La vida sentimental de Drew Barrymore tuvo varios altibajos. Sin embargo, la actriz ha dejado atrás algunos estigmas que sentía sobre ella misma tras pasar por tres procesos de divorcio. La celebridad de 49 años habló del tema este 20 de marzo en su programa The Drew Barrymore Show mientras comentaba el video musical de Jennifer Lopez, “Can’t get enough”, donde la Diva del Bronx se ríe sobre haberse casado cuatro veces.
Al igual que J.Lo, Barrymore ha pasado por el altar en más de una ocasión. De 1994 a 1995, estuvo casada con Jeremy Thomas, productor del filme El último emperador. En 2001, se casó con el comediante Tom Green, pero decidieron separarse solo un año después. El siguiente matrimonio de Barrymore se produjo en 2012, con Will Kopelman. Ambos tuvieron dos hijas antes de terminar su unión en 2016.
“Tenía mucha vergüenza sobre el divorcio y, por alguna razón, algo pasó. Entonces dije, ‘ya no voy a permitirme sentirme así‘. Y así se liberó un peso de mí”, declaró Barrymore en su programa. Barrymore también explicó que, si sus relaciones no funcionan bien o no se encuentra en el mismo lugar que su pareja, “lo aceptamos, y mejoramos nuestra calidad de vida al avanzar”.
“Ya no me avergüenzo de ello. Siento que estoy liberada”, concluyó Barrymore sobre el fracaso de sus matrimonios. Drew también elogió a Jennifer Lopez por la canción y el video musical que empodera a quienes han vivido experiencias desafortunadas con el amor.
Drew Barrymore y su última separación
La estrella de Los ángeles de Charlie ha mencionado el tema en ocasiones anteriores. En un episodio de su programa, en 2023, ofreció consejos a una espectadora en que enfrentaba esa decisión tras estar casada 21 años. “Superar el divorcio me tomó años”, admitió la actriz. “Mi terapeuta me recomendó que transformara el autodesprecio en amor propio. A veces nos culpamos en exceso, como si todo lo malo que pasara fuese nuestra culpa. ¿Por qué no lo superamos rápido? Te quedas como estancada. Es difícil elevarse sobre esa oscuridad y acercarse al sol. Date tiempo”, expresó.
La artista estadounidense, cuyo último matrimonio terminó en 2016, aseguró a People que la decisión no fue provocada por algún escándalo. “No pasó nada malo, lo que hace que la separación se limpia, pero también lo vuelve difícil y más confuso porque no hay algo a lo que apuntar. Tratamos mucho que esto funcione”, reflexionó en una entrevista con la revista.
Por ahora, la presentadora se dedica plenamente a la relación con sus hijas, Olive Barrymore Kopelman de 11 años y Frankie Barrymore Kopelman de nueve. Pero en los años más duros post-divorcio, ella estuvo cerca de caer en el alcoholismo. “Solo trataba de aliviar el dolor y sentirme bien, y el alcohol me servía para ello”, reveló en otra entrevista citada por USA Today. “Fue un camino desordenado, doloroso y atroz a través del fuego para volver a la vida”.
En otro momento, resumió de esta forma cómo se recuperó de la separación. “Tardé cinco años en poder hablar con fuerza, articulación, perspectiva, retrospectiva, y ver todo lo que hicimos bien”, dijo. “Porque cuando nos estábamos divorciando, parecía que todo estaba mal. ... Creo que se aplica a todos los que piensan que algo será para siempre y no lo es”.