Disney invocó su derecho de la Primera Enmienda para justificar el despido de Gina Carano de la serie The Mandalorian, alegando que los polémicos mensajes publicados por ella en redes sociales justificaban su separación para no asociar su expresión artística con las declaraciones de Carano.
La empresa argumentó que ser obligados a reintegrar a Carano en su papel como Cara Dune sería una violación a su propio derecho constitucional a la libertad de expresión, según documentos legales obtenidos por People.
La actriz de 41 años, anteriormente conocida tanto por su carrera en las artes marciales mixtas como por su actuación, fue retirada del programa tras compartir una serie de publicaciones en redes sociales que la compañía de entretenimiento calificó como detractoras sobre la base de identidades culturales y religiosas.
Los comentarios que provocaron la controversia incluyeron una comparación de las críticas hacia los conservadores políticos americanos con la persecución de los judíos en el Holocausto, así como posturas contra el uso de vacunas COVID-19 y afirmaciones de fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos.
Carano defendió su publicación del 2021 en una entrevista con The Hollywood Reporter y sostuvo que la intención detrás de su mensaje era advertir sobre los peligros del odio hacia el prójimo y la repetición de la historia.
En respuesta, Disney enfatizó en su presentación legal que no podía asociarse con las expresiones de Gina Carano que, según la empresa, trivializaban públicamente el Holocausto mediante comparaciones con desacuerdos políticos actuales.
“Disney tuvo suficiente”, declararon, citando la reacción inmediata de Lucasfilm al anunciar la desvinculación de la estrella de cualquier proyecto futuro tan pronto se hizo público su cuestionable post sobre el Holocausto. La ex-CEO de Disney señaló posteriormente que las opiniones de Gina “no se alineaban con los valores empresariales”, refiriéndose al respeto, decencia, integridad e inclusión.
Gina Carano fue apoyada por Elon Musk
Tras su salida de The Mandalorian, la actriz se asoció con la compañía productora de The Daily Wire, apareciendo en proyectos como Terror on the Prairie y, más recientemente, en My Son Hunter, distribuido por Breitbart News. Desde su despido, presentó una demanda contra Disney con el apoyo del multimillonario Elon Musk, exigiendo ser restituida en su papel y solicitando daños y perjuicios.
La artista ha criticado a Disney y Lucasfilm por lo que percibe como una distorsión de sus palabras e intenciones, declarando en una entrevista en el Sage Steele Show que, de vez en cuando, es necesario “dar una patada en los testículos a las grandes corporaciones”.
Disney contraatacó basándose en precedentes legales que sostienen que el estado no puede obligar a un empleador, que se dedica a la producción de contenido expresivo, a mantener a un empleado cuyas propias declaraciones públicas podrían comprometer el mensaje del empleador. La decisión ahora descansa en manos de la juez Sherilyn Peace Garnett, quien determinará si la demanda de Gina Carano procede o, como solicita Disney, debe ser desestimada.
Los partidarios y detractores de Gina Carano han usado las redes sociales para expresar sus opiniones, con campañas pidiendo tanto su reintegración como su despido de la franquicia Star Wars. Mientras tanto, el destino del personaje en The Mandalorian se mantuvo en suspenso tras su ausencia en la tercera temporada de la serie, con su historia explicando que fue promovida a las Fuerzas Especiales de la Nueva República sin más detalles.