La viuda de Hugh Hefner reveló las deplorables condiciones en las que vivían los animales de la mansión Playboy

En su nueva memoria titulada Only Say Good Things: Surviving Playboy and Finding Myself, Crystal Hefner, viuda del fundador de Playboy, Hugh Hefner, ha revelado el maltrato hacia los animales domésticos y exóticos en la Mansión Playboy. La ex-modelo, además, brindó más detalles acerca de este maltrato en una entrevista con People.

En su libro, explicó que Hugh Hefner mantenía dos pájaros del amor en una jaula dentro de su baño; estas aves morían frecuentemente y eran reemplazadas sin indagar en las causas. Eventualmente, se descubrió que una bola metálica en su dispensador de agua estaba atascada, provocando que las aves murieran de sed. Además, señaló que, a pesar de que su esposo poseía una licencia zoológica que le permitía albergar monos, pavos reales, tucanes y otros animales exóticos, aunque los animales parecían estar deprimidos y no mostraban signos de felicidad.

En un pasaje del libro, Crystal Hefner menciona oír a los animales llorar desde su habitación, describiendo sus llamados como súplicas de auxilio. “Incluso con la ventana cerrada, podía oír sus voces lastimeras en mi mente. ‘Socorro, socorro’, graznaban y gemían, al menos eso me parecía a mí”, narra Crystal en su libro.

Paralelamente, en su conversación con People, Crystal recordó que todos los animales que estaban en el pequeño zoológico se veían completamente deprimidos.

“Todos esos animales tenían un aspecto tan deprimido y triste que cuando pasabas por delante de las jaulas te dabas cuenta de que ninguno era feliz. Todo era una ilusión. Es muy raro. Estoy sorprendida. Ni siquiera sé si yo era feliz, la verdad”.

Si bien las nuevas declaraciones de Crystal han generado aún más odio contra la polémica mansión dirigida por Hugh Hefner, también han causado controversia y confusión. En 2014, cuando Hefner aún estaba vivo, Crystal mostró los animales de la mansión a The Hollywood Reporter y los describió como “muchos animales lindos y divertidos”, mencionando que gran parte de ellos fueron donados por personas que no podían cuidarlos.

Afirmó que Hugh Hefner siempre había sido un gran amante de los animales y que la adición de los mismos y el zoológico al comprar la propiedad en 1971 fue para crear un ambiente óptimo para ellos, describiendo la mansión como un “oasis” y su vida en el lugar como “un paraíso”.

Tras la muerte de Hefner, Crystal confesó que tuvo muchas situaciones que procesar para darse cuenta de la vida tan lastimera que llevaba. Incluso los momentos de intimidad los describió como una acción “mecánica” donde el dueño de Playboy parecía que “nunca estuvo acostumbrado a generar placer”, asegurando que era “incluso peor” que sus amantes adolescentes previo a su transformación en playmate.

Recientemente, Crystal también compartió que su difunto esposo había grabado a varias “celebridades, políticos y líderes empresariales” en situaciones sexuales sumamente explícitas. Este ejercicio de grabar a los huéspedes de la mansión también afectó a las conejitas, entre ellas a Holly Madison, quien denunció que Hefner tenía fotos de ella tomadas sin su consentimiento con las que la amenazó para asegurarse que nunca dejara la Mansión.