Una década atrás, la criminalística era una carrera de nicho, parecía destinada solo a unos pocos interesados en los detalles más imperceptibles de una escena de crimen. En los últimos años, sin embargo, la matrícula se multiplicó en cada uno de los centros donde se dicta la carrera. Una de las explicaciones que encuentran las universidades es el boom de las series policiales.
En el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina (IUPFA), la carrera es de larga data. Se dicta desde 1977 y su plan de estudios tuvo dos reformas recientes, primero en 2007 y después en 2014. Las técnicas y métodos se modernizan en la investigación científica del delito, también se modifican algunas normas, explican.
En los últimos cuatro estalló el interés. Hubo entre 600 y 1.000 inscriptos para tan solo 165 vacantes en la licenciatura. El filtro se hace después a partir de un examen de ingreso. "No te puedo precisar por qué aumenta la matrícula, pero estimo que por la cobertura periodística, también las películas y series de ficción algo tienen que ver, aunque en algunos casos lo que se ve en la ficción dista mucho de lo que ocurre en la realidad. La criminalística es una ciencia fáctica. Tal vez ése sea un atractivo: es la aplicación de la ciencia positiva en la resolución de un problema criminal", le dijo a Infobae Jorge Ossola, director del área criminalística del IUPFA.
En viaedu, una plataforma de tests vocacionales online, también se percibe una atracción cada vez mayor. La criminalística fue la novena carrera más consultada de 2018. "Los chicos piden mucho sobre esta carrera, a veces, sin conocer realmente de qué se trata. Es probable que haya influencia de series", sugieren.
La Universidad de Morón (UM) es una de las pocas nacionales que dictan carrera. En 2004 tenía apenas 16 alumnos y el año pasado acaparó 76 estudiantes. "Por un lado, con las series policiales conocieron una ciencia que muchos no sabían que existía. Por otro, la evolución de las fuerzas de seguridad en el área de la criminalística hizo que sea necesario que se capacite cada vez más personal. Al día de hoy es insuficiente el personal en relación a los delitos", señaló Edgardo Gibilisco, director general del área criminalística en la UM.
Por su parte, la Universidad Siglo 21 ofrece una diplomatura a distancia en criminalística y criminología. Ellos no ven que sean los jóvenes los principales interesados. En cambio, sí ven que los profesionales del campo jurídico e investigativo se acercan. "Buscan perfeccionarse. Quieren un enfoque conceptual, actualizado y diversificado para sus tareas. Sacando lo etario, hay gran interés en estos temas. Seguramente las series y programas documentales han contribuido al interés", consideró Luis Alberto Disanto, el director de la diplomatura.
Claro que lo que ven en una serie rara vez se condice con la realidad. Cuando el estudiante empieza la carrera, se topa con las aplicaciones y alcances reales de la disciplina. Como suele suceder, las primeras materias no son las más "divertidas"; son introductorias y de fuerte base teórica. A medida que se avanza en la cursada aparecen las prácticas y ahí sí se vuelve más "emocionante", dicen.
La carrera varía de acuerdo a la institución que la dicte, pero en general siguen una línea. La teoría se suele ver reflejada en el campo. "Por ejemplo la química, la física, el dibujo, las materias legales se dictan y explican orientadas a la investigación criminal o a la respuesta forense que tiene que brindar el perito para esclarecer un caso y no como el contenido 'duro' para una potencial aplicación", explicó Ossola.
Las cuatro ramas principales de la criminalística son la documentología, la balística, la papiloscopía y la química forense. Todas ellas, además, tienen varias disciplinas complementarias y hay varias materias accesorias: por caso, antropología forense, investigación de fraudes en seguros, accidentología vial, psicología forense, medicina legal y otras asignaturas orientadas a la aplicación forense, como falsificación de obras de arte y monedas antiguas o acústica.
Una vez que se reciben, los graduados en criminalística deberían ser capaces de desmenuzar escenas de crímenes, evaluar las evidencias recolectadas y esclarecer delitos. Tal como sucede en las series, pero con herramientas más terrenales, mayores limitaciones y, en general, resultados menos espeluznantes.
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