En septiembre de 2016, Brad Pitt y Angelina Jolie protagonizaron uno de los más escandalosos divorcios de la última década. La separación estuvo llena de violencia doméstica y batallas legales que hasta el día de hoy mantienen a “Brangelina” en una situación muy tensa, y gran parte de este conflicto se debe a Miraval, propiedad vinícola que Pitt y Jolie compraron en 27 millones de dólares en el año 2008 y que terminaron convirtiendo en una verdadera mina de oro.
La propiedad ubicada en la zona campestre de Francia también sirvió para que la familia de Pitt pudiera disfrutar de una vida mucho más tranquila lejos de los tabloides americanos. Miraval era sinónimo de felicidad para Brangelina, pero con el tiempo, se convirtió en la principal razón por la que la pareja no puede verse las caras al día de hoy.
En pleno 2023, siete años después de haber comprado la propiedad, Angelina Jolie y su antigua sociedad de inversiones, Nouvel, acusó a Brad Pitt de “saquear” Miraval, además de tratar de quedarse con el control total del viñedo y todos sus activos.
“Pitt malgastó los activos de la empresa, gastando millones en proyectos de vanidad, incluyendo más de un millón de dólares en renovaciones de la piscina, construyendo y reconstruyendo una escalera cuatro veces, y gastando millones en restaurar un estudio de grabación”, se lee en los documentos que el equipo legal de Jolie presentó el lunes 10 de julio.
Nouvel calificó a Brad Pitt de actuar como un “niño petulante”, pues la actitud que el actor que ha tomado tras la negativa de Jolie por vender su parte de Miraval a él, ha complicado todo el proceso. No obstante, Jolie sí llegó a considerar a vender su parte a su exmarido en febrero de 2021 por 54.5 millones de dólares, pero mientras consideraba esta venta, Pitt presentó un acuerdo de confidencialidad para “prohibir a Jolie hablar fuera del tribunal sobre cualquier conducta personal de Pitt hacia ella o la familia”. Esto como respuesta a las pruebas de la violencia doméstica que Jolie compartió durante el juicio de custodia de sus hijos.
La censura a la que Angelina fue sometida hizo que retirara la oferta y terminara vendiendo su parte a Yuri Scheffler, multimillonario ruso que compró su parte de Miraval por 67 millones de dólares. Pitt estaba furioso por esta venta, a tal grado que demandó a Jolie argumentando que su venta había sido ilegal ya que, al momento en el que ambos compraron Miraval, la expareja habría firmado un acuerdo en el que ninguna de las partes podía vender su parte de la propiedad sin el consentimiento del otro. Sin embargo, Angelina Jolie negó en 2021 que este acuerdo existiera.
“Indignado porque Jolie vendió Nouvel a Stoli en lugar de a él, Pitt ha actuado como un niño petulante, negándose a tratar a Nouvel como un socio igualitario en el negocio”, argumentan ahora los representantes legales de Jolie.
Paul Murphy, uno de los abogados de Angelina Jolie, reiteró que Brad Pitt se negó a aceptar la compra de Scheffler simplemente porque Jolie se negó a silenciarse tras los casos de violencia que vivió por parte de Pitt, en específico, el incidente en el avión en el que Pitt estaba alcoholizado y golpeó a sus hijos y a su entonces esposa.
“Todavía hoy y en los siete años transcurridos desde aquel fatídico viaje en avión, él personalmente nunca ha negado públicamente que ocurriera. La realidad es que Pitt se negó a completar la venta de Miraval con Jolie a menos que ella aceptara ser silenciada sobre el abuso”.
En este contexto, los representantes legales de Angelina Jolie exigen 350 millones de dólares por daños y perjuicios, por lo que, al parecer, la batalla entre la que fue alguna vez una de las parejas más queridas de Hollywood, está lejos de terminar.
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