Martin Scorsese, el legendario director detrás de clásicos como Taxi Driver y El lobo de Wall Street, no solo es un maestro del cine, sino que también se ha declarado un hombre profundamente enamorado de su esposa Helen Morris, enferma de Parkinson desde hace 30 años. En una íntima entrevista para This Life of Mine con James Corden, Scorsese habló con admiración sobre Morris, su última hija y los giros radicales que han marcado su vida.
El cineasta conoció a Helen, una editora de libros, en 1997, mientras trabajaban juntos en un proyecto cinematográfico llamado Kundun, que trataba sobre un dalái Lama. Desde ese momento, la pareja ha construido una sólida relación que se ha visto fortalecida por las duras pruebas de la vida. Cuando Corden le dijo que nombrara lo que le hace ser quien es, Scorsese no dudó en mencionar a su esposa.
“Padece la enfermedad de Parkinson desde hace unos 30 años. (…) Mis quejas, me parece, no son nada comparadas con el sufrimiento que provoca una enfermedad así, y así vivimos con ella y cambia la forma en que percibes la vida y todo lo que te rodea”, se sinceró el director de Killers of the Flower Moon.
Scorsese reconoció que la enfermedad de Morris ha cambiado la forma en que elige sus proyectos cinematográficos, buscando opciones que se adapten a las necesidades de su esposa y al ritmo que le demanda su edad. “Puedo en un cierto momento decir: ‘Marty, ya sabes, esta película a tu edad ahora, esto y lo otro. No pueden viajar. ¿Quieres hacer una película que sólo se filme cerca de casa?’ Puede que tenga que hacerlo”, dijo.
A pesar de los desafíos, el director de Toro Salvaje no se complicó, ya que son “ese tipo de cosas” con las que inevitablemente hay que lidiar. Por eso, confesó que considera a su esposa un verdadero modelo a seguir. “Nunca he visto tanta fortaleza en una persona, tanta entereza”, afirmó Marty, describiendo la actitud positiva de Helen frente a la vida “en las peores circunstancias”.
“Han pasado 30 años, 35 años o lo que sea con la enfermedad, y cuando pienso que, ya sabes, no me encuentro bien o algo así, miro hacia allí y la veo recomponerse...”, reflexionó conmovido.
A sus 81 años, el renombrado cineasta ha logrado admitir que ha entrado en sus “años dorados”, pero que eso no significa “que tengamos que parar”. De hecho, Scorsese es padre de Francesca, de apenas 24 años, su última hija producto de su matrimonio con su esposa Helen. Para él, convertirse en padre a una edad avanzada fue algo “extraordinario”.
“Viniendo del mundo en el que yo estaba, cuando tienes poco más de veinte años, te casas y te mudas, que es lo que yo hice… (...) así que me casé pronto y no duró, y luego una segunda vez unos años más tarde. La segunda vez no duró”, recordó.
Años después, conoció a Helen “y de repente tuvimos un embarazo. Fue extraordinario y, en ese momento, yo tenía 56 años y una perspectiva diferente de la vida. De repente se convirtió en lo más importante, ella y este pequeño que venía en camino”, agregó sobre el nacimiento de su hija en 1999.
“Ahora tengo 80, así que sólo te queda una cierta cantidad de tiempo. Ese tiempo tiene que significar algo”, agregó. En efecto, Martin también comparte su vida con sus otras hijas. El ganador del Oscar es padre de Cathy, de 58 años, que comparte con su primera esposa, Laraine Marie Brennan, y de Domenica, de 47, que comparte con su ex esposa Julia Cameron.
Scorsese finalizó compartiendo su filosofía de vida y el enfoque familiar que le da a su carrera cinematográfica. “Lo mejor que puedo hacer es estar ahí y guiar y mostrar todo el amor posible, pero sigo haciendo películas, así que lo mejor que puedo hacer es incluirlos, como hice con mi madre, por ejemplo, y con mi padre”, dijo.