Como uno de los actores más reconocidos de la industria cinematográfica, Ryan Gosling pasó de estar a punto de rechazar interpretar a Ken en la película Barbie a volver a brillar en Hollywood con otra nominación al Oscar. En una reciente entrevista con Variety, el actor canadiense reveló cómo se enfrentó al dilema profesional que le supuso la cinta y si se sentiría cómodo con una posible performance en los Oscars 2024.
Señalando “la ‘Kenergía’ de Ryan Gosling”, la última portada de la revista Variety tuvo la estrella de Barbie como protagonista, quien, pese a su viral gesto de sorpresa al enterarse que su canción I’m Just Ken ganó en los Critics Choice Awards, admitió que no se negaría a interpretarla en los próximos Oscars. “Podría ser demasiado arriesgado que yo lo hiciera”, dijo. “No sé cómo funcionaría. Pero estoy abierto a ello”.
El intérprete de 43 años también compartió reveladoras confesiones sobre su compleja travesía en el universo de la muñeca de Mattel, que, contra todo pronóstico, resultó en “el papel más difícil que he tenido que hacer”.
“En cierto modo, todo lo que he hecho me ha llevado a ello. Y no puedo creer que esté diciendo esto”, admitió con cierto pudor. “Había momentos cuando lo hacía en los que pensaba: ‘No he sentido que haya trabajado tanto desde Triste San Valentín’”, detalló Ryan refiriéndose al drama romántico del 2010 que protagonizó con Michelle Williams.
“Hubo momentos en los que salí de Triste San Valentín completamente agotado emocionalmente, tirado en el suelo del coche en el viaje de vuelta a casa. vacío. Y era aún más difícil interpretar a Ken”, se sinceró. “Y pensé: ‘¿Cómo voy a sentir eso en esta película?”
Lo cierto es que Gosling y la mezcla de carisma y energía como factor clave del éxito de taquilla, estuvieron a punto de perderse su última nominación al Oscar. En la entrevista, el actor reveló a Variety que, en un primer momento, rechazó interpretar a Ken debido a ciertas dudas internas y, en parte, a compromisos de vida y agenda.
La estrella de El diario de una pasión contó que, después de su trabajo actoral en El primer hombre en la luna, papel que también le valió una nominación al Oscar en 2018, quiso tomarse un largo descanso para estar presente en casa con la familia que formó con su pareja, la actriz Eva Mendes, y sus dos hijas, Amada, de 9 años, y Esmeralda, de 7. Esto dificultó una respuesta positiva para unirse al elenco de Barbie.
“No quería perderme nada”, dijo sobre la decisión. “Mis prioridades cambiaron y quería estar con mis hijas. Va superrápido. Oigo el tic-tac del reloj. No sé cuánto tiempo voy a tener, y no quiero pasarlo en el lugar equivocado. Sé que no lo paso en el lugar equivocado si estoy con mi familia”.
La insistencia de la estrella y productora Margot Robbie, junto con la guionista y directora Greta Gerwig, duró varios meses, según Gosling, pero fue decisiva para que finalmente aceptara el papel. “Yo llamaba meses después a mis agentes o algo así y les decía: ‘Oye, ¿a quién han conseguido para hacer de Ken?’. Y me decían: ‘Greta dice que eres tú’”, recordó.
“Al final pensé: ‘¿Quién soy yo para discutir con Greta Gerwig y Margot?’ Tenían una visión. Creían en ella. Y creían que yo debía hacerlo más de lo que yo creía que no debía”, reflexionó, confesando su falta de confianza y escepticismo en el personaje. ”En cierto momento, pensé: ‘Ellas ven algo que yo no veo’. Ahora lo entiendo, pero me llevó un tiempo”, explicó.
De esa manera, el protagonista de La La Land recordó cómo decidió sumergirse en el desafío: “Yo decía, ‘No puedo estropear esto. No puedo ser el tipo que estropeó la película de Barbie. Así que si voy a hacerlo, tengo que hacer más de lo que sé que soy capaz de hacer’”.
Interpretar a Ken implicó un desafío emocional y físico para Gosling. Para transformarse en el galán de Barbie, Gosling incluso decidió decolorarse el pelo, buscando una autenticidad que una peluca no podía ofrecer. “Pensé: ‘Ken es la Barbie de las mujeres blancas solteras’. Así que intentaría teñirse el pelo, aunque no pueda teñírselo”, bromeó sobre su preparación para el papel.