"Es una jugada única", dice el relato de Osvaldo Príncipi. En el último partido, el robot misionero se eleva cada vez más alto, se despliega cuan largo es hasta alcanzar la tercera plataforma. Se abre y las pelotas, del tamaño de una de tenis, empiezan a caer una a una.
La maniobra aseguró el triunfo que ya se presagiaba. El equipo de Misiones se consagró campeón de la primera edición de la Copa Robótica, que atrajo representantes de las 24 provincias, y será el representante argentino en el mundial que se disputará en Dubai entre el 24 y 27 de octubre, con presencia de más de 200 países.
Entre el viernes y el sábado, los equipos compitieron en el Parque Roca, en un evento organizado en conjunto entre la empresa Educabot y el ministerio de Educación porteño. El viernes se jugaron las primeras cuatro rondas de partidos y el sábado las otras cuatro. A cada equipo le entregaron el mismo kit para construir su propio robot.
En línea con la temática de la competencia, el campo de juego simuló ser un océano y las pelotas, unas más grandes y otras más chicas, hacían las veces de macro y micro contaminantes.
Los equipos, integrados por alianzas de tres provincias que fueron cambiando, debían llevar los contaminantes a una planta recicladora, dispuesta en el medio del ring. La planta contaba con tres niveles: recuperación, reciclaje y reutilización. Mientras más alto, claro, más puntos sumaba.
Con un joystick, uno de los integrantes manejaba el robot, mientras sus compañeros les daban indicaciones. Después de los tres minutos, la escena se repetía: abrazos de un lado y del otro, saludos y cordialidad entre los equipos. Incluso, tomados de las manos, se reunían en círculos y ensayaban una coreografía.
Misiones terminó invicta. Fue la única provincia que ganó los ocho partidos que jugó. Su éxito no fue casualidad. Es pionera en la materia. La Escuela de Robótica, la primera de Argentina, nació en 2016. Lo que arrancó como un proyecto de la Legislatura misionera, por fuera de la currícula, fue incorporado a partir de que la robótica y la programación se convirtieran en materias obligatorias. La provincia sancionó la Ley de Educación Disruptiva, que otorgó a La Escuela de Robótica la facultad de llegar a todos los establecimientos educativos, tanto públicos como privados, desde los 4 años hasta los adultos, a través de sus facilitadores.
Flavia Morales, actual diputada provincial, fue una de las impulsoras del proyecto, y acompañó a la delegación durante los tres días en Buenos Aires. "Al principio los docentes creían que los chicos no aprendían porque no estaban con el lápiz y el cuaderno. Lo tomaban como un juego, con celulares de por medio. Teníamos escuelas del siglo XIX que pretendían trabajar con alumnos del siglo XXI. Lo que buscamos es que en las escuelas comunes suceda lo que pasa en la escuelas de robótica: que los pibes no se quieran ir. El aprender no puede seguir estando vinculado al dolor", le dijo a Infobae.
La de Misiones fue una de las delegaciones más grandes. Llevaron diez chicos, cinco titulares y cinco suplentes, todos de distintas escuelas y procedencias. Buscaron que sea un equipo federal incluso dentro de la misma provincia. "Había chicos que vivían a 300 kilómetros de donde estábamos y que tenían que viajar cinco horas para juntarse con sus compañeros. Hubo un sacrificio muy grande de parte de todos", contó Marcos Lugo, el mentor del equipo.
La estrategia, continuó, era apuntar a la plataforma más alta de la planta recicladora, que otorgaba seis puntos. "Tomaron la idea de la observación. De ver desde cómo funciona una fábrica de naranjas hasta cómo se levanta con una pala objetos del piso. Canalizaron todas las ideas y se le dio forma al robot. Lo probamos mil veces y se rompió mil veces, pero siempre funcionó con eficiencia", señaló.
La elección del nombre del robot no fue azarosa. Le llamaron "Julito", el mismo apodo con el que llamaban a un tutor que murió hace dos semanas en un accidente de tránsito. "Lo queríamos recordar de la mejor forma posible. Por suerte, le hicimos un buen homenaje", dijo Azul, una de las integrantes del equipo campeón, que ya imagina Dubai. "Va a ser una locura. Nos vamos a encontrar con gente que está muy avanzada en robótica, pero estamos preparados. Iremos con todo a representar a la Argentina".
Fotos: Nicolás Stulberg
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