Se abre la ronda paritaria de 2019 en la provincia de Buenos Aires. Desde las 17:30, los ministros de María Eugenia Vidal negocian con los dirigentes de los sindicatos nucleados en el Frente de Unidad Docente bonaerense (FUDB).
La reunión se da a tres semanas del inicio de clases. Un comienzo de ciclo lectivo que se encuentra en suspenso ante la posibilidad concreta de un paro docente, ya mencionada por los gremios.
La voz de los principales dirigentes sindicales se orienta hacia la misma dirección. "Para comenzar a discutir los salarios de 2019, primero tenemos que definir la situación de 2018", coinciden. Es que el año pasado, tras 29 días de paro, terminó sin acuerdo entre las partes y los gremialistas reiteran que quedaron 15 puntos debajo de la inflación.
El otro eje que pondrán encima de la mesa es el estado de las escuelas. El lunes pasado, los sindicatos del FUDB -Suteba, Feb, Udocba, Amet y Sadop- hicieron una presentación formal ante el ministerio de Trabajo provincial exigiendo que se realicen inspecciones de seguridad e higiene en todos los establecimientos antes del 6 de marzo.
La estrategia oficial para la negociación ya se empezó a vislumbrar en la última ronda paritaria. El 28 de noviembre pasado, el gobierno bonaerense hizo una oferta también para 2019. La propuesta planteaba un aumento del 20% en seis tramos e incluía el gran reclamo gremial de 2018: una cláusula gatillo de ajuste automático contra la inflación. Según supo Infobae, ese será el mecanismo para "dar previsibilidad a los docentes más allá de la negociación sindical".
"Los trabajadores estatales de la provincia recibieron una propuesta similar que fue aceptada y cerraron la negociación paritaria para 2018 y también para 2019. De ese modo, ya comenzaron a cobrar un 4% de aumento en enero. En cambio, los maestros no pudieron mejorar su salario este mes por la reiterada negativa sindical", dijeron fuentes de la administración bonaerense.
Más allá de la cláusula gatillo, cerca de Vidal dan por descontado que habrá convocatoria a paro en el arranque de clases. "Es el momento de Baradel para mostrarse. Más ahora que se habla de su candidatura a diputado por el kirchnerismo", plantean.
Por eso, desde enero despliegan un plan de mesas educativas distritales, que funcionarán hasta fines de febrero en cada uno de los 135 distritos. Las nuevas estructuras cuentan con la presencia de consejeros escolares, inspectores y comunidad educativa en general. La idea es generar una voz unánime de la "importancia de arrancar en fecha el ciclo lectivo".
El oficialismo confía que el acatamiento a los paros, que el año pasado promedió el 45 por ciento, en 2019 será menor. Dicen que en los municipios que gobiernan "casi no se sentirá" y que los descuentos por adherir a las huelgas, reflejados en los recibos de diciembre, surtirán efecto.
El panorama a nivel nacional
Hasta el momento, solo dos provincias cerraron acuerdos con sus gobiernos: Misiones y Mendoza. En ambas la negociación se cerró con un aumento del 23 que, en el caso de Mendoza, incluyó una cláusula de actualización automática. En otras jurisdicciones, como Neuquén y Chubut -las de mayor conflictividad en 2018- se iniciaron conversaciones, pero todavía no hay arreglo.
En cambio, en 14 provincias todavía no se comenzaron gestiones: Salta, Catamarca, San Luis, Santiago del Estero, La Rioja, San Juan, Córdoba, Formosa, Corrientes, Tierra del Fuego, Chaco, Río Negro, Santa Cruz, Jujuy. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires ayer tuvieron una reunión técnica y habrá una primera oferta el próximo miércoles. Los gremios porteños piden, además de la pauta salarial de 2019, un plus que recomponga la pérdida contra la inflación del año pasado.
Con este panorama, antes de fin de mes, habrá un congreso de secretarios general de CTERA, en el que se anunciaría un paro nacional de 48 horas para el miércoles 6 y jueves 7 de marzo, que incluiría una movilización el 8 por el Día de la Mujer. De ese modo, la primera semana escolar podría quedar sin un solo día de clases.
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