Kesha Rose Sebert, conocida simplemente como Kesha, protagoniza durante casi una década una de las batallas más escandalosas de la industria musical. Todo comenzó en 2005, cuando la cantante acababa de cumplir 18 años y firmó un contrato de exclusividad con el productor Lukasz Sebastián Gottwald, mejor conocido como Dr. Luke. Este acuerdo obligaría a Kesha ha grabar seis álbumes de estudio con el productor, además de que cierto porcentaje de las ventas de sus discos se irían directamente a los bolsillo de Dr. Luke.
En 2014, Kesha presentó de manera oficial una demanda en contra de Dr. Luke, argumentando que en 2005, Dr. Luke abusó de la cantante durante una fiesta en casa de Paris Hilton utilizando una pastilla GHB. Estas pastillas son conocidas como “droga de violación”, pues cuando se toman, la persona no tiene la capacidad de defenderse de un ataque sexual.
Sumado a esto, Kesha aseguró que en los años posteriores Dr. Luke tuvo un control total en su música, negándole la posibilidad de incursionar en ciertos géneros o incluso salir de las temáticas de fiesta.
Agresión sexual, acoso sexual, violencia de género, acoso civil, prácticas comerciales injustas e infligir angustia emocional, fueron las acusaciones que Kesha puso en contra de Dr. Luke.
Dr. luk sostiene que la propia Kesha lo amenzó con inventar falsas acusaciones de abuso con la finalidad de poder librarse del producto.
Gottwald, de hecho, la demandó por difamación, y con esta demanda comenzó un movimiento en redes bajo la consigna #FreeKesha, con el que los usuarios de redes buscaban terminar con los tratos injustos hacia la cantante de Tik Tok.
Finalmente, tras nueve años de comenzar esta batalla legal, ambas partes han llegado un acuerdo con el que buscan continuar con sus vidas en paz. Si bien, se desconocen los detalles de este arreglo, tanto Kesha como Lukasz se pronunciaron en sus redes con mensajes donde dejaban en claro que la controversia en torno al abuso sexual había quedado atrás.
Kesha aseguró que no recuerda en lo absoluto qué pasó aquella noche en la que supuestamente fue abusada, pero tiene la intención de dejar todo atrás para “darle paz a las personas involucradas”.
“Solo Dios sabe lo que pasó aquella noche, como siempre he dicho. No puedo recordar todo lo que pasó. Estoy deseando cerrar este capítulo de mi vida y empezar uno nuevo. Solo le deseo la paz a todas las personas implicadas”.
Por su parte, Lucasz reiteró que no pasó nada esa noche de 2005, manteniendo su versión de una difamación por parte de Kesha. No obstante, el músico y productor comparte las palabras de Kesha y aseguró que quiere cerrar ese capitulo de su vida.
“Aunque aprecio que Kesha reconozca que no es capaz de recordar todo lo que pasó aquella noche en 2005, yo estoy completamente seguro de que no pasó nada. Nunca la drogué ni abusé de ella y nunca le haría algo así a nadie. Por el bien de mi familia, he luchado ferozmente para limpiar mi nombre por casi 10 años. Es el momento de dejar todo esto atrás y mirar hacia adelante. Le deseo a Kesha lo mejor”.
Cabe mencionar que la resolución llega poco más de un mes después de que la cantante lanzara Gag Order, su más reciente álbum de estudio cuyo título hace referencia al hecho de que la corte le obligo a guardar silencio sobre el caso contra Dr. Luke hasta que este se solucionara. Este es el sexto álbum que Kesha lanza, por lo que, si todo sale como debe, Kesha regresaría a la industria musical libre de su acuerdo con el productor.
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