Amanda Bynes, exestrella de Nickelodeon, volvió a ser hospitalizada en un centro psiquiátrico

La protagonista de “Una chica en apuros” buscó un ambiente con atención las 24 horas del día

A finales de marzo, la exestrella infantil Amanda Bynes se internó en un centro psiquiátrico; esto después de que fuera encontrada completamente desnuda en las calles de Los Ángeles asegurando que tenía un episodio psicótico. Fue la misma Bynes quien llamó al 911 para recibir ayuda, y tras atender la llamada, una ambulancia la traslado a un hospital psiquiátrico. Para entonces, las autoridades de la ciudad declararon a Amanda “un peligro para sí misma y para los demás”.

Desde entonces, Bynes se encontraba en tratamiento ambulatorio, es decir, no tuvo que ser internada. Si bien, los proresionales veían progresos, Amanda no lo vio de esta forma, y decidió abandonar este programa para trasladarse a un centro ubicado en el Condado de Orange donde recibirá atención intensiva.

Según fuentes de TMZ, la protagonista de Una chica en apuros tenía problemas para lidiar con la soledad de su apartamento, por lo que prefirió internarse en esta clínica con la intención de recibir atención las 24 horas del día los siete días a la semana, además de estar en contacto con otros pacientes.

Amanda Bynes se internó en una nueva clínica con la intención de recibir atención las 24 horas del día los siete días a la semana, además de estar en contacto con otros pacientes. Fotos: @rlamandabynes / Instagram

Además de la terapia tradicional, el centro le ofrece a Bynes diversas actividades para desarrollar sus habilidades sociales, con la intención que pueda ser una persona más funcional en cuanto salga de la clínica.

Amanda lleva muchos años peleando contra problemas mentales y adicciones. En una entrevista celebrada en 2018 con el medio Paper Magazine, Bynes habló sobre sus inicios en las drogas. Comenzó a los 16 años fumando marihuana, y con los años, probó otras sustancias más fuertes como la cocaína, el éxtasis y el MDMA, pero según la actriz, ninguna de estas drogas le causó una adicción.

Sería hasta que probó el Aderall (anfetaminas) que sus problemas con las drogas comenzarían, pues además del efecto conocido de la droga como mantenerse despierto, y sentir más energía a lo largo del día, las anfetaminas también tenían la fama de ayudar a las mujeres a bajar de peso, por lo que Amanda abusaría de esta sustancia. La adicción fue tan grave que su comportamiento errático la llevó a abandonar las grabaciones de Pase Libre.

Amanda Bynes se volvió adicta a las anfetaminas por querer adelgazar 163

“Cuando estaba rodando Pase Libre, recuerdo que estaba en la caravana y masticaba las pastillas de Adderall porque pensaba que me colocaban (más). Recuerdo masticar un montón de ellas y estar literalmente atolondrada y no ser capaz de concentrarme en mis líneas o memorizarlas para el caso. Recuerdo ver mi imagen en la pantalla y, literalmente, tropezarme y pensar que mi brazo se veía tan gordo porque estaba en primer plano o lo que fuera y recuerdo salir corriendo del set y pensar: Dios mío, qué mala pinta tengo”.

Muchos rumores de la época (2010) apuntaron a que Amanda había sido despedida, pero en la entrevista con Paper Magazine reiteró que fue ella la que tomó la decisión de irse, lo cual ella misma considera “poco profesional”.

“Cometí un montón de errores, pero no me despidieron. Me marché... sin duda fue muy poco profesional por mi parte marcharme y dejarles tirados cuando se habían gastado tanto dinero en el set y el equipo de rodaje y todo lo demás”.

Tras abandonar la actuación, Amanda comenzó una etapa en la que sólo se la vivía drogada 163

Bynes se retiró de la actuación a través de Twitter, algo que consideró “muy estúpido”. A partir de ahí, entró a una época que ella misma considera “muy oscura y triste”, donde sólo se la pasaba completamente drogada y encerrada en casa. Durante esta época tuvo varios comportamientos erráticos como hacer insinuaciones sexuales a Drake, incendiar el garage de una casa en Los Ángeles y ser arrestada por posesión de drogas.

Hasta 2022, Amanda estaba bajo la custodia de su madre, quien se encargaba de medicarla para controlar sus arranques psicóticos. Cuando la custodia acabó, Bynes volvió a los comportamientos erráticos, como el que vivió en las calles de Los Ángeles completamente desnuda. Se sabe que sus padres están de acuerdo con su nuevo internado en el hospital psiquiátrico, además de que tienen la intención de apoyarla completamente para acelerar su recuperación.

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