MAPA: a un mes del inicio de clases, ¿cuáles son las provincias que más sufren los paros docentes?

Un nuevo informe revela que un alumno promedio perdió 73 días de clases al terminar la primaria en 2018 y que hay grandes disparidades entre las jurisdicciones. La situación del conflicto en la provincia de Buenos Aires

Las provincias con mayor cantidad de paros docentes (Télam)

El próximo 6 de marzo comenzarán las clases en todo el país. Se pondrá en marcha el ciclo lectivo 2019 y, se especula al igual que el año pasado, que los paros docentes interferirán en la reanudación. Esas huelgas, sin embargo, repercuten de forma muy dispar entre las provincias.

Si se consideran los últimos 35 años, desde el regreso de la democracia, las provincias que más alto promedio de días de paro anuales registraron son Neuquén y Santa Cruz, ambas con 16 días. Luego siguen con 15 Chubut, Jujuy, Río Negro y Tucumán. El promedio nacional se ubica apenas por encima de los 12 días.

Los datos surgen de un nuevo informe del Observatorio Argentinos por la Educación, que se basa en un documento del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de la Universidad Nacional de La Plata, en el que se recopilan las cifras sobre días de paro docente en el nivel primario en cada jurisdicción entre 1983 y 2014. El nuevo trabajo trabajo actualiza el análisis hasta 2018.

"Las diferencias interprovinciales no se pueden explicar a partir de las variables que uno comúnmente asocia a los paros, como sueldos o la situación económica de cada provincia. En el sur, donde se registran más paros, están los salarios más altos, pero también el costo de vida es el más elevado. Uno lo podría asociar a qué tan "combativos" son los sindicatos, aunque seguramente haya muchos factores adicionales", explicó a Infobae el autor del informe, David Jaume, economista e investigador del Banco de México

En 2003, a través de la Ley N° 25.864, se fijó un piso de 180 días de clases para el ciclo lectivo en el país. Luego, en un Consejo Federal de Educación en 2011, los ministros acordaron llevar paulatinamente el calendario escolar a 190 días. Todavía, en muchas provincias, hay serias dificultades para lograr la meta inicial de 180 días efectivos entre jornadas de capacitación, problemas de infraestructura y paros docentes.

A partir del promedio nacional, se calcula que un alumno que terminó la primaria en el tiempo teórico, en una estructura escolar de 6 años, perdió 73 días de clases. Para dimensionar el dato, agregan, 73 días perdidos equivalen a más de 3 meses de clase (al tomar un criterio de 20 días por mes) o al 40% de días de clase de un ciclo lectivo. Claro que las huelgas no perjudican a todos los alumnos del mismo modo porque, como ya se dijo, el acatamiento suele ser dispar.

Por ejemplo, Santa Cruz en el período 2013-2018 fue la provincia de mayor conflictividad: se perdieron 261 días por paros docentes, lo que representa un año y medio de clases. En Chubut pasó algo similar con la pérdida de 208 días. Luego siguen Tierra del Fuego (181) y Neuquén (169). En el polo opuesto, un alumno promedio que terminó su escolaridad primaria en San Luis estuvo expuesto a solo días 12 de huelga docente, en San Juan a 19 y en La Pampa a 23.

Con respecto a las repercusiones que puede traer la pérdida de días de clase, Jaume advirtió: "La evidencia indica que países con más horas de clases no necesariamente obtienen los mejores resultados en pruebas internacionales. Esto se debe, en parte, a que los países difieren en muchísimos más factores que en sus horas de clase. Pero sí existe evidencia clara de que incrementos en las horas y días de clases dentro de un mismo país generan mejoras en los resultados educativos".

Del mismo modo, el especialista agregó: "No es lo mismo para un niño asistir al colegio y tener horas de clase que no hacerlo. La formación de capital humano que tiene lugar dentro de los establecimientos educativos pone de manifiesto el rol fundamental de los maestros para mejorar el futuro de sus alumnos. Pero para ello, alumnos y docentes deben reunirse en el aula".

El conflicto en la provincia de Buenos Aires

La provincia de Buenos Aires no figura entre las provincias más conflictivas desde el regreso de la democracia, pero sí registra un alto índice de paros en los últimos años. En 2018, por ejemplo, hubo 25 días de huelga en primaria.

De hecho, el año pasado terminó sin acuerdo entre el gobierno de María Eugenia Vidal y los sindicatos nucleados en el Frente de Unidad Docente bonaerense (FUDB). En la última reunión, el 28 de noviembre pasado, los ministros hicieron una propuesta para 2019. La oferta planteaba un aumento del 20% en seis tramos e incluía una cláusula gatillo de ajuste automático contra la inflación.

Los sindicalistas ni siquiera pusieron a consideración la oferta. Argumentaron que primero debía cerrarse la paritaria de 2018. En los últimos días, además, los gremios del FUDB -Suteba, Feb, Udocba, Amet y Sadop- enviaron una carta documento al ministro de trabajo pidiendo que los convoquen de manera "urgente" a paritarias.

María Eugenia Vidal y Gabriel Sánchez Zinny, ayer en el Polo Educativo de Lanús

Otra vez el comienzo del ciclo lectivo está en suspenso en el sistema educativo más grande del país, que reúne casi el 40% de la matrícula nacional. Ayer Vidal dejó un "mensaje" en la previa del inicio de la ronda paritaria. Se la vio junto al ministro de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, en el nuevo Polo Educativo de Lanús.

Ahora, la estrategia oficial para combatir las huelgas pasa por conformar mesas educativas distritales durante enero y febrero, que funcionan en cada uno de los 135 distritos, y tiene la presencia de consejeros escolares, inspectores y comunidad educativa en general. Las nuevas estructuras políticas intentarán llevar adelante "acciones tendientes a garantizar el inicio de clases" y a "adelantarse a las situaciones de conflicto que puedan suceder".

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