Jim Morrison es uno más de los integrantes del trágico “Club de los 27″, el listado de celebridades que incluye a músicos populares, artistas y actores que perdieron la vida a los 27 años.
Recordado por ser un gran músico y poeta, también se ha convertido en uno de los referentes malditos del rock, pues fue encontrado muerto en París hace más de 50 años y desde entonces se han multiplicado los mitos que giran en torno a su fallecimiento
Conocido también como Mr. Mojo Risim, un anagrama creado la superestrella del rock mientras grababa L. A. Woman, es además en una leyenda del cine, ya que son numerosas las producciones que debaten sobre las posibilidad de muerte: suicidio, asesinato, sobredosis, brujería e incluso han llegado a surgir teorías conspirativas sobre la industria musical.
La muerte del vocalista de The Doors conmocionó a sus seguidores en el mundo entero, cuando en la madrugada del 3 de julio de 1971 en París, Francia, su cuerpo fue encontrado en la bañera de su residencia, ubicado en el barrio bohemio de Le Marais, en la capital francesa.
Morrison fue considerado uno de los sex symbol del momento y según lo reveló su pareja, Pamela Courson, su muerte se habría producido luego de asistir a una función de cine. Según su relato, tras una fuerte que lo hizo escupir sangre, decidió tomar un baño. Courson, la mujer que lo acompañó por varios años y con quien protagonizó varios escándalos de infidelidades y discusiones, lo encontró sin vida allí, tendido en la tina.
“Tu muerte te dará vida y te librará de un vil destino”, son las palabras que al parecer marcaron el destino del cantante y que están plasmados en su libro Desiertos.
Una segunda teoría que circula en Internet sobre la noche en que Jim Morrison falleció apunta a que antes de ir al cine se reunió con uno de sus mejores amigos, Alan Ronay, cita a la que asistió con Courson. Lo que sucedió en ese encuentro es un misterio.
“Según Pam, después de eso el poeta y vocalista se fue al cine y volvió al apartamento. Pero se ha especulado que Morrison no fue al cine, sino que visitó un club, antes de irse a dormir, llamado Circus donde mezcló su cuota diaria de licor con una fatal dosis de cocaína”, señaló el portal ABC en español.
La tercera teoría que gira en torno a la muerte de la superestrella del rock, tiene que ver con el médico que acudió a la vivienda de Morrison y Courson para certificar la muerte del vocalista de The Doors. Entonces se afirmó que fue producto de un paro cardíaco pero no se realizó ninguna autopsia. Conocidos del cantante y testigos de la escena, señalaron que detrás de la crisis cardíaca hubo una sobredosis de heroína, información que no se investigó en profundidad.
A esto se suman las declaraciones de Ray Manzarek, tecladista de The Doors al Daily Mail, que reveló que un año antes de su muerte, Morrison le habría mostrado un folleto de las islas Seychelles. En esa conversación -siempre según Manzarek-, el rockero le habría aseguró que sería un lugar especial para huir en el caso de que sus fanáticos y amigos lo dieran por muerto... Esa charla alimentó las teorías conspirativas sobre su muerte.
Con esta conversación grabada en la memoria, Manzarek envió al mánager de la agrupación musical a que verificara personalmente que Morrison había fallecido. “Mi primera reacción fue pensar que era un rumor tonto de Hollywood así que mandé a Siddons a París para confirmar”, agregó el tecladista al Daily Mail.
El cuerpo del cantante fue enterrado en el cementerio Père Lachaise, que se ha convertido en uno de los más visitados de la ciudad, a tal punto que las autoridades han tenido que construir una valla de protección para “evitar que la gente se acerque demasiado”, explicó Sylvain Ecole a Agencia EFE.
De hecho, hace algunos años se robaron de la tumba del artista un busto de mármol y una placa con su nombre.
En el mismo cementerio están las tumbas de Oscar Wilde, Frédéric Chopin, Yves Montand y Edith Piaf, entre otras reconocidas celebridades, pero la de Morrison es la única que siempre tiene restos de botellas de licor porque sus fanáticos cumplen a diario el rito de tomarse un trago junto a la lápida del ídolo.
Seguir leyendo: