El 28 de octubre fue encontrado el cuerpo sin vida del actor Matthew Perry, recordado por interpretar al personaje de Chandler Bing en la serie de comedia Friends. A poco más de tres meses del incidente, la policía de Los Ángeles ha dado por terminada la investigación de lo que hubo detrás de la muerte de Perry, dando el caso por cerrado.
Así lo confirmaron representantes del organismo público a People, además de que en el sitio web oficial del Médico forense del condado de Los Ángeles, se puede ver que el caso ha sido cerrado, destacando como principal causa de muerte “Efectos agudos de la ketamina”. El documento también menciona en el apartado de “condiciones significantes”, ahogamiento, enfermedad arterial coronaria y efectos de la buprenorfina.
A mediados de diciembre de 2023, se dio a conocer que Perry había tenido una sobredosis de ketamina, misma que usaba de manera terapéutica para controlar su depresión. La revelación dejó en shock a mucha gente cercana al actor, pues a lo largo de los últimos años, se esforzó por dejar atrás su dependencia a diversas sustancias y comenzar una vida más saludable con la intención de regresar a la actuación.
Sin embargo, fue su exnovia Kayti Edwards, de desmentir la “nueva vida” de Matthew, asegurando que el actor nunca pudo separarse completamente de las drogas. Edwards también consideró que Perry realmente creía que las infusiones de ketamina eran una manera genuina de mantenerse sobrio, pero esto estaba muy lejos de la realidad. El Dr. Bankole Johnson, uno de los principales neurocientíficos y médicos del mundo, llegó a mencionar a Page Six que si la ketamina por sí sola ya era peligrosa, combinarla con un opioide tan fuerte como lo es la buprenorfina, era prácticamente una sentencia de muerte.
“Sería una medicina cuestionable proporcionar ketamina a alguien que también utiliza buprenorfina, una verdadera receta para el desastre”, explicó.
Por su parte, Edwards reiteró que las conductas de Perry semanas antes de su muerte eran suficiente prueba de que seguía siendo dependiente a todo tipo de sustancias.
“Yo no estaba allí, así que no sé exactamente lo que pasó, pero conozco a Matthew como persona y como amigo y conozco las pautas que condujeron a esto. Podía verlo a la legua, no parecía estar bien durante las dos últimas semanas de su vida. Las personas sobrias que le conocían nunca habían estado con él cuando se drogaba, así que no conocían las señales”.
Raffi Djabourian, médico forense que se encargó de analizar el cuerpo de Perry, explicó de la siguiente forma lo que habría pasado con el cuerpo de Perry momentos antes de perder la vida.
“Con los elevados niveles de ketamina hallados en las muestras de sangre postmortem, los principales efectos letales serían tanto la sobreestimulación cardiovascular como la depresión respiratoria”.
Un punto que ha generado controversia es que, según los reportes forenses, la última infusión de ketamina que Perry recibió fue una semana y media antes de su muerte. Esta sustancia desaparece del organismo horas después de su consumo, por lo que Matthew habría conseguido la ketamina desde otra fuente el mismo día que fue encontrado ahogado en su jacuzzi. Tras revelarse la causa de muerte de Perry, Edwards pidió que se investigara a los doctores que le administraron la ketamina, pero ahora con el caso oficialmente cerrado, estos detalles de la muerte de Matthew quedarán sin resolverse.