En octubre de 2021, durante las grabaciones de la película wéstern Rust, el protagonista Alec Baldwin maniobraba un arma de utilería como parte de un ensayo. Pero cuando activó el martillo y presionó el gatillo, una bala real impactó a la directora de fotografía Halyna Hutchins, causando su muerte. Desde entonces, el actor defiende su inocencia en los procesos legales que enfrenta, pero nuevos expedientes revelan que su implicación podría ser mayor a lo esperado.
Según nueva información obtenida por la revista People, los fiscales especiales de Nuevo México, Kari T. Morrissey y Jason J. Lewis, alegaron que Baldwin “no tenía control de sus emociones” y “los testigos testificaron que fue esta conducta la que comprometió la seguridad en el set”. Además, mantuvo una actitud “desinteresada” y errática durante el entrenamiento con armas de fuego, “gritando y maldiciendo” a miembros del equipo.
En el proyecto fílmico, Baldwin cumplía un doble rol al liderar el equipo de producción, por lo que mantenía una posición de responsabilidad directa sobre los protocolos de prevención.
La respuesta de los fiscales surge como contraposición a la moción presentada por el equipo legal de Baldwin, que en marzo buscaba desestimar todos los cargos, sosteniendo que jamás apretó el gatillo, pese a que la versión fue desestimada por pruebas forenses. De ser encontrado culpable por homicidio involuntario, podría enfrentar una condena de prisión efectiva de hasta 18 meses.
Las normativas de seguridad en rodajes especifican que se deben usar balas de fogueo o ninguna munición real en los dispositivos de utilería. Por esta razón, en marzo pasado, Hannah Gutierrez-Reed, la armera del proyecto fílmico, fue la primera involucrada en ser declarada culpable, aunque fue absuelta del cargo de manipulación de pruebas.
En su juicio se mencionó que, sin saberlo, fue ella quien trajo las municiones reales al set y cargó las armas sin revisarlas adecuadamente, violando todos los protocolos. Su sentencia se llevará a cabo el 15 de abril en Santa Fe, y a su espera, permanece en prisión pese a sus pedidos de libertad.
La fiscalía sostiene que fue la “negligencia e inexperiencia” de Gutierrez-Reed, junto a la “total falta de preocupación” por parte de Baldwin, lo que contribuyó al trágico incidente.
Por otro lado, los cambios en la versión de Baldwin, sumado a su intento de influir en la opinión pública mediante declaraciones a la prensa, fueron percibidos negativamente por la corte. Según la moción, la defensa presenta “una tergiversación predeciblemente falsa, engañosa e histriónica de los hechos y circunstancias de la historia del caso”.
En respuesta, los abogados del actor describieron este comportamiento como un “abuso del sistema contra una persona inocente cuyos derechos han sido pisoteados hasta el extremo”.
En contraste con la actitud ofensiva del productor, Dave Halls, subdirector y coordinador de seguridad en la producción, aceptó las consecuencias legales de manejo negligente, y obtuvo seis meses de libertad condicional sin supervisión, además de una multa de 500 dólares y 24 horas de servicio comunitario.
Según reportes de Variety, a Baldwin se le había ofrecido un acuerdo de culpabilidad similar que habría evitado el actual drama legal en relación con la muerte de Hutchins. La propuesta se realizó el 5 de octubre de 2023, con un plazo límite de tres semanas para decidir. Sin embargo, los fiscales rescindieron la oferta el 17 de octubre.
Rust, la película en el centro de este torbellino legal, reinició su rodaje en 2023 en el estado de Montana, completando sus grabaciones ese mismo año.