El cineasta hollywoodense Bradley Cooper ha abierto las puertas de su baúl de recuerdos para compartir las historias más íntimas y divertidas detrás de la creación de su inolvidable debut como director en Nace una estrella. En una reciente conversación con la Fundación AG-AFTRA, Cooper desveló las peripecias que vivió en su búsqueda de la actriz ideal para interpretar a Ally, la protagonista del film, un viaje que lo llevó a Beyoncé, Adele y finalmente a Lady Gaga.
La odisea comenzó hace más de una década, cuando el icónico director Clint Eastwood contactó a Cooper para ofrecerle el rol de Jackson Maine para el proyecto en 2012, con Beyoncé como protagonista inicialmente. A pesar de la propuesta, Cooper, sintiéndose aún inexperto para interpretar a un personaje de esa complejidad, rechazó la invitación.
“No me creía capaz de interpretar a este tipo de borracho arruinado”, admitió el actor durante la entrevista esta semana. “Simplemente sentía que no había vivido lo suficiente”. Aunque, inicialmente, Cooper se sintió intimidado por el papel, reconoció que la idea de Nace una estrella no lo abandonaba con el pasar de los años.
Y es que el destino tenía otros planes para él. Poco después, convencido de que esa historia aún tenía mucho que contar, decidió abordar el proyecto desde una nueva perspectiva, asumiendo la doble función de director y protagonista. Greg Silverman, conocido productor de Hollywood, le dio luz verde, pero bajo condiciones específicas: la participación de Beyoncé y un presupuesto menor a 25 millones de dólares.
Cooper recordó la anécdota de su encuentro con la superestrella del pop como si fuese ayer. “Fui a casa de Beyoncé, y Jay-Z estaba viendo Judge Judy [un reality show], aún lo recuerdo. No bromeo”, reveló entre risas antes de detallar lo nervioso que estaba. “Recuerdo tener una tos rara cuando se lo estaba presentando”.
Sin especificar por qué la popular Queen B no continuó en el proyecto, continuó: “Fue una locura. Y ella era increíble, y él también, y lo desarrollamos juntos durante un año. Ella es una de las mejores personas de todos los tiempos. Y luego se frustró”.
Tras probar suerte considerando a Adele para el personaje principal, la cantante británica rechazó la oportunidad enseguida. “Me mandó un mensaje una vez, pero no lo hizo: estaba ocupada”, contó Cooper.
El actor de 49 años encontró la respuesta a sus plegarias en una inesperada fuente: Lady Gaga, a quien vio cantar La Vie En Rose en un acto benéfico contra el cáncer. La conexión entre ambos fue instantáneamente evidente, como lo fue para el público posteriormente, por lo que pronto supo que había encontrado a su aliada.
Bradley recordó su grata experiencia durante su visita a la casa de la intérprete de Bad Romance en Malibú: “Bajó las escaleras y pensé: ‘Oh, ella es como una chica de Jersey’”. Seguidamente, la estrella del pop, de nombre verdadero Stefani Germanotta, le ofreció pasta y disfrutaron tanto el momento que los artistas acabaron cantando juntos alrededor de su piano.
“Eso fue todo”, dijo. “Me dije: ‘Ya está’. Entonces ella se puso a cantar sin esfuerzo y fue como si estuviera más allá de todo.” Después de una emotiva demostración de talento alrededor del instrumento musical, Cooper se convenció automáticamente de la artista, quien terminó aceptando el papel para la película. Este encuentro no solo marcó el inicio de una colaboración exitosa, sino que también cimentó una profunda amistad entre ambos.
Gaga no solo se convirtió en la protagonista ideal, sino que también colaboró en la escritura del guión, adaptando el personaje a su propia esencia. La película cosechó un gran éxito, incluyendo un Oscar a la Mejor Canción Original para la cantante por Shallow, pues también fue compositora musical del soundtrack de la célebre cinta.
Nace una estrella no solo resonó con el público y la crítica, sino que también obtuvo otras destacadas nominaciones al Oscar a la Mejor película, Cooper al Mejor actor, Gaga a la Mejor actriz, Sam Elliott al Mejor actor de reparto; así como al Mejor guión adaptado, la Mejor fotografía y la Mejor mezcla de sonido.
Actualmente, Bradley Cooper continúa cosechando reconocimientos, situándose como uno de los favoritos para los próximos Oscar 2024 por su reciente trabajo en Maestro, la biopic de Leonard Bernstein que dirigió y protagonizó, dentro de principales categorías como Mejor película, Mejor actor y actriz principal, Mejor guión y Mejor fotografía.