Probablemente, el singular talento de la icónica Julia Roberts en la pantalla grande puede haber ocasionado que muchos olviden que la actriz nunca hizo alguna escena de desnudo a lo largo de sus más de 50 películas en su carrera actoral. La estrella de Mujer Bonita nunca lo necesitó, y en una entrevista para la portada de British Vogue, Roberts dejó en claro este miércoles su firme decisión de no tomar papeles que impliquen aparecer sin ropa.
A la actriz de 56 años siempre le ha gustado mantener un perfil ‘G-Rated’, es decir, apto para todas las edades. Y su compromiso es imperturbable. Al ser consultada sobre si siente “algún sentimiento de responsabilidad hacia otras mujeres” al elegir guiones, reveló al entrevistador Richard Curtis que su enfoque radica en lo que se abstiene de hacer.
“No es por criticar las decisiones de los demás, pero para mí no quitarme la ropa en una película o no ser vulnerable físicamente es una decisión que tomo para mí misma”, afirmó.“Pero en efecto, estoy eligiendo no hacer algo en lugar de elegir hacer algo”.
La singular firmeza de la protagonista de Comer, Rezar, Amar podría sorprender a muchos, ya que se sabe que la mayor parte de las actrices accede a participar en este tipo de escenas en algún punto de su carrera. Por ello, Roberts asoció parte de su postura sobre el feminismo a su prima lejana, la reconocida Gloria Steinem, periodista e ícono del feminismo en Estados Unidos.
Esta influencia familiar, que fue descubierta por la legendaria actriz recientemente, parece jugar un rol en su deseo de ser un referente para otras mujeres que puedan sentirse obligadas a exhibirse para avanzar en el mundo del cine actualmente. La estrella de La boda de mi mejor amigo explicó que es muy consciente de que esto es muy común en los tiempos actuales.
En ese sentido, Julia Roberts no dejó de reconocer que, hoy en día, la dinámica de la industria del entretenimiento es “completamente diferente” en comparación con sus inicios en la actuación, ya que conlleva demasiada saturación.
“No sé si es mejor, porque no es mi experiencia, pero parece muy diferente”, se sinceró. “Y en cierto modo, parece tan desordenado. Hay tantos elementos para ser famoso ahora, que parece agotador. Hay más elementos, hay más ruido, hay más salidas, hay más cosas”, continuó.
Ya en 2009, durante el estreno de la cinta Duplicity, Roberts había expresado su posición en cuanto a desnudarse en pantalla. Respecto a si consideraría cambiar su punto de vista, la actriz enfatizó en que su rol de madre prevalece sobre cualquier guión, por lo que las producciones tendrán que adecuarse a su filosofía profesional.
“No es realmente lo que hago, así que si me pides que lo haga, tienes que esperar que sea moderado”, declaró a Daily Mail, “Ya sabes, como madre de tres hijos, me siento así”.
Casada con el director de fotografía Daniel Moder desde 2002, y madre de Henry, de 16 años, y de los gemelos Phinnaeus y Hazel, de 19, Julia Roberts ha consolidado un perfil bajo y familiar. A esto, también se suma su declaración de 2007 a la revista OK! en la que sostuvo firmemente que no realizaría desnudos en películas, definiendo la actuación con ropa como “interpretación” y sin ropa como un “documental”.
Recientemente, la estrella de cine protagonizó el thriller apocalíptico de Dejar el mundo atrás (Leave the World Behind) junto a Ethan Hawke. El filme, que llegó a Netflix el viernes 8 de diciembre, se basa en la exitosa novela de Rumaan Alam, cuya trama se desarrolla en Long Island, donde una pareja disfruta de unas vacaciones aparentemente idílicas justo antes de que el apocalipsis irrumpa en sus vidas.