de que necesitaba cambiar de amigos y declinar ciertas invitaciones”, pero estaba dispuesta a hacerlo. “No quería morir. Iba a hacer lo que fuera necesario para dejar de meterme drogas en la nariz”, concluyó.
La difícil infancia de Whoopi Goldberg
La celebrada actriz y conductora del programa The View, compartió recientemente en dicho programa más detalles sobre su autobiografía. En aquella ocasión, se enfocó en narrar algunos episodios difíciles que vivió junto a su madre, Emma Johnson, quien fue sometida a terapias de electroshock durante una internación psiquiátrica que fue aprobada por su padre.
Según un artículo de The Sun, que obtuvo un acceso previo al manuscrito, la familia Goldberg se asentó en un inicio en los proyectos de vivienda de bajo costo en Nueva York. Emma era un enfermera que, a pesar de las adversidades, luchó arduamente para proveerla a ella y su hermano mayor, Clyde sin depender de la asistencia social. Sin embargo, en la intimidad del hogar se vivían fuertes tensiones emocionales.
En uno de eso episodios, Goldberg vio que su progenitora, en un estado de angustia y confusión intentó autoinfligirse daño. “Vi cómo se acercaba al horno, lo encendía y metía la cabeza dentro. Tenía la edad suficiente como para saber que eso era malo. Corrí hacia ella, la agarré de la cintura y tiré con fuerza”, relató.
Posteriormente, Emma fue trasladada en camilla al centro médico. “Hubo un tiempo en este país en el que tu marido, tu hermano o cualquier hombre involucrado en tu vida podía tomar decisiones médicas por ti. El padre de mi madre, y mi padre, aprobaron que mi madre recibiera el tratamiento de shock eléctrico durante dos años”, detalló.
Con el paso del tiempo, la madre de Whoopi empezó a restablecer su estabilidad psicológica y consiguió completar un máster con el objetivo de mejorar su situación financiera y sostener a su hija, que buscaba oportunidades en California. Ella falleció en 2010 a raíz de un ataque al corazón.