Sharon Osbourne, esposa de Ozzy Osbourne que se ha encargado de manejar su carrera desde los años 80, brindó una reveladora entrevista para Daily Mail donde compartió varios detalles acerca de los problemas de salud que “El Príncipe de las Tinieblas” ha enfrentado en los últimos años, asegurando que verlo tan mal ha sido desgarrador.
“Me ha roto el corazón ver a mi marido en una situación en la que no es autosuficiente, necesita ayuda. Era tan vibrante, con tantas ganas de vivir. Pero aprendes a adaptarte. Siempre estaré ahí para mi marido. Le adoro. Le debo tanto. Me dio lo mejor de mi vida, mis hijos”, explicó la también celebridad de 71 años.
Sharon, además, explicó que la condición de Ozzy es tan delicada que pareciera que se trata de una “figura de porcelana” que todos tienen que asegurarse que no se rompa. “Tomaba grandes cantidades de anticoagulantes, así que hay que tener cuidado porque si se vuelve a caer podría desangrarse. Es como si fuera un trozo de porcelana y tienes que poner algodón”, dijo Sharon a Daily Mail.
Debido a esto, la relación entre ambos ha cambiado radicalmente, pero Sharon reitera que se ha mantenido al pendiente de su esposo “no porque tenga que hacerlo sino porque quiero y lo quiero”.
Si bien, hoy en día Ozzy se encuentra en un estado de salud muy delicado, es un hecho que Sharon ha estado acostumbrada a cuidar de él y de sus conductas autodestructivas desde el primer día que se conocieron. Cuando Ozzy fue despedido de Black Sabbath a finales de los años 70′s, el padre de Sharon le pidió que se encargara de él y de sus necesidades. Para entonces, Ozzy era adicto a varias sustancias y en muchas ocasiones estuvo a punto de perder la vida; prueba de ello fue el video que lanzó en 2019 para el tema Under The Graveyard, mismo que representa la primera de muchas veces que Sharon tuvo que volver a juntar los pedazos de un Ozzy completamente destruido. Al respecto, el músico declaró lo siguiente:
“Para ser honesto, me es muy difícil verla, ya que me hace recordar las etapas más oscuras de mi vida. Gracias a Dios, Sharon estuvo ahí para levantarme y creer en mí. Fue la primera vez que estuvo ahí para apoyarme y reconstruirme desde cero, pero ciertamente no fue la última vez”.
Después de varios años, Ozzy logró dejar las drogas, pero los problemas de salud comenzaron a aparecer. En 2003 fue diagnosticado con Parkinson y ese mismo año tuvo un accidente que se agravó 16 años después por una caída en su hogar. Desde entonces, el intérprete de Paranoid ha tenido que entrar al quirófano en varias ocasiones, siendo la cirugía del pasado junio la que tanto él como su esposa consideran aquella que le cambió la vida, pues se encargó de extirpar y realinear los clavos de su cuello y espalda.
Largas terapias y tratamientos con células madre también han sido parte de la recuperación de Ozzy, pero después de este largo proceso, el músico confesó que, independientemente de los resultados que tenga, no quiere volver a entrar al quirófano.
“No puedo creer que haya llegado al final. Han sido cinco años de absoluto infierno para mí y para la familia. Va a ser la cirugía final porque ya no puedo más”, compartió Ozzy en una entrevista con Talk TV. Más adelante, durante un episodio de The Osbournes Podcast grabado un día antes de su último procedimiento, Osbourne reiteró que no tenía intenciones de volver a operarse.
“Independientemente de cómo termine, después de mañana, se acabó. No voy a hacer más. No puedo”.