En el mar de los archivos cinematográficos, existió una reliquia que, hace más de 100 años, relató la historia de la famosa catástrofe del hundimiento del RMS Titanic por primera vez: “Saved from the Titanic”. La tragedia marítima tuvo lugar durante el viaje inaugural del transatlántico británico el 14 de abril de 1912, mientras se dirigía de Southampton a Nueva York. Allí, una joven actriz de 22 años llena de ilusiones esperaba regresar a casa, sin saber que, en el cuarto día de la travesía, su vida iba a tomar un rumbo distinto.
Dorothy Gibson, modelo, cantante y actriz de cine mudo, regresaba de sus vacaciones en Italia en el viaje inaugural del Titanic. Había abordado el prestigioso barco el 10 de abril de 1912. Cuatro días después, mientras estaba jugando ‘bridge’, el famoso juego de naipes, el buque más famoso del mundo colisionó contra un iceberg por el lado de estribor, lo que causó su hundimiento en menos de tres horas.
Pero Gibson, milagrosamente, vivió para contarlo. La joven artista tuvo la fortuna de ser una de las primeras personas en escapar en el bote salvavidas número 7 y no solo fue una de las sobrevivientes más jóvenes del Titanic, sino también la mente creativa detrás de la película que desafió las normas establecidas.
Al retornar a la ciudad de Nueva York en su natal Estados Unidos después de haber atravesado un episodio sumamente traumático, su empresa Éclair Film Company le propuso inmediatamente hacer una película sobre la histórica tragedia. Naturalmente, la rapidez con la que se pusieron a trabajar en el filme no le dio tiempo a la actriz de procesar tal nivel de impacto.
Así, su experiencia de supervivencia en uno de los desastres marítimos más grandes del siglo XX se convertiría en la piedra angular de la primera película sobre el hundimiento del transatlántico, tan solo un mes después del trágico evento. De hecho, recrear la traumática experiencia del desastre del Titanic fue terrible para Dorothy, pues tuvo varias crisis emocionales durante la filmación.
La película se rodó en aproximadamente una semana en los estudios de Éclair Film Company. Se incluyeron imágenes reales de algunos supervivientes llegando a Nueva York a bordo del RMS Carpathia y otras de un viaje inaugural del RMS Olympic. La obra también mezclaba secuencias de noticieros y material audiovisual de icebergs. Lo restante fue filmado en un estudio de cine de Nueva Jersey y en un barco atascado en el puerto de Nueva York.
¿El resultado? Una histórica película muda que duró solo diez minutos. La brevedad era normal durante esa época, pues en los cines se solían proyectar varios cortos de un solo carrete. Sorprendentemente, el filme se estrenó solo 31 días después del desastre y se convirtió en un fenómeno mundial. Aunque también se sabe que fue criticada por haber generado ganancias a costa de una tragedia.
Sin embargo, la pieza logró romper esquemas al ser la primera en abordar el tema del famoso hundimiento del Titanic. Su enfoque único radicaba en el relato íntimo de Gibson, quien, además de interpretar el papel principal, colaboró activamente en la creación del guion basándose en sus experiencias personales, que fueron contadas a sus padres y a su prometido.
“Saved from the Titanic” no solo llevó a la gran pantalla el testimonio de Gibson, sino que también innovó en la industria cinematográfica de la época incorporando secuencias coloreadas en Kinemacolor, una técnica revolucionaria para el cine de principios del siglo XX. Así, la película se convirtió en una de las primeras en usar el color a modo de experimento en dos privilegiadas escenas: una donde aparece Dorothy volviendo con sus padres después de que fuese dada por muerta, y la última escena en la que su padre le presenta a su esposa. Este intento pionero le añadió un nivel de realismo y emoción, capturando la atención del público de la época.
Al hundirse en aguas heladas, el Titanic llevaba a bordo más de 1,500 vidas. Pero, sobre el escenario de los estudios de la Éclair Film Company en Nueva Jersey, Gibson revivió el fatídico momento vestida con las mismas prendas que portaba la noche del accidente. Este detalle le añadió mayor drama y relevancia a esta reliquia.
La película no solo relató la odisea de “la señorita Dorothy”, como llamaban a su personaje, durante el hundimiento, sino que también reflejó las complejas emociones y traumas posnaufragio, reflejados en las escenas de su reencuentro con la familia y su prometido en la gran pantalla. Fueron parte del privilegiado elenco Alec B. Francis como el padre de Dorothy, Julia Stuart como la madre, John G. Adolfi como el prometido “Ens. Jack” y E.J Smith como el capitán del barco. También se incluyeron dos actores como amigos de “Jack” y dos actrices como amigas de la protagonista.
Lamentablemente, como si se tratara de una analogía entre el agua y el fuego, su destino trágico reflejó el mismo destino del Titanic: en 1914, dos años después de su estreno, todas las copias conocidas se perdieron en un incendio en los estudios Éclair.
Dorothy Gibson murió el siglo pasado, en el año 1946, en Francia, y siempre será recordada como la sobreviviente del Titanic. El legado de su película “Saved from the Titanic” resuena hasta el día de hoy en la historia del cine como una reliquia única y valiosa, aunque su existencia real se haya perdido en las llamas del pasado.