Los videos, que se viralizaron en las últimas semanas en redes sociales, tienen cierto efecto hipnotizador. Es un fenómeno nuevo, extraño y fascinante de internet. En las imágenes se ven a mujeres que reaccionan con frases y gestos robóticos que se repiten una y otra vez, en una especie de loop, cuando algún usuario en TikTok que las ve en vivo les da un regalo. Son streaming de NPC (personaje no jugable, por sus siglas en inglés), una tendencia en la que creadores de contenido imitan a personajes de videojuegos.
En los videos los streamers reaccionan de determinaba manera de acuerdo con los regalos (íconos digitales que representan helados, rosas, donuts, corazones y que tiene un valor monetario) de sus espectadores. El resultado, según la imagen que aparezca en pantalla, puede ser un chillido o sonido extraño, una frase o un gesto.
Esos gestos robóticos y esas frases que repiten pueden no tener sentido y resultar inquietantes para cualquier persona que no esté familiarizada con esta tendencia. Sobre todo para las generaciones que desconocen la cultura de los videojuegos.
“Los NPC no se comportan como la gente común, no se ofenden si haces que se repitan una y otra vez. No esperan que cooperes en la conversación”, dijo Stephanie Rennick, filósofa de la Universidad de Glasgow que ha estudiado los diálogos en los videojuegos, a The Guardian.
En inglés existe el concepto NPC behavior (comportamiento de NPC), una frase que se utiliza de forma despectiva para describir a alguien que no sabe pensar por sí mismo. Por ejemplo, una persona que repite lo que los otros dicen sin cuestionarlo.
Los videos de NPC también se pueden considerar como una extensión del cosplay. Los streamers imitan los movimientos de personajes secundarios de videojuegos como Los Sims o Grand Theft Auto.
“A menudo, las personas consumen los medios y luego piensan en diferentes formas de disfrazarse o actuar o imitar las posibilidades de ese personaje”, dijo Carly Kocurek, profesora de diseño de juegos y medios experimentales en el Instituto de Tecnología de Illinois, a The New York Times.
“No creo que esto no tenga precedentes o que no esté relacionado con las formas en que las personas se han involucrado con los medios, especialmente con los juegos”, agregó.
Entre los streamers más populares se encuentran Pinkydoll y Cherry Crush. Ambas tienen cuentas en OnlyFans (una plataforma de suscripción de contenido para adultos). Sin embargo, los videos que realizan en TikTok carecen de contenido sexual aunque algunos encuentren cierto tono sensual o erótico. Parte del atractivo para quienes interactúan en las transmisiones es la sensación de control que tiene sobre el streamer, quienes son en su gran mayoría mujeres.
Los videos de NPC ofrecen “una sensación de poder controlar a un creador, y vemos que el control se convierte en un sinónimo de intimidad”, dijo Christine Tran, investigadora doctoral de la Universidad de Toronto, a The Guardian.
Algunos expertos como Kocurek señalan que los espectadores pueden encontrar cierto placer sexual en los videos de NPC, a pesar de que la intención de sus creadores sea otra.
“Hay algo sobre cómo las personas consumen los medios y cómo las cosas se descontextualizan y sexualizan, sea o no la intención del creador”, dijo Kocurek a The New York Times.
“No significa que nadie vaya a consumirlo de una manera sexualizada, pero puede significar que eso no es lo que el creador estaba tratando de hacer”, agregó.
El contenido generado por PinkyDoll, quien se convirtió en la cara de esta tendencia cuando sus transmisiones en vivo en Tiktok se volvieron virales, incluye gestos extraños como hacer palomitas de maíz con una plancha para el cabello y repetir frases como “mmm, este helado está muy bueno”.
PinkyDoll transmite unas seis horas al día, siete días a la semana en TikTok. Al comienzo, ganaba 250 dólares por día, pero después de volverse viral, sus ingresos aumentaron entre 2.000 y 3.000 dólares. Incluso hay días en los ha llegado a ganar 7.000 dólares.
Este tipo de contenido que genera ganancias es reciente en TikTok. En 2021, la red social presentó su función de propinas, donde los usuarios pueden gastar dinero comprando monedas virtuales. Con 29 centavos de dólar se pueden comprar 20 monedas y con 250 dólares 16.500 monedas.
Sin embargo, no todos en TikTok pueden realizar transmisiones en vivo y obtener ganancias. El usuario debe tener al menos 10.000 seguidores para poder monetizar su contenido.
Antes de ser streamer, PinkyDoll, quien su nombre verdadero es Fedha Sinon, tuvo un negocio de limpieza y trabajó como stripper.
Empezó hacer videos de NPC casi por casualidad. En TikTok solo subía videos sexys. Todo cambió cuando un día alguien le dijo que parecía salida de un videojuego. Desde ese momento empezaron a enviarle dinero. Fue así como comenzó a estudiar videojuegos como Grand Theft Auto, para ver cómo eran los movimientos y reacciones de los personajes.
“Miré los videojuegos y pensé: voy a tratar de imitarlas a ellas”, dijo Sinon.
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