Oppenheimer, la más reciente cinta del director Christopher Nolan, fue todo un éxito rotundo durante las semanas que estuvo en carteleras; en gran medida gracias al extraordinario trabajo que hizo Cillian Murphy dándole vida al controversial científico. Sin embargo, en todo este tiempo no estuvo exenta de críticas; una de las que más circuló en redes fue la negativa de Nolan de mostrar la creación del físico Robert Oppenheimer en acción, es decir, la bomba atómica siendo lanzada a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, causando la muerte de más de 100 mil civiles.
Las críticas de esta decisión no sólo llegaron de parte del público, sino también de colegas cineastas como Spike Lee, director que ha sido conocido por sus filmes en contra del racismo. En entrevista con The Washington Post, Lee reiteró que dentro de las tres horas que dura Oppenheimer, Nolan bien pudo agregar algunos minutos para mostrar los estragos que dejó su invento.
“Si son tres horas, me habría gustado que añadiesen algunos minutos más sobre lo que le pasó a la gente japonesa. La gente se evaporó. Muchos años después, otra gente sigue siendo radiactiva. No es que él no tuviese ningún poder... Él [Nolan] les dice a los estudios lo que hacer. Me habría encantado que al final de la película hubieran mostrado lo que hicieron, lanzando esas dos bombas nucleares en Japón. Entiéndeme, todo esto lo digo desde el amor”, dijo el director el pasado octubre.
Finalmente, Nolan ha respondido a estos comentarios durante una entrevista con Variety, donde reiteró que su negativa de presentar el sufrimiento del pueblo japonés fue debido a que toda la película gira en torno a la perspectiva de Oppenheimer, quien nunca vio de primera mano las consecuencias de la bomba atómica.
“La película presenta la experiencia de Oppenheimer de forma subjetiva. Siempre fue mi intención mantenerme rígidamente en eso. Oppenheimer se enteró del bombardeo al mismo tiempo que el resto del mundo. Quería mostrar a alguien que está empezando a tener una idea más clara de las consecuencias no deseadas de sus acciones. Se trataba tanto de lo que no muestro como de lo que muestro”, compartió el director.
Anteriormente, Nolan ya había declarado que Oppenheimer estaba lejos de ser un documental, a pesar de estar inspirado directamente en la biografía de Robert Oppenheimer, Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer, escrito por Kai Bird y Martin J. Sherwin. Más allá de arrojar datos históricos, el director buscaba generar una conversación sobre las verdaderas causas y consecuencias del bombardeo a Japón y cómo estas varían mucho según el punto de vista de la persona que las cuenta.
“Mi investigación y mi compromiso con esta historia me dicen que cualquiera que afirme una respuesta simple niega muchos de los hechos. Obviamente, sería mucho mejor para el mundo si no hubiera sucedido. Pero gran parte de la actitud hacia el bombardeo depende de la situación del individuo que responde a la pregunta. Cuando hablas con personas cuyos familiares estaban peleando en el Pacífico, obtienes una respuesta. Cuando miras el impacto devastador en Hiroshima y Nagasaki, obtienes otra. La película es un intento honesto de expresar mis sentimientos al respecto”.
Finalmente, el director aseguró que la película tuvo un efecto muy negativo en él al verla terminada: “Tuve una reacción claramente negativa. Eso me dio la fe de que la película estaba funcionando en mí. Y me hizo alegrarme de dejarla atrás, cosa que no he sentido con mis otras películas. Estaba listo para pensar en otras cosas”.