La célebre magnate y figura de la televisión, Oprah Winfrey, ha anunciado el fin de una era con su salida de la emblemática compañía global de bienestar y pérdida de peso, Weight Watchers, tras una década como miembro del consejo. Ahora, se convertirá en defensora de la obesidad como enfermedad crónica. Esta decisión llegó después de hacer pública su elección de tomar medicación como método de control de peso.
En un comunicado compartido a Entertainment Tonight, Winfrey mencionó que no se desvinculará del todo, ya que continuará apoyando a la empresa y su CEO. “Espero seguir asesorando y colaborando con Weight Watchers y su directora ejecutiva, Sima Sistani, para elevar el debate sobre el reconocimiento de la obesidad como una enfermedad crónica, trabajar para reducir el estigma y defender la equidad sanitaria”, escribió.
Durante años, Oprah ha sido una voz influyente en múltiples debates sociales y de salud, y este último movimiento no es la excepción. “La salud ponderal es un tema de vital importancia que debe abordarse a mayor escala. Tengo previsto participar en una serie de foros y actos públicos en los que seré una firme defensora de este tema”, añadió.
La periodista estadounidense también anunció que donará las acciones de su participación en WeightWatchers al Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana (NMAAHC), contribuyendo así a otra causa en paralelo. “Llevo mucho tiempo apoyando a esta valiosa organización, y me enorgullece seguir haciéndolo”, añadió.
Según The Hollywood Reporter, la última declaración de representación de la compañía señalaba que dichas acciones estaban valoradas en más de 18 millones de dólares antes de que anuncie su retiro de Weight Watchers, lo que evidenció su apoyo continuo.
El pasado diciembre, durante el estreno del filme El color púrpura, que produjo junto a Steven Spielberg, Winfrey capturó la atención del público y los medios por su visible transformación física. Vestida con un elegante vestido morado que delineaba su renovada y esbelta figura, la presentadora se sumergió orgullosamente en los detalles sobre su reciente pérdida de peso durante la alfombra roja en el Museo de la Academia de Cine de Los Ángeles.
“No es una cosa, es todo”, reveló la comunicadora de 69 años a Entertainment Tonight, enfatizando la multitud de factores detrás de su gran cambio, que fue halagado por el presentador. Aseguró que su transformación no solo se trató de una cuestión de apariencia, sino de un compromiso total. “Tengo la intención de mantenerlo así”, dijo, y añadió: “Hoy estuve en la cinta de correr”.
Como embajadora de Weight Watchers desde 2015, la ex presentadora de The Oprah Winfrey Show promocionaba el programa no como una dieta, sino como un estilo de vida factible y saludable, que le permitió perder 12 kilos inicialmente. Bajo esta filosofía, la empresaria encontró un equilibrio, permitiéndose disfrutar de la comida sin remordimientos.
“WeightWatchers es más fácil que cualquier otro programa en el que haya estado. Es un estilo de vida, una forma de comer y una forma de vivir tan liberadora. Nunca sientes que estás a dieta, y funciona”, dijo entonces en un comunicado de prensa. “Puedo decir sinceramente que ya no tengo problemas. Como todo lo que me gusta: tacos, pasta. Nunca me he sentido privada”.
Winfrey también reconoció que “se acabó la vergüenza” respecto a la medicación para adelgazar. De hecho, ella la utiliza como “herramienta de mantenimiento” de su propio cuerpo, tras sufrir varias fluctuaciones de peso por “cinco décadas”.
“El hecho de que exista una receta médica aprobada para controlar el peso y mantenerse más saludable, en mi vida, se siente como un alivio, como una redención, como un regalo”, comentó Oprah. “La obesidad es una enfermedad. No tiene que ver con la fuerza de voluntad, sino con el cerebro”.