Para nadie es un secreto que el sexo es uno de los mayores placeres de la vida. Algunos disfrutan de la lujuria en formas excéntricas, otros prefieren la forma tradicional. Cada cual explora su sexualidad a su manera. Sin embargo, tal y como las drogas o el alcohol, el exceso en las relaciones sexuales puede ser considerado como otra adicción digna de tratamiento médico.
Y es que la plenitud que se experimenta durante esta liberación de oxitocina puede ser confundida con el reemplazo de los vacíos emocionales que muchas veces suelen tener las celebridades, al punto de volverse promiscuas. “Me obsesioné con mi pene”, admitió Robert Downey Jr. hace algunos años.
Desde las seis horas de fornicación que fue capaz de sostener Hugh Jackman, la millonaria cifra que gastó Charlie Sheen en prostitutas hasta las ganas de ligar de Lindsay Lohan en plena rehabilitación por las drogas, estos 10 famosos se vieron obligados a confesar, tarde o temprano, su promiscuidad.
Robert Downey Jr.
Hace casi dos décadas, el reconocido actor de Oppenheimer, Robert Downey Jr., admitió en una entrevista con Now Magazine haber sufrido de hipersexualidad, una compulsión por la masturbación y una promiscuidad destacada durante la década de los 90. Gracias a sus escándalos de sexo y drogas en Los Ángeles, el actor era frecuentemente perseguido por paparazzis.
“Durante muchos años estuve obsesionado con el sexo, especialmente con la masturbación y mi pene. No tengo por qué esconderlo”, reveló. “No fui ni seré el único”. Según la estrella de Iron Man, esta adicción le servía como un mecanismo para evadirse de adicciones potencialmente más dañinas, como el alcohol u otras drogas. “Fue la mejor cosa que pude hacer, engancharme al sexo. Recuerdo esos días con mucha nostalgia”, recordó.
El cambio radical lo experimentó desde que encontró el amor en su esposa Susan: “El sexo ya no es un factor que me motive. Ahora soy un hombre casado y mi matrimonio es sagrado para mi. Los hombres siempre quieren sexo, incluso aunque tengan novia. Pero yo ya no soy así”.
Britney Spears
La Princesa del Pop se vio expuesta por su propio ex guardaespaldas en 2021, cuando reveló a los medios detalles impactantes sobre el estilo de vida de la cantante, especialmente durante sus giras, afirmando que mostraba un “apetito sexual enorme”. Según él, Britney Spears tenía como costumbre mantener “sexo con mujeres, tríos, orgías...”, en bañeras de hidromasaje y camas redondas. También dijo que solía consumir grandes cantidades de alcohol y drogas entre sus giras.
Este testimonio fue respaldado por la propia cantante en el documental I Am Britney Jean, donde reconoció su adicción sexual, atribuyéndola a un trastorno bipolar con picos de euforia que la llevan a la ninfomanía. Su ex novio y padre de sus hijos, Kevin Federline, también confirmó estos comportamientos extremos.
En un intento por cambiar su estilo de vida, Spears anunció en enero de 2007 su decisión de abstenerse de relaciones sexuales por seis meses. Sin embargo, este compromiso se rompió en menos de un mes. No se sabe si es que la cantante superó su adicción, pero hasta hace unos pocos años, seguía batallando contra ella. En sus últimas giras, incluso llegó a prohibir a sus bailarines tener sexo y consumir alcohol para evitar tentaciones.
Michael Douglas
Casualmente, Michael Douglas es reconocido por su actuación en ‘thrillers’ eróticos como Atracción Fatal y Bajos Instintos, por lo que el perfil de los personajes que solía interpretar estaban cargados de altas dosis de energía sexual. “Sí, soy adicto al sexo”, fueron las palabras de quien fuera uno de los primeros famosos en admitir públicamente este tipo de obsesión.
La compulsión de Douglas lo llevó a separarse de su esposa Diandra Luker en el año 2000 tras varias infidelidades. Su apetito sexual, descrito como insaciable, también tuvo repercusiones en su comportamiento en los sets de filmación, donde se dice que buscaba desfogar sus impulsos entre escenas, aunque no está claro con quiénes específicamente.
Su trastorno erótico llegó a niveles tan altos que tuvo que ingresar a rehabilitación. En 2013, el productor de cine confesó que batallaba contra el cáncer de garganta, que él mismo relacionó con su “afición a practicar ‘cunnilingus”. Tras un duro tratamiento, Douglas logró superar tanto el cáncer como su adicción sexual, consolidando así un matrimonio estable con la actriz Catherine Zeta-Jones.
Hugh Grant
En 1995, Hollywood veía nacer a una nueva estrella entre sus filas: el actor británico Hugh Grant. Tras exitosas películas como Cuatro bodas y un funeral, Grant estaba en la cima de su carrera a sus 35 años. Sin embargo, a mediados de año, una infame infidelidad arruinó no solo su carrera, sino también su matrimonio.
A altas horas de la madrugada, el actor de Un lugar llamado Notting Hill salió de paseo con un BMW blanco que un estudio había alquilado para él. Aparentemente, buscaba satisfacer sus deseos sexuales, pues negoció con la prostituta Divine Brown una felación dentro del auto. Momentos después, el actor fue descubierto in fraganti por la policía de Los Ángeles debido a los llamativos movimientos del vehículo.
El escándalo se destapó con fotografías de su detención, por lo que Grant tuvo que confesar su adicción al sexo. En consecuencia, su relación de trece años con Elizabeth Hurley terminó.
Lindsay Lohan
Como ya es sabido, la controvertida historia de Lindsay Lohan ha estado marcada por episodios de excesos y su intensa forma de vivir, y el sexo no ha sido la excepción. Uno de sus ex novios, Riley Giles, destapó su peculiar comportamiento erótico: “Definitivamente, Lindsay es ninfómana. Es una salvaje en la cama. Teníamos sexo varias veces al día, y por la noche quería más. Era insaciable”.
Este comportamiento no era exclusivo con él, sino algo recurrente en sus relaciones con otros hombres. La actriz de Chicas pesadas recurría a centros de desintoxicación para tratar su problema con las drogas. Pero, durante su estancia en un centro de rehabilitación en Utah, su sobriedad solo aumentaba su hipersexualidad, ya que intentaba ligar con otros pacientes y tenía sueños eróticos recurrentes con ex parejas como Jared Leto.
Los especialistas identificaron que Lohan estaba reemplazando una adicción por otra. Igualmente, al salir de rehabilitación, la actriz de 37 años estuvo con diferentes mujeres, pero aclaró que no era homosexual ni bisexual, ya que solo buscaba de nuevas experiencias.
Charlie Sheen
Si había alguien que no podía faltar en este listado, ese es Charlie Sheen, reconocido por muchos años por sus excesos y extravagantes comportamientos. Luego de que su actuación en la serie Two and a Half Men lo hiciera millonario y famoso, el actor gastó enormes sumas de dinero en noches llenas de fiestas, drogas y sexo, llegando a desembolsar hasta 100.000 dólares en una noche.
A pesar de haber intentado rehabilitarse en diversas ocasiones, Sheen ha mantenido una postura reticente hacia estas clínicas: “No creo en la desintoxicación, no está hecha para mi, no me sirve de nada”. Su continuo comportamiento autodestructivo le resultó en el diagnóstico de VIH, pero ni eso lo detuvo.
A lo largo de 2013, el actor confesó haber gastado un millón y medio de dólares en prostitutas, incluso después de saberse portador de VIH. Sin embargo, tras años de aparente sobriedad, en 2023 hizo público su camino hacia la redención, expresando su deseo de superar sus antiguos vicios y enfocar su atención en sus cincos hijos y en recuperar su carrera.
Hugh Jackman
A lo largo de su carrera, la estrella de Wolverine ha generado titulares no solo por su éxito en Hollywood, sino también por sus reveladoras declaraciones sobre su vida sexual. En uno de sus intentos por destacar su virilidad, Hugh Jackman confesó hace algunos años que practicaba sexo tántrico, por lo que podía extender sus relaciones sexuales hasta seis horas.
Esta práctica, según comentó, le habría llevado a desarrollar una adicción al sexo. Pero, en un intento de cambiar su enfoque, el actor decidió en 2017 alejarse de las soluciones convencionales ofrecidas por las clínicas de rehabilitación. Prefirió dedicarse a fortalecer su relación con la actriz Deborra-Lee Furness, quien fue su esposa desde 1996.
Jackman optó por lo que describió como “terapia de alcoba”, un método íntimo de trabajo en pareja, con el objetivo de superar su adicción y reafirmar su compromiso matrimonial. A pesar de estos esfuerzos, anunciaron su separación en 2023, marcando el fin de una era como una de las parejas más sólidas.
Kim Cattrall
Kim Cattrall, la inolvidable Samantha Jones de Sex and the City, ha abierto un debate sobre la percepción pública de la sexualidad, al confesar libremente su naturaleza multiorgásmica y su intensa relación con el sexo.
Esta revelación no resulta sorprendente teniendo en cuenta su icónica participación en la película Porky’s, donde protagonizó uno de los orgasmos más memorables del cine. La actitud abierta de la actriz hacia su sexualidad ha establecido un precedente en cómo las celebridades femeninas discuten estos temas íntimamente relacionados con su imagen pública.
Lejos de involucrarse aspectos negativos como la enfermedad o la infidelidad, Cattrall ha revelado que disfruta su sexualidad plenamente. Como una forma de terapia personal, este enfoque la llevó a coescribir el libro Satisfacción, el arte del orgasmo con su entonces esposo, Mark Levinson. La obra busca educar y liberar la percepción del placer femenino, alejándola de los tabúes sociales y culturales que a menudo lo envuelven.
Ozzy Osbourne
“Llevo seis años tratando mi adicción al sexo y hacerlo público me sirve para tomarme en serio la terapia”, confesó Ozzy Osbourne en 2016, a sus 68 años.
El icónico líder de Black Sabbath y su esposa, Sharon, han proyectado durante décadas una imagen de solidez matrimonial, pero esta se derrumbó cuando se reveló que Ozzy le había sido infiel con numerosas mujeres, incluyendo una relación paralela “puramente sexual” que duró cuatro años con su peluquera, quien era treinta años más joven.
El escándalo de hace ocho años atrás llevó a Sharon a separarse del músico, con quien lleva casada desde 1982. Osbourne tuvo que pedir perdón públicamente y admitir su extensa lucha contra la adicción al sexo, lo que fue determinante para que Sharon considerara regresar con él. “No me imagino la vida sin él, a pesar de que sea un perro sucio. Pero va a pagar por lo que me ha hecho”, expresó Sharon.
James Franco
“Sí dormía con estudiantes, y eso estaba mal”. En 2021, James Franco abrió un nuevo capítulo en su vida al admitir públicamente su lucha contra la adicción al sexo. Aunque aseguró estar comprometido con mejorar su comportamiento, Franco reveló haber mantenido relaciones sexuales con varias de sus alumnas en la escuela de actuación que él mismo dirigía.
Durante una entrevista en The Jess Cagle Podcast, Franco asumió la responsabilidad y reveló que su percepción estaba distorsionada y no pensaba con claridad. “Supongo que en ese momento mi pensamiento era que si estaba consentido, estaba bien. En ese momento no estaba lúcido”, explicó.
Sus confesiones llegaron después de que, casi cuatro años atrás, fuera acusado por conductas inapropiadas por cinco mujeres en un reportaje del Los Angeles Times. Según el actor, su adicción al sexo surgió tras superar una adicción al alcohol que había desarrollado en su juventud.