Las cirugías plásticas son una constante en la industria del entretenimiento. Muchas veces, los ayuda en una carrera artística que suele demandar imágenes joviales y voluptuosas en pantalla. Pero muchas celebridades han salido del quirófano completamente desfigurados, o al menos, arrepentidos de los resultados y sufriendo las secuelas físicas y mentales que la intervención causó.
En casos extremos, las consecuencias de la cirugía son tan graves que la industria les da la espalda, dejando a estas celebridades con el cuerpo o el rostro cambiado, la autoestima destrozada y sin un trabajo con el que solventar una vida que, dados los estándares de Hollywood, puede llegar a ser muy costosa.
Estas son algunas de las celebridades cuyas cirugías estéticas le trajeron más problemas que alegrías dentro de la industria.
Jennifer Grey
Jennifer Grey se hizo de gran fama tras su participación en Baile Caliente. Si bien, a lo largo de las décadas continuó participando en varias películas y series, su trabajo como actriz no despegó como se esperaba. Aunque la industria tiende a ser volátil y las “grandes promesas” no llegan a florecer, la misma Jennifer confesó que su infame cirugía de nariz afectó de manera muy negativa a su carrera.
“Entré en el quirófano siendo una celebridad y salí anónima. Fue la operación de nariz del infierno. Siempre seré esa actriz de antaño famosa a la que nadie reconoce por operarse la nariz”, declaró a The Mirror en 2012.
Tara Reid
A principios de los años 2000, Tara Reid era una de las mujeres más codiciadas de Hollywood. Su participación en cintas como El Gran Lebowski y American Pie sólo aumentaban su estatus como sex symbol, pero su vida dio un giro de 180° cuando en 2004 decidió someterse a una cirugía de aumento de busto y una liposucción, lo cual resintió tanto su cuerpo como su carrera.
“Mi estómago se convirtió en la cosa más ondulada y abultada. Tenía una hernia, un bulto enorme junto al ombligo. Como resultado, no podía llevar bikini. Perdí mucho trabajo”, confesó Reid a CBS.
El caso de Reid fue más dramático que el de muchos de la lista, pues de protagonizar varias cintas que hoy en día se consideran de culto, pasó a dedicarse de lleno al cine clase B como algunas de las secuelas de la infame Sharknado.
Ashlee Simpson
La carrera de Ashlee se vio duramente afectada tanto por sus decisiones como por los medios de comunicación que en su momento criticaban de una manera muy cruel lo que no creían correcto. Sí, Ashlee dio shows en vivo cuya calidad fue tan cuestionable que sus fans la abuchearon, además de su infame presentación en SNL donde hizo playback por la que probablemente nunca sea perdonada. Sin embargo, el último clavo del ataúd de su carrera fue la portada en la revista Marie Claire donde dio un emotivo discurso sobre la aceptación corporal, sólo para casi inmediatamente irse a retocar la nariz con el cirujano.
La revista incluso tuvo que dar un mensaje donde declaraba que no estaba de acuerdo con la forma en que se había manejado la cantante. Simpson no se hizo una mala cirugía per sé, pero definitivamente, el haberse hecho la cirugía fue una muy mala decisión.
Melanie Griffith
Desde mediados de los 70, Melanie Griffith estaba consagrando una gran carrera actoral, siendo probablemente su punto más álgido en 1988 cuando fue nominada a Mejor Actriz por su trabajo en Working Girl (Armas de Mujer). Sin embargo, y aunque siguió trabajando en las décadas posteriores, el trabajo de Griffith tuvo un importante declive, el cual muchos adjudican a sus cirugías plásticas.
Lifting facial, operaciones de labios y demás de cirugías, dejaron irreconocible a la actriz, quien llegó a ser cuestionada por la revista Porter sobre cómo le afectó este cambio de apariencia, a lo que Melanie contestó:
“No, no (me di cuenta) hasta que la gente empezó a decir: ‘Dios mío, ¿qué ha hecho? Estaba muy dolida. Fui a otro médico y empezó a disolver toda la porquería que me había puesto la otra doctora. Con suerte, ahora tengo un aspecto más normal”.
Unos años más tarde, también reveló a US Weekly que los comentarios en redes siguen siendo muy hirientes .“La mayoría de la gente me dice que tengo un aspecto horrible. Los tuits que recibo son realmente desagradables”.
Heidi Montag
Montag hizo pedazos su carrera antes de que siquiera le diera oportunidad de despegar. Tras su aparición en The Hills, la serie secuela de Laguna Beach, todo estaba listo para que Heidi se adueñara de Hollywood, pero un día de 2010 consideró que era una excelente idea hacerse diez procedimientos estéticos de golpe. Por supuesto, los resultados fueron desastrosos.
Previamente, Heidi ya se había realizado implantes mamarios y una rinoplastia, y al querer hacerse unos retoques en sus pechos, el cirujano le hizo una oferta que, al parecer, no pudo rechazar. Lifting de cejas, liposucción en la cara interna y externa de los muslos, inyecciones de grasa en los pómulos, recorte de la espalda, orejas, rinoplastia, implantes mamarios y afeitado de barbilla, fue a lo que Montag se sometió en tan sólo un día, y al final, tanto estos procedimientos como la vida de estrella, terminaron por arruinarla a ella y a su esposo Spencer Pratt.
“La mayor parte (del dinero) se ha ido. Hay agentes, abogados, managers, impuestos, peluquería y maquillaje... Nos atraparon, y fue mucho y realmente abrumador”.
Jamie Lee Curtis
Lo último que se puede decir de Jamie Lee Curtis es que su carrera está arruinada. Es de esas actrices que todo lo que toca lo convierte en oro, pero incluso ella resintió los efectos de las cirugías estéticas. Curtis se sometió a una intervención para quitarse las bolsas de los ojos, y aunque se trataría de un procedimiento muy poco invasivo comparado con otros, causó suficiente impacto como para que le prohibieran grabar una película.
“Hace diez años, antes de que nadie lo hiciera, me quitaron grasa de debajo de los ojos porque estaba en una película y estaba hinchada. Recuerdo que el camarógrafo me dijo: ‘No puedo filmarla ahora’. Recuerdo que me sentí mortificada. Y sin embargo, ¿sabes qué? Nadie te dice que si te quitas grasa del cuerpo en un sitio, vuelve en otro. Todas estas experiencias ‘mejoradoras’ no están exentas de riesgos. Y existe esta ilusión de que una vez que lo haces, entonces estarás bien. Y eso es mentira. Me veía peor”, declaró la renombrada actriz a The Telegraph.
Cardi B
Cardi B continúa dando mucho de qué hablar y llenando sus shows con una mano en la cintura. Sin embargo, las secuelas de su liposucción la obligaron a cancelar varias fechas de su gira en 2019, lo que causó una enorme molestia por parte de la diva del hip-hop asegurando que lo que más ama en este mundo es generar dinero, y el no poder subirse al escenario se tradujo en pérdidas millonarias.
“Odio cancelar shows porque me encanta el dinero. Soy una adicta al dinero. Me pagan mucho dinero por estos shows... Estoy cancelando millones de dólares en shows, pero la salud es riqueza, así que tengo que hacer lo que tengo que hacer”, declaró Cardi B en su momento.
Janice Dickinson
Considerada una de las primeras supermodelos del mundo, Janice Dickinson tuvo una carrera tanto exitosa como fugaz. La industria de la moda es quizá la más voluble de todas, y en el momento en el que Janice comenzó a “envejecer” según los estándares, decidió hacerse varios retoques. Lifting, abdominoplastia, rellenos faciales y aumento de senos, fueron las reconstrucciones que Dickinson se hizo, y lamentablemente, la inversión no fue recompensada.
Dickinson dejó de tener trabajo como modelo, además de que sus apariciones en televisión se limitaron a realities donde muchos la utilizaron como burla. A esto se le suma que en 2013 se declaró en bancarrota, y aunque ha podido recuperarse gracias a el lanzamiento de varios libros autobiográficos y una agencia de modelaje, es un hecho que Janice ha sido una de las celebridades que más ha resentido las secuelas de las cirugías plásticas.
Linda Evangelista
Linda Evangelista se ha enfrentado a demasiados problemas en su vida a pesar de ser una de las modelos que cambiaron para siempre la forma en que el público veía la industria de la moda en los 90′s, pero probablemente, el abuso de su ex-esposo Gérald Marie y su fallido procedimiento de criolipólisis fueron dos de las situaciones que más han marcado su vida.
En lo que respecta a su intervención estética, Evangelista se sometió a siete sesiones de CoolSculpting que buscaban eliminar grasa de su mandíbula, muslos, estómago y espalda. Los resultados fueron desastrosos, con protuberancias duras y entumecidas que ni la liposucción ni el uso de prendas de compresión corporal total pudieron corregir. El autoestima de Linda, que ya estaba muy lacerado para entonces, prácticamente se esfumó, al punto de que pasó de posar en las pasarelas más importantes del planeta a no querer volver a mostrar su rostro en público ni mirarse al espejo.
Sin embargo, Linda trata de recuperarse y ahora ve el mundo con optimismo.
“Ya no me culpo. Ya no soy dura conmigo misma. Y lo que la gente siente por mí todavía me molesta un poco, pero antes me molestaba mucho. Ahora sé que no he hecho nada malo. Durante mucho tiempo pensé que sí. No me he librado completamente de ello, pero trabajo duro para librarme de la culpa y la vergüenza. Y no dejo que me arruine la vida. No me habría quedado encerrada si hubiera sabido a cuánta gente le importaba”, dijo recientemente en una entrevista para Times.
Rupert Everett
Everett ha tratado de entender la razón verdadera detrás del fin de su carrera. Llegó a decir que quizá no estaba hecho para ser una estrella de cine, también que su salida del closet le generó una imagen muy negativa, pero sobre todo está su decisión de haberse hecho varios retoques faciales como implante de mentón, botox y lifting. Este cambio tan radical en su aspecto, sumado al machismo de la época, habría hecho que el actor fuera prácticamente desterrado de Hollywood.
“Esas imágenes dieron la vuelta al mundo, y en un momento dado perdí un trabajo de un gran director australiano porque vio las imágenes del antes y el después en un periódico. En realidad, un hombre no debería hacerse un lifting, porque sus rostros no lo soportan bien”, declaró el actor en entrevista para Express.