En 1973, semanas después de que Paul McCartney lanzara su cuarto álbum con la banda Wings, Red Rose Speedway, fue estrenada la pieza Live and Let Die, que fue el tema principal de la octava cinta de James Bond. Rápidamente, el tema se convirtió en un rotundo éxito y con los años un clásico dentro del catálogo del ex-beatle. Gracias al enorme recibimiento de la canción y la constante evolución de la industria musical con conciertos cada vez más espectaculares, McCartney decidió que era tiempo de agregar pirotecnia a la interpretación de Live and Let Die.
Durante las primeras pruebas, fue muy bien recibida por el público, con las personas en primera fila completamente atónitas por los fuegos artificiales. McCartney estaba muy feliz con la gran simbiosis que se había hecho entre la pirotecnia y la canción, hasta que un día, a punto de hacer retumbar el cielo con otra explosiva interpretación, Paul se percató que en la primera fila había una anciana de unos 90 años, lo cual lo hizo preocuparse mucho.
En su pódcast A Life in Lyrics, el músico de 81 años contó la anécdota de aquella ocasión en que creyó que mataría a una mujer mayor con su show.
“Es una gran canción para nosotros. Tenemos pirotecnia y puede hacer un poco de calor ahí arriba. Cuando sabemos que se van a producir las explosiones, miramos a la gente de la primera fila y entonces ‘boom’. Es genial ver cómo se miran unos a otros y se quedan pasmados. Al principio lo hacíamos y había una explosión. Cuando empezamos, me di cuenta de que había una mujer de 90 años, muy mayor, en primera fila. De repente pienso: ‘¡Mi*rda, la vamos a matar!’”, compartió McCartney en su pódcast.
Sin embargo, aunque el show de Paul pudo haber tenido consecuencias mortales debido a la estridencia de la pirotecnia y la avanzada edad de la anciana, parece que la fanática disfrutó mucho de la interpretación de McCartney.
“No puedo parar la canción y decirle: ‘Tápate los oídos, amor’, (así que) miro hacia otro lado y ‘boom’. Entonces vuelvo a mirarla y ¡le está encantando!”.
Al final, todo el show salió de la mejor manera posible y Live And Let Die se volvió la quinta pieza que más veces ha interpretado McCartney en vivo con un total de 669 puestas en escena, sólo detrás de Lady Madonna (678), Band on the Run (679), Hey Jude (696) y Let It Be (706).
Durante este episodio de su pódcast, el músico también reveló que siempre tuvo el sueño de hacer una canción para la franquicia del agente 007, pues incluso para la época, el espía británico ya era todo un fenómeno cultural. McCartney recordó que fue su “chico de los discos” en Apple Récords el que lo acerco a la franquicia, y aunque por fuera se mostró sereno, el ex-beatle estaba muy emocionado por la oportunidad.
”En este caso, nuestro chico de los discos, que se encargaba de Apple Records de The Beatles, conocía a alguien relacionado con la franquicia Bond. Un día estábamos charlando y nos dijo: ‘No tienes interés en hacer una película de Bond, ¿verdad? ‘Sí, probablemente me interesaría’. No quería parecer demasiado entusiasmado. ‘Sí, claro, lo haré'”, narró McCartney.
Hasta el día de hoy, hacer una canción para James Bond es un privilegio con el que muchos artistas sueñan. Adele, Billie Eilish, Nancy Sinatra, Jack White, Alicia Keys, Duran Duran, Garbage, Chris Cornell y Sam Smith, son algunos de los actos que han musicalizado las películas de James Bond.