¿Menos contenido explícito? Un reciente estudio expone el declive de las escenas sexuales en películas

Las películas buscan equilibrar el éxito en taquillas internacionales y el respeto a la diversidad cultural, optando por evitar escenas de sexo explícito

El contenido sexual en las películas más taquilleras ha disminuido un 40% desde el inicio del presente siglo (Disney/Netflix)

Durante los últimos veinte años, el contenido sexual en el cine ha disminuido de manera notable, registrándose una baja cercana al 40% desde el inicio del siglo XXI. Esta tendencia no solamente se refleja en el menor número de escenas de este tipo, sino también en un aumento de películas que optan por evitar completamente las representaciones de sexualidad.

Stephen Follows, un analista de datos cinematográficos, realizó un análisis para The Economist sobre el contenido sexual en las 250 películas con mayor recaudación anual desde 2000. Usando una amplia variedad de fuentes, desarrolló sus propios indicadores de contenido sexual en cada película. Los resultados muestran que, a diferencia del contenido sexual, aspectos como el uso de drogas, la violencia y el lenguaje soez mantienen altos niveles o incluso han aumentado en algunos periodos.

El cambio en normas culturales, movimientos sociales y debates sobre consentimiento y representación de géneros, han hecho que la industria cinematográfica se limite mucho al momento de representar la sexualidad (Créditos: Warner Bros. Pictures)

Varios factores contribuyen a esta tendencia. El cambio en el gusto de las audiencias, particularmente de personas más jóvenes como los pertenecientes a la Generación Z, quienes prefieren representaciones menos explícitas de sexualidad o directamente evitan los temas sexuales, es uno de estos factores. El cambio en normas culturales, impulsado por movimientos sociales y debates sobre consentimiento y representación de géneros, ha provocado una aproximación más mesurada hacia las escenas de sexo.

El mercado global también juega un rol importante. Las películas que buscan éxito en taquillas internacionales priorizan contenidos que puedan ser aceptados en diversas culturas, eludiendo escenas de sexo explícito para evitar clasificaciones restrictivas o censura. Con el auge de servicios de streaming, que ofrecen contenidos personalizados, se percibe una menor demanda de contenido sexual en producciones de gran estreno, dejando este tipo de material para producciones de nicho en plataformas digitales.

Stephen Follows analiza la presencia de contenido sexual en el cine, destacando un descenso significativo en comparación con otros elementos como la violencia (Anna Kooris/A24)

La tendencia también refleja un rechazo a estereotipos pasados que objetivaban en las escenas de sexo, buscando una representación que se sienta más respetuosa. La disponibilidad de contenido para adultos en internet ha disminuido la necesidad de incluir escenas sexuales en el cine convencional para atraer a la audiencia. El rol emergente del Coordinador de Intimidad sugiere una tendencia hacia la inclusión de escenas de sexo únicamente cuando aportan significativamente a la narrativa.

El estudio concentrado en los filmes más taquilleros de acción en vivo excluyó aquellos cuya representación de sexualidad se limitaba a violencia sexual, marcando una clara distinción en el propósito del contenido sexual en el cine.

Este conjunto de factores muestra un cambio profundo en la presentación y percepción del contenido sexual en el cine, reflejando cambios más extensos en la sociedad en términos de sexualidad, respeto y representación. La reducción en el contenido sexual es evidente en diversos géneros, siendo particularmente marcada en thrillers y películas de acción, y menos en el cine romántico, lo que identifica también una correlación con las preferencias de género de las audiencias.

La preferencia de la Generación Z por representaciones menos explícitas de sexualidad impulsa cambios en la producción cinematográfica (Diamond Films)

La industria cinematográfica está experimentando un cambio notable en el tratamiento de las escenas de sexo, alejándose de los estereotipos anticuados y la objetivación que solían predominar desde una mirada principalmente masculina. Este giro puede verse como un rechazo a formas pasadas de representación, buscando una visión de la sexualidad que sea más auténtica y respetuosa.

Este cambio es particularmente evidente en géneros que tradicionalmente se han enfocado en el público masculino, como los thrillers y las películas de acción. Paralelamente, la accesibilidad de contenido para adultos en internet ha modificado las expectativas y necesidades de la audiencia.

El auge de las plataformas de streaming contribuye a la personalización de contenidos, reduciendo la demanda de escenas sexuales en películas de gran estreno (Apple TV+)

La amplia disponibilidad de este tipo de contenido fuera de las salas de cine ha disminuido la presión sobre el cine mainstream para incluir escenas de sexo, permitiendo a los cineastas concentrarse en otros aspectos narrativos. Este fenómeno se traduce en una evolución en la audiencia y en los creadores de contenido, hacia una industria que prioriza la calidad narrativa y el respeto por la diversidad de perspectivas sobre la sexualidad.