El uso de jets privados por parte de Taylor Swift vuelve a ser el centro de un encendido debate sobre el impacto medioambiental de las celebridades. Recientemente, se ha viralizado en redes sociales un mapa animado que ilustra las rutas de vuelo de la artista a lo largo del 2023. Esto ha alimentado las críticas contra Swift por su estilo de vida y la huella de carbono que desprende cada vez que se embarca en una gira.
El análisis detrás del mapa se basa en datos que muestran los múltiples destinos a los que se dirigieron los jets de Swift, que abarcan desde Norteamérica hasta el Reino Unido y Sudamérica. Estos, además, revelan un patrón de viaje extenso que abarca más de 280 mil kilómetros solo en 2023.
Este panorama ha revivido la discusión sobre la sostenibilidad de tales prácticas, especialmente considerando que en el 2022, la cantautora fue señalada por un informe de la firma medioambiental Yard como la celebridad con mayor emisión de gases de efecto invernadero debido a su uso de aviones privados.
No obstante, según sus representantes, dichos reportes son imprecisos pues las naves de Swift son “compartidas”. “El jet de Taylor se presta regularmente a otras personas”, indicó un vocero a Newsweek en su momento. “Es incorrecto que se atribuyan todos los vuelos solo a ella”.
El debate continuó hasta 2023, por los vuelos sucesivos que hizo Swift para ver a su novio Travis Kelce durante su gira The Eras Tour. Los medios reportaron que en solo tres meses, los jets privados de la artista habían producido 138 toneladas de CO2.
En medio de la discusión, otros usuarios han elevado argumentos a favor de Swift. Sus defensores señalan la importancia que tuvo su gira mundial, la cual marcó un record al superar el billón de dólares en ingresos. Argumentan que el impacto económico, incluyendo el notable aumento de ingresos en las industrias de alimentos, hoteles y comercios locales, así como sus considerables donaciones a causas benéficas, debe contemplarse en el debate.
Además, se subraya que Swift adquirió más del doble de los créditos de carbono necesarios para compensar el CO2 emitido por la gira que la llevaría por los cinco continentes, aunque los detalles específicos no han sido divulgados. Asimismo, los registros del sitio web de la Administración Federal de Aviación indican que Swift vendió una de sus dos avionetas a finales de enero.
Si bien el uso de aviones privado para trasladar a la artista a las paradas de su gira es razonable; los críticos de la cantante apuntan su mirada a los “viajes innecesarios”. En específico, usuarios en redes han mencionado las veces en que la estrella ha regresado a su residencia de Nueva York en lugar de pasar unos días en el país o continente al que ya se ha dirigido por motivos laborales. Por ejemplo, Sudamérica, Australia o Asia.
La preocupación por el medio ambiente se ha convertido en un aspecto central en la evaluación de las acciones de figuras públicas. Aunque la cantante no figura entre las 30 principales celebridades emisoras de carbono según MyClimate Carbon Tracker, su influencia en el medio la ha situado en medio del debate cuando surge el tema.
Por otro lado, el estudiante Jack Sweeney, un internauta conocido por rastrear el itinerario de los aviones privados de celebridades y políticos, ha sido advertido con acciones legales por parte del equipo de Taylor Swift. Los abogados de la estrellan alegan que su proceder podría favorecer a acosadores de la cantante y amenazar su seguridad.