La Universidad de Buenos Aires hizo una encuesta a toda su comunidad educativa. Entre estudiantes, graduados, docentes y personal no-docente, respondieron 20.120 personas, lo cual lo convierte en el relevamiento más grande hecho por la casa de estudios. Ahora, los resultados recabados serán presentados a los candidatos presidenciales.
Los temas que abordó la encuesta fueron variados: presupuesto, qué valor le dan a la educación los gobiernos, si están de acuerdo con las becas, cómo debería ser el vínculo con el sector productivo e incluso qué preguntas le harían a los candidatos a presidente. Ese último punto no es casual. Es que, desde un principio, la idea del rector Alberto Barbieri fue reunirse con los líderes de las seis fórmulas que competirán en octubre para trasladarle las inquietudes de la comunidad.
"Creíamos que en este año electoral la universidad tenía que tratar de proponer a los candidatos que la educación, la ciencia y tecnología estén en la agenda. Decidimos hacerlo lo más participativo posible y brindar la información a los candidatos para que la usen como insumos. Nosotros ponemos la expertise de la universidad a disposición del que resulte electo", dijo Barbieri a Infobae.
Después de tres meses de trabajo, hoy se dieron a conocer los resultados. El 77% de los consultados considera que los gobiernos no le dan a la educación un rol central en sus agendas. Casi el mismo porcentaje piensa que se le presta poca atención a la ciencia y la técnica. En parte, esas respuestas surgen porque la gran mayoría (el 94%) cree que se debe aumentar la inversión destinada a educación superior, que hoy representa poco más del 3% del Presupuesto Nacional.
El salario de los docentes se repitió como una de las principales preocupaciones. Incluso, 4 de cada 10 plantearon que se deberían actualizar a través de un ajuste automático por inflación, a través de la llamada "cláusula gatillo". En la misma línea, un 80% coincidió un generar un fondo "anti-crisis" reservado para momentos de turbulencia, que cubra cuestiones como infraestructura, actualización tecnológica y equipamiento para investigación.
"Ratificamos mucho de lo que pensábamos a priori. Vimos que el aumento de la inversión no es una necesidad que vemos solos las elites de conducción, sino que hay un consenso generalizado en todos los niveles. También surgen algunas preguntas como guía de las preocupaciones de la comunidad", agregó Barbieri.
La encuesta incluyó una última consulta de respuesta abierta. Planteó el escenario del debate presidencial e indagó: "¿Qué pregunta le harías a los candidatos sobre educación superior?".
La respuesta más recurrente fue: "¿Qué va a pasar con el presupuesto destinado a educación, ciencia y tecnología?". Otras habituales fueron: "¿Se van a mejorar los salarios docentes?", "¿Conocen la situación de los docentes ad honorem de la universidad?", "¿Qué sucederá con el CONICET?", "¿Tiene pensado articular el modelo en CyT con el sistema de educación superior y con un proyecto de desarrollo productivo?".
Justamente mejorar la vinculación del mundo académico con el mercado de trabajo surgió como el objetivo prioritario de cara a los próximos veinte años. La mayoría (el 68%) está de acuerdo con uno de los ejes de debate en la educación superior: orientar a los estudiantes hacia carreras estratégicas para el desarrollo del país. Entre las carreras a priorizar, se impusieron las ciencias exactas y naturales.
Pese a que se las suele mirar con recelo, 8 de cada 10 consultados están de acuerdo con que empresas financien proyectos de investigación, generen pasantías y firmen convenios de cooperación con universidades públicas.
Más aún, el 70% piensa que sería una buena idea replicar medidas que tomaron países como España o Francia, que conformaron Consejos Económicos y Sociales. En esos consorcios participan representantes del Estado, empresas, sindicatos, universidades y otros miembros de la sociedad civil. La apuesta es impulsar una instancia de consulta y concertación de intereses.
En lo relativo a la UBA, el 96% la valoró positivamente. Casi todos se mostraron de acuerdo con que se entreguen becas a aquellos estudiantes con dificultades económicas para que terminen su carrera. Incluso el 81% considera que deberían ampliarse esos montos.
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