El artista de R&B R. Kelly, de 56 años, fue condenado este jueves a 20 años de prisión en Chicago, siguiendo los cargos federales de pornografía infantil y seducción de los que se lo acusaba. En concreto, esta pena se suma a una anterior de 30 años tras ser declarado culpable en Nueva York en 2021 de asociación delictuosa y tráfico sexual.
La incógnita estaba en si los magistrados dispondrían que ambas penas se ejecutaran de forma simultánea o consecutiva. El juez Harry Leinenweber, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Norte de Illionois, informó que ambas condenas se cumplirán a la vez con la excepción de un sólo año, que se habilitará una vez concluidos los 30 años.
De no haber sido así y haberse dado una seguida de la otra, habría equivalido a una cadena perpetua. Igualmente, los magistrados buscaron extender lo más posible el tiempo del cantante en el penal dado que es tan incorregible que “la única forma de garantizar que no vuelva a delinquir es imponerle una condena que lo mantenga en prisión el resto de su vida”.
En definitiva, con esta última sentencia, Kelly pasará 31 años en prisión y será elegible para ser liberado a sus 80 años, por lo que no pierde la esperanza de salir vivo de prisión algún día.
En los documentos utilizados para definir la condena, los fiscales describieron a Kelly como “un depredador sexual en serie” que se valió de su fama y su riqueza para captar a sus fanáticos deslumbrados por su trabajo y, así, abusar de ellos y luego desecharlos. Los testimonios expusieron que les prometía, también, ayudarlos con sus carreras musicales y eran “adoctrinados” en su mundo, mientras permanecían aislados y bajo medidas disciplinarias crueles.
Los abogados defensores del músico se mostraron en disconformidad con lo dispuesto por los tribunales y apuntaron contra los fiscales por haber dedicado excesivos recursos a procesar a un artista negro, que padece diabetes, mientras muchas de las grandes estrellas blancas de la historia del rock’n’roll han sido acusadas de abusar de menores de edad pero “ninguna ha sido procesada” ni tampoco “morirán en prisión”.
Inclusive, la doctora Jennifer Bonjean, alegó un doble rasero con su cliente afroamericano y detalló en un memorándum a 11 estrellas blancas del rock que han sido acusadas de abusar de chicas menores de edad y han quedado impunes. En base a estos argumentos, la defensa buscaba una sentencia cercana a los 10 años, cumplidos simultáneamente.
Muchos seguidores del caso ven las condenas de Kelly como parte fundamental del movimiento #MeToo, surgido en octubre de 2017 a raíz de las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein, y cuyo fin es denunciar la agresión sexual y el acoso sexual. Desde entonces, este ha sido el primer juicio sobre abusos sexuales en el que la mayoría de las denunciantes eran mujeres negras. Sólo para la condena en Nueva York, el tribunal logró reunir a 45 testigos, 11 de ellos, víctimas.
(Con información de Reuters y AP)
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