Barbra Streisand se confesó ante el diario The New York Times sobre su nueva autobiografía titulada My Name Is Barbra. En ella, la estrella de Funny Girl dedicó un espacio significativo a la moda, explicando cómo a sus 81 años se siente liberada de no preocuparse por lo que la gente piense con respecto a su vestimenta.
Durante la entrevista, Streisand expresó que “la gente debería expresarse y vestir lo que se sienta cada día. Y eso no tiene nada que ver con la edad”. La actriz y cantante, a quien Alec Baldwin recientemente calificó como “la mujer más atractiva de todos los tiempos”, reflexionó sobre cómo en los inicios de su carrera optó por no vestir de manera sensual por temor a cómo sería percibida. Ahora, es algo que no le genera preocupación.
“Tenía demasiado miedo de ser vista de esa manera en ese momento. Ahora soy demasiado mayor para que me importe”, aclaró la multipremiada artista.
Esta actitud tan desenfadada llegó a tal punto que Streisand tuvo la gran idea de posar sin pantalones — “solo piernas” — en la portada de la revista W en 2016. Aunque en las décadas de 1960 y 1970 no llevaba atuendos particularmente arriesgados, la actriz de “Yentl” marcó una pauta de otra forma, compartiendo que nunca “siguió el estilo del momento”.
Streisand reveló que desde joven se inspiró en películas de época, pinturas expuestas en museos y los famosos carteles de Alphonse Mucha de Sarah Bernhardt, que vio por primera vez en su adolescencia. Cuando comenzó a actuar en los bares con pianos de Nueva York, diseñaba sus propios atuendos, como “un chaleco persa de cuello alto con mangas largas de principios de siglo”.
“No me identificaba con el tipo de vestido convencional que la mayoría de las cantantes de clubes nocturnos usaban”, señaló la cantante. Y aunque su estilo ha evolucionado a lo largo de los años, la intérprete de The Way We Were siempre se ha mantenido fiel a sí misma, incluso utilizando piezas de su propio guardarropa en películas como The Prince of Tides.
Streisand concluyó diciendo que la forma en que las mujeres se visten no debería influir en la percepción que se tiene de ellas. “Como escribí en mi libro, ‘¿Por qué las mujeres no pueden ser exitosas y atractivas, fuertes y sensibles, inteligentes y sensuales?’”, compartió la artista.
Pero a pesar de sentirse más cómoda con la idea de mostrarse sensual ante las cámaras, Barbra continúa teniendo algunos complejos que probablemente llevará con ella el resto de su vida. Desde el primer día que piso Hollywood, el físico de Streisand dio mucho de qué hablar, sobre todo su pronunciada nariz. “Un oso hormiguero amable, un caqui agrio, un hámster furioso, una gacela miope y un hurón mareado”, fueron algunos de los muchos apodos que Streisand recibió a lo largo de los años, y que, confesó, siguen doliendo aún después de tantas décadas consagrándose como una de las figuras más importantes del entretenimiento del siglo XX.
“Ojalá pudiera decir que nada de esto me afectó, pero así fue. Incluso después de todos estos años, todavía me duelen los insultos y no puedo creer en los elogios.
A esto se le suma que decenas, sino es que cientos de cirujanos han fantaseado en posar el bisturí en la nariz más famosa del cine, pero a pesar de todo, Streisand logró convertir su “defecto” en su sello característico.
“(Operarme) Era demasiado arriesgado. ¿Y quién sabía lo que podría haberle hecho a mi voz? Una vez el médico me dijo que tenía el tabique desviado... tal vez por eso hablo como hablo”.