Tirone José González Orama, mejor conocido como Canserbero, murió el 20 de enero de 2015 en la ciudad de Maracay, Venezuela, a los 26 años. El joven era una de las figuras de la escena del hip hop en América Latina. Su talento era indiscutible. La revista Rolling Stone lo eligió recientemente como el mejor rapero en español de los últimos 50 años. Para el artista venezolano el cielo era el límite. El martes se conoció que se muerte no se trató de un suicidio, como inicialmente se creía, sino que fue asesinado a apuñaladas por su representante Natalia Améstica.
“Con letras profundas, una voz inconfundible y una actitud de sólida autenticidad, Canserbero necesitó poco tiempo para convertirse en una de las figuras emblemáticas del rap en América Latina. Sus canciones cuentan historias complejas y oscuras, son reflexiones sesudas en torno a la vida, la muerte, la injusticia y las calles”, escribió la revista Rolling Stone en su reseña.
El 20 de enero de 2015, según la información que publicaron los medios venezolanos, aproximadamente a las 05:30 a.m. Canserbero se lanzó desde el décimo piso de un edificio ubicado en la urbanización Andrés Bello de Maracay. El hecho ocurrió en el apartamento de su amigo y colega, Carlos Daniel Molnar González, conocido como Stoperro, bajista de la banda Zion TPL.
De acuerdo con las autoridades venezolanas, Molnar le ofreció su casa a Canserbero en un momento de crisis personal, dado que supuestamente enfrentaba un episodio severo de depresión y una posible esquizofrenia. Pasada la media noche, y supuestamente tras sufrir un brote psicótico, el rapero asesinó a su amigo, luego fue a la cocina y se lanzó por la ventana.
Sin embargo, el entonces ex Defensor del Pueblo de Venezuela, Tarek William Saab, recomendó la exhumación del cuerpo de Canserbero tras reunirse con familiares del artista en marzo de 2015. Ese encuentro le dejó dudas al funcionario chavista sobre la versión oficial.
En abril de 2015, Saab presentó una reconstrucción de los hechos basado en indicios como la ausencia de la hija de los anfitriones en el momento del hecho. Además, se planteó la falta de resistencia aparente de Molnar, supuesto víctima de puñaladas.
Saab también señaló que el modo de extraer las romanillas de la ventana apuntaba a un acto deliberado y no a un suicidio desesperado, citando el testimonio de las hermanas del artista. Entre las dudas planteadas también estaba la desaparición de una suma de dinero y la partida de la única testigo, Natalia Améstica, esposa de Molnar, quien viajó a Chile tras el incidente.
Los familiares de Canserbero negaron que el artista tuviera trastornos mentales y resaltaron la inexistencia de sangre en sus manos que indicara su participación en el asesinato de Molnar. Su cuerpo fue hallado en una posición poco usual, y las cámaras de seguridad estaban apagadas. La versión inicial de los hechos fue proporcionada por los hermanos Guillermo Orlando Améstica y Natalia Améstica.
La confesión de la asesina
Tras más de ocho de investigación, el ahora fiscal general, Tarek William Saab, expuso el martes frente a periodistas un “esclarecimiento definitivo” de este caso “que causó conmoción en el mundo de la música” y que incrimina a una decena de funcionarios policiales y del sistema de justicia.
Saab presentó declaraciones grabadas en video en los que Améstica confiesa haber usado benzodiacepinas para adormecer a Molnar, quien era su pareja, y a Canserbero, para luego apuñalarlos hasta dejarlos sin vida.
En su relato, la mujer cuenta se peleó con Molnar por dinero, un hecho relacionado a los gastos realizados en 2015 en un gira a Chile. Améstica también habría discutido con el joven rapero, quien al parecer le pidió que no fuera más su representante.
La noche del crimen, Amestica les preparó un té al que les puso benzodiacepinas. Cuando Molnar estaba bajo los efectos de la droga, adormecido, la mujer aprovechó y le clavó unas puñaladas en el cuelo. Canserbero fue testigo de todo, sin embargo no pudo reaccionar porque también estaba bajo el poderoso efecto del ansiolítico. Cuando el artista cayó dormido, la mujer lo apuñaló. Desesperada y sin saber qué hacer, llamó a su hermano, quien llegó al departamento con unos funcionarios de la inteligencia estatal venezolana (Sebin). Los hombres arreglaron la escena del crimen de tal forma que pareciera que Canserbero asesinó a su amigo y, en un rapto de locura por una supuesta esquizofrenia, se lanzó por la ventana del apartamento.
Los policías judiciales que ayudaron a limpiar la escena del crimen pidieron a cambio 10.000 dólares para sostener ante las demás autoridades la versión que habían armado. Tras el hecho, los hermanos Amestica se fueron a Chile y regresaron a Venezuela cuando la causa fue sobreseída.
“Dichas brutales revelaciones expresan como los hermanos Amestica, de origen chileno, se confabularon por odio, envidia, sed de venganza y ambiciones financieras, para matar a Tyrone González, Canserbero, y a Carlos Molnar”, declaró Saab.
En la investigación participaron cerca de 50 personas y hay seis detenidos por estos hechos, entre ellos los hermanos Améstica, y se han librado otras órdenes de captura contra dos fiscales “que encubrieron” la verdad, detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y un oficial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que obstruyeron la justicia. Asimismo, la Fiscalía ha pedido encarcelar a la forense que revisó el cuerpo de Canserbero, a quien calificó como “un mártir de la juventud venezolana”.