Con una carrera de casi 50 años dentro de la industria del cine, Tom Hanks ha vivido todo tipo de experiencias dentro del set. Sin embargo, en 1995 vivió una vergüenza tan grande que durante el más reciente episodio de The Graham Norton Show aseguró que se trató de “el momento más estúpido de su carrera”.
En aquel año, Hanks se encontraba grabando Apolo 13, una cinta basada en la misión fallida de la NASA donde los astronautas James Lovell, Jack Swigert y Fred Haise casi perdieron la vida tras quedar varados en el espacio. La película fue un rotundo éxito, incluso contiene una de las frases que más se ha quedado marcada en la memoria colectiva: “Houston, tenemos un problema”. No obstante, Tom Hanks, quien le dio vida al astronauta Jim Lovell, vivió un momento muy incómodo mientras practicaba sus escenas.
Según cuenta el ganador del Oscar, él y los actores Bill Paxton (Fred Heise) y Kevin Bacon (Jack Swigert), se encontraban ensayando sus escenas antigravedad con arneses especiales. El usar estos arneses limita mucho el movimiento de los actores, haciéndolos ver algo torpes. Esto no hubiera sido un problema si no fuera porque ese día llegó nada menos que el mismo Jim Lovell al set, haciendo que Tom Hanks se muriera de vergüenza.
“Kevin Bacon, Bill Paxton y yo estábamos recreando el momento serio justo después de ‘Houston tenemos un problema’, y subimos y bajamos en agarraderas haciéndonos parecer ingrávidos. Parecíamos ridículos y cuando miré hacia abajo estaba Jim (Lovell) mirándonos. Nunca me he sentido más estúpido en mi vida”, declaró el actor a Graham Norton.
A pesar del bochorno, grabar Apolo 13 fue un parteaguas para la carrera de Hanks, quien desde joven mostró una gran obsesión con el espacio exterior. Fue este mismo amor el que hizo que el actor se quedara con el papel de James Lovell, pues originalmente, sería Kevin Costner el encargado de darle vida al astronauta.
Hanks continúa enamorado de las estrellas, a tal grado que confesó en una entrevista con The Telegraph que sería capaz de cualquier cosa con tal de grabar una película directamente en el espacio.
“Me gustaría ser el responsable de servir comida y contar chistes durante el viaje de ida y vuelta a la luna. (...) Sería el tipo que se encarga de limpiar, contar chistes, contar historias y mantener a todos entretenidos. Estoy a su disposición. Probablemente, me apuntaría ahora mismo. Esa podría ser una buena idea. Haré todo el trabajo. Limpiaré el inodoro. Serviré la comida. Doblaré la ropa. Guardaré el equipo. De esa manera, los demás podrán hacer otras cosas”.
El actor, además, se encuentra preparando una exposición junto a Christopher Riley, cineasta cuya carrera ha girado en torno a documentales sobre el espacio y la naturaleza. Titulada The Moonwalkers, la instalación hará un repaso por todas las misiones espaciales Apolo, usando la tecnología más avanzada para crear una experiencia completamente inmersiva. Hanks, además, fungirá como narrador de las experiencias que vivieron todos los astronautas en estas misiones que cambiaron para siempre la forma en que se percibe el espacio.
“The Moonwalkers también ofrece una visión del inminente regreso de las misiones de superficie tripuladas al adentrarse entre bastidores en el programa Artemis, incluyendo entrevistas entre Hanks y los astronautas de Artemis. La potente tecnología de proyección y audio de Lightroom transformará el inmenso espacio en un vehículo para un espectacular viaje inmersivo a nuestro vecino celeste más cercano”, dice la descripción oficial de The Moonwalkers.