Con el reciente acercamiento entre Taylor Swift y Katy Perry en Australia tras su enemistad, viejas palabras de Travis Kelce han cobrado relevancia esta semana, y esperemos que no vuelva a separarlas. En una curiosa coincidencia del destino, ha resucitado una comprometedora entrevista de la estrella de la NFL en 2016, en donde se vio en la encrucijada de tener que elegir entre Swift, Perry y Ariana Grande.
Considerando que su actual pareja es Taylor, la respuesta del jugador de los Kansas City Chiefs no fue la que todos se esperaban. En el clip de hace ocho años, un joven Travis participó en una versión modificada del juego “FMK” durante una entrevista con AfterBuzz TV, donde las opciones eran “Besar, Casarse, Matar” en lugar de la versión original más explícita.
Y es que bien dicen que todo da vueltas. Sin tener idea de que iba a tener una de las relaciones amorosas más famosas del mundo con alguna de ellas, Kelce se enfrentó a la difícil tarea de elegir entre Ariana Grande, Taylor Swift y Katy Perry. Tras segundos de dudas, optó por eliminar virtualmente a Ariana, expresando su cariño hacia ella y dejando a las otras dos artistas pendientes.
El deportista de 34 años parecía haber resuelto la ecuación. Sin dejar de pensar bien en lo que estaba a punto de decir, rápidamente tomó la arriesgada decisión de besar a Taylor Swift. “Y luego, ¿cuál es el último?”, preguntó a la entrevistadora, que le respondió que faltaba la intérprete de Firework. “Katy Perry, sí, con Katy Perry me casaría”, aseguró Kelce visiblemente más decidido, haciendo un gesto de gusto.
El año de la entrevista coincide con la época en la que ambas artistas habían hecho pública su enemistad. Sin embargo, pese a la inclinación física de Travis hacia Katy, estas palabras podrían ser tomadas a juego o de forma superficial. Si bien estas elecciones fueron de lo más inocentes y lúdicas por parte del jugador, cobran nueva vida con la reciente reconexión entre las dos artistas.
Y es que el tiempo ha curado las heridas. Este jueves, Perry asistió al primero de los conciertos de la gira Eras Tour de la superestrella del momento en Sydney, Australia, y utilizó sus redes sociales para compartir un cálido selfie con Taylor y lucirse coreando el tema Bad Blood. “Pude ver brillar a una vieja amiga esta noche”, escribió junto a la publicación.
Lo irónico del asunto es que la intérprete de I Kissed a Girl estuvo apoyando a Swift desde la carpa VIP junto a la cantante Rita Ora y Travis. La situación, ahora, se torna incómoda tras la aparición del video del pasado de un joven Kelce, en donde expresó su preferencia por ella por encima de su actual novia. Lo cierto es que ninguno de los dos se mostraron tensos por la situación durante el transcurso del concierto pese a la cercanía, y se desconoce si están al tanto del clip.
La antigua enemistad entre Taylor y Katy se remonta al 2012, contrario a muchas otras teorías. Ese año, Perry empezó a salir con el ex de Swift, el cantante John Mayer. Si bien este no fue el detonante principal del conflicto, sí marcó un punto de tensión entre ellas.
La verdadera discordia surgió cuatro años después, cuando Taylor Swift estaba en medio de la gira de su disco Red. Varios de sus bailarines, que antes habían trabajado con Katy Perry, decidieron abandonarla para unirse a la gira de la cantante de Roar.
Esto generó un gran malestar en Taylor, quien interpretó la acción como una traición por parte de Katy. De hecho, la acusó de querer sabotear su gira al intentar contratar parte de su staff a sus espaldas en una entrevista para Rolling Stone.
Perry no se quedó callada y le respondió vía X (antes Twitter) catalogando a la cantante de Cruel Summer como Regina George, el antagónico personaje de Mean Girls: “Cuídense de Regina George en piel de oveja”.
En septiembre de ese año, la pareja de Orlando Bloom también lanzó un misil directo a Taylor. En medio de las preguntas de los fanáticos que decidió responder en redes sociales, una seguidora le preguntó: “¿Colaborarías con Taylor Swift?”. Katy respondió: “Si ella pide disculpas, ¡seguro!”.
Así, la cantante pop dejaba en claro que accedería a trabajar con Swift únicamente si ésta se retractaba sobre los dichos contra ella. Sin embargo, ocho años después, con relaciones sólidas y más maduras, las cantantes han decidido dejar la mala sangre en el pasado.