Sean “Diddy” Combs y su hijo menor, Christian “King” Combs, de 26 años, se encuentran involucrados en una nueva denuncia judicial que acusa al hijo menor de la familia de agredir sexualmente a una mujer. La presunta víctima, que trabajaba en un yate de lujo alquilado por los Combs para un viaje en el invierno de 2022 en St. Martin, ha presentado una demanda de 31 páginas ante el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles.
Este caso se suma a una reciente serie de demandas en las que Sean Combs, de 54 años, ha sido acusado de agredir sexualmente a cuatro mujeres y un hombre en incidentes separados entre 1990 y 2023. Hace unos días, las autoridades realizaron redadas en las propiedades de Combs como parte de una investigación federal sobre tráfico sexual, acusaciones que él ha negado, describiéndolas como intentos de extorsión.
La demanda, presentada por los abogados Tyrone A. Blackburn y Rodney S. Diggs, alega que Christian Combs insistió en que Grace O’Marcaigh, la única camarera de guardia en el yate esa noche, consumiera un trago de tequila que él había servido. O’Marcaigh cedió para ser cortés, pero pronto notó un cambio en el ambiente hacia una situación que describió como siniestra.
O’Marcaigh afirma que Christian la agarró con fuerza del brazo, impidiéndole abandonar la cubierta del yate, y la forzó a tomar otro trago. Según la demanda, ella comenzó a sentirse extraña y sospechó que el tequila estaba adulterado. Posteriormente, alega que Christian procedió a besarle el cuello y el rostro mientras la manoseaba.
Rodney “Lil Rod” Jones, un productor musical que previamente había presentado una demanda contra Sean Combs por tráfico sexual, estaba presente en el yate y grabó parte del incidente. La grabación capturaría a O’Marcaigh preguntando si la estaban drogando e implorando a Christian que dejara de tocarla.
La demanda describe otro incidente posterior en el cine del yate, donde Christian se habría desvestido y tratado de forzar a O’Marcaigh a realizarle una felación. O’Marcaigh logró escapar gracias a la intervención de su pareja, quien acudió en su búsqueda preocupado. La mujer alega que reportó el incidente al capitán del barco, quien no investigó adecuadamente y apunta a un posible encubrimiento por parte de Sean Combs mediante un generoso soborno al capitán. La demanda incluye fotografías de las lesiones de O’Marcaigh, que según ella fueron causadas por Christian.
El documento legal también narra observaciones perturbadoras de O’Marcaigh durante su empleo en el yate, incluido el comportamiento de una presunta trabajadora sexual. A su vez, menciona la presencia de Brendan Paul, acusado de transportar drogas para Combs, quien fue arrestado durante las redadas en posesión de cocaína y marihuana.
Las redadas a las propiedades de los Combs también resultaron en la detención temporal de Christian y su hermano mayor, Justin Combs, hecho que ha provocado críticas por parte de su madre, Misa Hylton, quien alega un uso excesivo de la fuerza en el operativo.
Este conjunto de acusaciones se presenta en un momento crítico para Sean Combs, quien ha negado cualquier acto delictivo. Sin embargo, estos alegatos ocurren en un contexto en el que varias demandas similares se han presentado contra él, agravando la situación legal y pública del empresario y su familia.